Cap.

 1      1|        juguetes, imaginarse a los hombres como infusorios, ver pasar
 2      1|         lo que se quiera, aún hay hombres buenos, ánimos fuertes.
 3      4|           las que saben que a los hombres no les gustan las mujeres
 4      4|         un término medio, que los hombres mismos no saben cómo ha
 5      4|          los pueblos en la de los hombres. Ana soñó en adelante más
 6      4|          tuvo miedo de lo que los hombres opinaban de todas las acciones,
 7      4|       hablaba de relaciones entre hombres y mujeres, si de ellas nacía
 8      4|           del trato íntimo de los hombres, como se aparta del fuego
 9      4|          diez pasos. Eran de esos hombres que casi nunca han hablado
10      5|          todo en el trato con los hombres. Tú habrás notado que en
11      5|     aquelarre.~ ~ Lo que eran los hombres, y especialmente los indianos,
12      5|        cosa hombruna, un vicio de hombres vulgares, plebeyos. Si hubiera
13      5|         en berlina delante de los hombres, y a veces lo consiguieron.
14      5|      hermosura, pero como algunos hombres eminentes desvanecidos,
15      5|           Ni uno solo de aquellos hombres que quedaban allá abajo
16      5|       mucho menos, entre aquellos hombres que la admiraban de lejos,
17      5|           Trébol, pensar en otros hombres. Don Víctor era la muralla
18      6|     virtud: no trasnochaban. Eran hombres ocupados que tenían que
19      6| unanimidad. Allí se juzgaba a los hombres y los sucesos del día, pero
20      7|           misma! ¡Así a todos los hombres...!~ «¡Era Obdulia! ¡Obdulia!
21      8|           se decía nada más entre hombres, y habían de ser discretos.~ ~
22      8|        así. Y no es así. Sois los hombres los que habéis inventado
23      8|           para todo lo demás, los hombres.~ ~ Ana se excusó otra vez;
24      9|      tiene esa alegría. Entre los hombres acaso ninguno había de treinta
25      9|          que otros días; y en los hombres veía aire distinguido, ademanes
26      9|        iba juntando por parejas a hombres y mujeres según pasaban,
27      9|           hablaba Obdulia con los hombres; ¡pero ella, Ana!~ ~ Don
28     11|          falta de carácter de los hombres importantes. Y ¿por qué
29     11|    todavía:~ ~ «-¡Qué capricho de hombres!»~ ~ Y subiendo la escalera
30     12|      distinguir entre majaderos y hombres de talento.~ ~ -¡Oh, mi
31     12|           ni Mesía, ni Ronzal son hombres de fe, y menos de piedad
32     12|         habla a jurisconsultos, a hombres de ciencia, señor mío, y
33     12|         tenían la cabeza aquellos hombres que adoraban tales inmundicias?»~ ~
34     12|       tantos y tantos millones de hombres como viven en las tinieblas
35     13|       consideraba a los curas tan hombres como los demás».~ ~ -Por
36     13|         mundo. Ana hablaba de los hombres de mundo por lo que había
37     13|        todo Vetusta, pero con los hombres siempre habían sido poco
38     13|           fijan en ellos, y a los hombres siempre les gustan las buenas
39     13|          acierto, enseñando a los hombres dientes de perlas, inclinándose
40     13|          sobre todo, aquellos dos hombres mirándose así por ella,
41     13|           aquella lucha entre dos hombres distinguidos que comenzaba
42     14|          absurdo, que no parecían hombres, que había afeminamiento
43     15|      ayuda de un jornal. Aquellos hombres que salían de las cuevas
44     15|          llegar a la aldea cuatro hombres que conducían a hombros
45     16|    elegante, donde se reunían los hombres de mundo (en Vetusta el
46     16|         que eso es falso, que los hombres no andamos así... ¡Pero
47     18|        aparecido en el parque dos hombres, Mesía y Quintanar. Don
48     20|           Comte. Allí vio que los hombres se dividían en egoístas
49     20|        sus ministros». «Ellos son hombres como nosotros...» Los avanzados
50     20|     seguro de que los ojos de los hombres se irían tras ellas. Pues
51     23|       universal; amor a todos los hombres y a todas las criaturas...
52     24|           la etiqueta es para los hombres. Ellas van como quieren;
53     25|          pensar los libros de los hombres, no por eso perdona los
54     26|        para las ocasiones son los hombres...~ ~ -Ya lo , Mesía,
55     27|      carcajadas y chillidos a los hombres.~ ~ Así lo comprendió Joaquín,
56     27|         estaban pálidos. Eran dos hombres valientes de veras que se
57     28|          que era de otro ante los hombres... Ya lo sabía, sí; no exigía
58     29|         no ante Dios, no ante los hombres, ante ellos dos, ante él
59     29|  tranquilamente reposaba...! ¡Los hombres, los hombres eran los que
60     29|    reposaba...! ¡Los hombres, los hombres eran los que habían engendrado
61     29|      recitar una rendondilla. Los hombres honrados y cristianos no
62     30| envidiaban y despellejaban muchos hombres con alma como la de aquellas
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