Cap.

 1      1|          la envidia de aquel pobre clérigo le servía para ver, como
 2      1|           cortés de España. No era clérigo, sino anfibio. En su traje
 3      1|        seria en que le tomaron por clérigo, se dejaba la barba, de
 4      1|            en París. Lo de parecer clérigo no era sino muy a su pesar.
 5      4|           discutían don Carlos, un clérigo de Loreto y varios aficionados
 6      4|            padre. No importaba, el clérigo tenía razón y eso bastaba;
 7     11|          abrumador; además, era un clérigo de mundo; recibía y devolvía
 8     11|            como ningún vetustense, clérigo o seglar, había sabido ir
 9     11|       parte de doña Ana, sintió el clérigo dulce piedad, y perdonó
10     12|         tenía enfrente.~ ~ Eran un clérigo que parecía seglar y un
11     12|            y un seglar que parecía clérigo; mal afeitados los dos,
12     12|           aldea; el alzacuello del clérigo era blanco y estaba manchado
13     12|           perjudicaría la fama del clérigo, gran elector, y muy buen
14     12|          ti! Date por perdido, mal clérigo...~ ~ -¿Pero yo qué he dicho,
15     12|           lo que resolvamos.~ ~ El clérigo quiso humillarse, pedir
16     12|        marcharse, sin ver a ningún clérigo ni seglar de los que esperaban
17     13|           Obdulia coquetear con el clérigo, y al pobre Bermúdez, enamorado
18     13| inteligente por gestos y mirada el clérigo, más correcto de facciones
19     13|            la memoria. Como un mal clérigo, que abusa del confesonario,
20     13|           que la mujer busca en el clérigo el placer secreto y la voluptuosidad
21     13|          la tentación, mientras el clérigo abusa, sin excepciones,
22     13|                    Oiga usted, mal clérigo! -exclamó Quintanar, que
23     13|            ampuloso, hierático del clérigo, que relucía al sol, cayendo
24     15|            transacción le costó al clérigo humillarse hasta el polvo,
25     15|          madre había deseado hacer clérigo. «-Pastor y vaquero ha de
26     15|           el hijo que había de ser clérigo. Era Fermín ya un mozalbete
27     17|          dulce amiga.~ ~ Estaba el clérigo pálido, le temblaba un poco
28     17|            señora.~ ~ El Chato, el clérigo que servía de esbirro a
29     17|             habla así -se decía el clérigo -, bendita sea tu boca!»~ ~
30     17|         guapo, robusto, aunque sea clérigo.~ ~ El Magistral, como equivocando
31     18|           mal! -había exclamado el clérigo desde la torre; conteniendo
32     18|      embrollo de números; y dama y clérigo se vieron solos en el salón
33     20|           la mansedumbre obliga al clérigo a no devolver las bofetadas,
34     21|         purísima intención, con un clérigo amigo suyo, consiguió apartarle
35     21|         ella lo arrojó al río y el clérigo dejó su pecado y murió después
36     21|           mal que aquella mujer al clérigo hechizado; sólo quise a
37     21|       mundo entero, su ambición de clérigo, las trampas sórdidas de
38     21|          había dejado en manos del clérigo.~ ~ Ella se puso seria,
39     22|            frecuentado, en los del clérigo de almíbar. Subieron, de
40     22|         Barinaga en compañía de un clérigo, el cura de la parroquia.
41     25|       púrpura inundó el rostro del clérigo. Primero había visto desvanecerse
42     25|      corrompía las conciencias, el clérigo era como los demás, el celibato
43     25|            treinta años... ¡y a un clérigo...! La vergüenza y algo
44     25|        allá lejos la silueta de un clérigo. Era alto; sus movimientos,
45     26|           sus experiencias. «Aquel clérigo no había tocado en la Regenta,
46     26|          Pas sentía que lo poco de clérigo que quedaba en su alma desaparecía.
47     27|       fuerza en cura de aldea o en clérigo liberal. El Magistral muy
48     27|          su miserable condición de clérigo.~ ~ -Pero..., don Fermín -
49     28|         mismo: «Probablemente este clérigo, malicioso como todos, estará
50     28|          qué asco!, ¡amores con un clérigo!»~ ~ Y ahora sí que la imagen
51     28|       encontraba abominable el del clérigo.~ ~ Y le faltó tiempo para
52     29|           y grosera de comparar al clérigo con el eunuco se le fue
53     29|           hundir en las carnes del clérigo loco.~ ~ Una voz lenta,
54     29|          Álvaro estaba en traje de clérigo también, pero con bigote
55     30|         tenía el derecho... Era un clérigo, un canónigo, un prebendado.
56     30|           idealismo fantástico del clérigo como una tórtola; recordaba
57     30|       enamorarse de él, porque era clérigo; pero mayor pecado era engañarle,
58     30|     vericuetos, y se transformó el clérigo en dos minutos en un montañés
59     30|          armonía con la pasión del clérigo. El Magistral le encontraba
60     30|          sociedad».~ ~ Para que el clérigo le dejase en paz y no le
61     30|            volvió a la realidad el clérigo, y como una máquina de echar
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