Cap.

 1      1|         pintura, ni el color de la salud, ni pregonero del alcohol;
 2      5|           procurar cuanto antes la salud.~ ~ Desde el día en que
 3      5|      voluntad. Ana quería fuerzas, salud, colores, carne, hermosura,
 4      5|          de Ana, pero al volver la salud no volvieron con ella: la
 5      5|         sana; la bondad nace de la salud.~ ~ -Es usted un poco materialista,
 6      5|          naturaleza; a un árbol la salud ha de entrarle por las raíces...
 7      6|          otro... y querrá curar en salud... y el Arcipreste no está
 8      7|          piel, buena sangre, mucha salud; las mujeres le alababan
 9      9|           indica para conservar la salud, a sí mismos se hacen daño,
10      9|       vetustenses. ¡Y qué color de salud!~ ~ »¡Vetusta, Vetusta encerraba
11     10|          Valladolid? Recobraste la salud gracias a la fuerza de los
12     12|      Resumen: la ciencia ofrece la salud de Rosita con aires de aldea,
13     12|          estoy de que recobrará la salud aquella querida niña, si
14     13|       amiga de la limpieza y de la salud.~ ~ Paco había ido aproximando
15     15|           deseaba, y sobre todo la salud quebrantada del aprendiz
16     17|          es cosa de juego... ¿Y la salud?, la salud del cuerpo, ¿
17     17|          juego... ¿Y la salud?, la salud del cuerpo, ¿dónde la dejamos? ¿
18     18|        santa, las exigencias de la salud, los caprichos de sus nervios. «
19     19|          semejaba el símbolo de la salud queriendo contagiar con
20     19| interrumpida marcha en busca de la salud. Su egoísmo candoroso, pero
21     19|          dominios de la lógica, su salud; la memoria, firme, no era
22     19|            poco, según las olas de salud subían en su marea, la enferma,
23     19|            teatrales -gracias a la salud que volvía a rodar con la
24     20|           el paso poco a poco a la salud. Ana le recibió en su gabinete. ¡
25     20|        talento, el prestigio de la salud, de la fuerza y de la carne
26     20|       gritó:~ ~ -¡Allá va una a la salud de don Pompeyo!~ ~ Y comenzó
27     20|           el penúltimo verso -. Mi salud no necesita de semejantes
28     21|       resucitaba, con esperanza de salud y alegría para todos.~ ~ «
29     21|           recobraba el apetito, la salud volvía a borbotones. Tenía
30     22|           una aureola de Anita. La salud había vuelto, purificada
31     22|           que Ana le hablaba de la salud que él perdía. «¡Si ella
32     25|       siglo... Ya no pedía más que salud, reposo..., la conciencia
33     25|           idealidad... Pero con la salud había vencido la piedad
34     25|           especie de bancarrota de salud. La señora ministra había
35     26|      volvió a tener hora buena, de salud completa. Los escalofríos
36     27|        extraño. Estoy segura de mi salud. Gracias, amigo mío; a usted
37     27|         felicidad inefable de esta salud serena, de este placer refinado
38     27|            primero es que tengamos salud.~ ~ »¿Que hay tibieza tal
39     27|           vez es demasiado para mi salud. ¡Si yo dijera a Quintanar
40     27|     También es verdad. Me lo da la salud. Si lo tuviera malo y pensara
41     27|            de la naturaleza, de la salud y del relativo lujo que
42     27|            dirán ya han pasado. La salud me ha hecho más independiente.
43     27|         Hagamos versos en prosa. «¡Salud, salve! A ti debo las ideas
44     27|            no pensar más que en su salud; la horrorizaba la idea
45     27|    condición indispensable para la salud de Ana?~ ~ Un día se hablaba
46     27|       corriente, el follaje..., la salud...», y como un acompañamiento
47     27|           estar satisfecho. Así la salud volverá con más fuerza.
48     27|         dentro de mí. Todo esto es salud, nada más que salud.~ ~. ~
49     27|        esto es salud, nada más que salud.~ ~. ~ He traído al Vivero
50     27|        También esto era cosa de la salud!»~ ~ La víspera de San Pedro,
51     27| eternidades... Vamos, era otra. ¿Y salud? Como un roble.~ ~ -¿El
52     27|            otra. ¡Qué alegría, qué salud, qué apetito! Se acabaron
53     27|         naturaleza, la manía de la salud...~ ~ -Es verdad; no habla
54     27|             no habla más que de la salud la pobrecita.~ ~ -¡Qué pobrecita! ¿
55     28|            mejor que antes.~ ~ «Mi salud -pensaba - exige que yo
56     28|           no había más que placer, salud, fuerza, nada de abstracción,
57     28|             ahora sí que estaba la salud asegurada; ¡qué color!, ¡
58     29|       exclusiva preocupación de la salud al aire libre, del ejercicio,
59     29|            viese menos atenta a la salud de su cuerpo, sin volver,
60     29|   equilibrio que es garantía de la salud por la que tanto tiempo
61     30|          de Frígilis respecto a la salud de Ana le habían caído al
62     30|          iban a acabar con la poca salud que le quedaba y a dejarle
63     30|         que cuidar el cuerpo, y la salud del cuerpo exige otra vez...
64     30|            ya tiene usted bastante salud para empezar a darse tormento
65     30|              Paso a paso volvía la salud a enseñorearse del cuerpo
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