Cap.

 1      1|           don Saturnino a misa de ocho; pero esta devoción, así
 2      1|            metálico, artificial. ¡Ocho días antes el Magistral
 3      5|          tronada que había estado ocho días en la Exposición de
 4      5|          ya se hablará en su día. Ocho años más adelante brillaba
 5      5|             La sobrina permaneció ocho días encerrada en su alcoba
 6      6|        dos pares en medio. De las ocho, la mitad están ocupadas.
 7      6|           por último, los del año ocho. En los cajones inferiores
 8      6|    noticias que leen repetidas en ocho o diez papeles. Así se alimentan
 9      6|           fondos. Lo han leído en ocho o diez fuentes distintas.
10      6|      quedaban allí más socios que ocho o diez trasnochadores jurados.
11      8|         querían hacer palacios de ocho pisos para ver desde las
12      8|        nada! Veía una media hasta ocho dedos más arriba del tobillo... ¡
13      9|    Vetusta, un grupo de pillos de ocho a doce años discutían la
14      9|           casadera que tiene para ocho días con una flor amorosa
15     10|                      X -~ ~ A las ocho en punto, la berlina de
16     10|      metido por los ojos. Y hacía ocho años y todavía pensaba en
17     12|    púlpito sonriente, como solía (ocho días antes se había desacreditado
18     12|        deben de ser de cuarenta y ocho horas!»~ ~ Las damas, aunque
19     14|         Pronto es mañana... A las ocho ya sabré yo... Sí lo sabré...,
20     15|      decir, ya era hoy; dentro de ocho horas la Regenta estaría
21     16|     Fermín, antes de comulgar, ni ocho días más tarde, cuando volvió
22     16|             Y fue.~ ~ Entró a las ocho y cuarto (la función comenzaba
23     16|           función comenzaba a las ocho) en el palco de los Vegallana
24     16|     descaminada, inútil. Aquellos ocho años vividos al lado de
25     16|            insustancial; aquellos ocho años de juventud sin amor,
26     16|         en que ya había profesado ocho años hacía..., y don Juan..., ¡
27     17|        sombra del patio:~ ~ -¡Las ocho menos cuarto! Y no llevan
28     17|               De modo que son las ocho menos diez?~ ~ -Sí, señor...~ ~
29     17|        tarde... Debía estar a las ocho en palacio... y van a dar
30     17|        palacio... y van a dar las ocho y media... No puedo detenerme...
31     18|         había adelantado un paso. Ocho días había estado sin conseguir
32     18|       habían quedado en tal cosa; ocho días faltaban para la próxima
33     18|         volviera loco.~ ~ Pasaron ocho días y a la hora señalada
34     19|               Somoza volvió a las ocho de la noche; a pesar de
35     19|     velado.~ ~ Somoza llegó a las ocho.~ ~ -¿Qué es?, ¿qué tiene?, ¿
36     21|         las manos y a una niña de ocho años que encontró de pie
37     21|          dura tabla, las niñas de ocho a diez años, anafroditas
38     21|       Magistral tenía para rumiar ocho días de felicidad inefable. «
39     22|           la mañana, a eso de las ocho, don Pompeyo Guimarán, que
40     22|           cadáver tibio.~ ~ A las ocho se sacó a Celestina de la «
41     23|       Aquella misma mañana, a las ocho, Ana, sola, pasaba por delante
42     25|        Víctor con esmero... A los ocho días comprendió que aquello
43     25|          había oído, a los diez y ocho años, en aquella misma iglesia,
44     26|          que aquello no era nada. Ocho días después propuso a la
45     26|        las siete hasta más de las ocho y media. Cuando salió, el
46     26|           la abnegación que hacía ocho días, en la iglesia, oyendo
47     26|    barbaridad. Va a estar en cama ocho días con los pies hechos
48     27|         huerta a esperarla. A las ocho tomaban juntos el chocolate
49     28|         Quién? ¡Qué Kempis ni qué ocho cuartos...! Voy a hacer
50     28|         hicieron unas paces rotas ocho días antes; hasta los viejos
51     29|         tren de Roca-Tajada a las ocho cincuenta para estar en
52     29|         estrépito horrísono a las ocho en punto. En un decir Jesús
53     29|          decía; no podían ser las ocho, ni siquiera las siete,
54     29|           que bien podían ser las ocho, se vistió deprisa, cogió
55     29|       señor, si en efecto son las ocho, no he visto día más oscuro
56     29| adelantado! ¿Pero quién? ¿Son las ocho menos cuarto o las siete
57     29|        luz no podía ser la de las ocho, eran las siete menos cuarto,
58     29|      infeliz!»~ ~ La catedral dio ocho campanadas. «¡Las ocho!
59     29|        dio ocho campanadas. «¡Las ocho! Ahora debía yo despertar...
60     30|          cenar y volvieron. A las ocho en todo el Casino no se
61     30|     Frígilis tenía que callar.~ ~ Ocho días había estado Ana entre
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