Cap.

 1      1|          postergado en la catedral vetustense. Pero otras veces, las más,
 2      1|       donde se amontonaba la plebe vetustense, demasiado pobre para poder
 3      1|        pariente de toda la nobleza vetustense, y en cuanto moría un aristócrata
 4      1|         ermitaño; el pintor era un vetustense del siglo diecisiete, sólo
 5      2|            y podía tenerse por tan vetustense como el primero. Muchos
 6      2|           treinta años. Ni un solo vetustense, aun contando a los librepensadores
 7      2|    Quintanar de la ilustre familia vetustense de los Ozores. En cuanto
 8      4|    implacables.~ ~ Toda la nobleza vetustense aprobaba la conducta de
 9      4|            por su hija. La nobleza vetustense opinó que muerto el perro
10      5|           resolución de la nobleza vetustense.~ ~ Ana estaba muchas horas
11      5|       tenía orgullosa a la nobleza vetustense. La verdad era que el tipo
12      7|   Presidente del Casino.~ ~ Ningún vetustense le parecía superior al hijo
13      8|          sus compañeros en nobleza vetustense, pero afectaba una llaneza
14      8|           que tributaba al Tenorio vetustense.~ ~ La Marquesa, viendo
15      9|         desprecian. Uno por uno el vetustense maldice de sus conciudadanos,
16      9|         mujer nunca había sido una vetustense. Las vetustenses tampoco
17      9|         sería prosa pura, una cosa vetustense, lo que ella más aborrecía...»~ ~
18     10|           víctima. La superstición vetustense respecto de la virtud de
19     10|        excursiones de la high life vetustense, y a la catedral cuando
20     11|            algo. Sagaz como ningún vetustense, clérigo o seglar, había
21     12|            notabilidad del púlpito vetustense predicaba en Santa María,
22     12|           rumbo» y él era el único vetustense que hacía visitas en coche
23     13|          leído algo así, pero ¿qué vetustense sabía hablar de aquel modo?
24     13|            de distinción y señorío vetustense que les eran ingénitos.
25     13|      reconocía entre todo el clero vetustense más superior que el Magistral,
26     13|            la monotonía de la vida vetustense, algo que interesaba, que
27     14|      ornamento de la antigua corte vetustense; por invierno de dos a cuatro
28     14|           es declarar que el clero vetustense, aunque famoso por su intransigencia
29     14|         nueva costumbre de la vida vetustense debíase en parte el gran
30     14|      gentuza, la miserable gentuza vetustense a murmurar de aquella amistad! ¡
31     16|           muertos. Al más filósofo vetustense se le ocurría que no somos
32     16|          lo que sentía a cualquier vetustense, la llamaría romántica;
33     16|          comprender, y que sólo un vetustense miserable, ruin y malicioso
34     16|         sobre todo de la estupidez vetustense que condenaba toda vida
35     16|       buena crianza. Era un axioma vetustense que al teatro había que
36     16|       demás. En opinión de la dama vetustense, en general, el arte dramático
37     16| inteligente y culto que el señorío vetustense.~ ~ Ana se sentía transportada
38     16|          de provecho, y el tenorio vetustense procuró ponerse en la cuerda
39     18|         vacas y cerdos la suya; el vetustense tenía la envidia, su oidium,
40     20|     entrado por la mina?» El dandy vetustense sudaba de congoja recordando
41     21|        flor y nata de la hermosura vetustense algunas de ellas, casi todas
42     22|       perspicacia! ¡Oh, el ingenio vetustense!»~ ~ El Magistral fue aquel
43     23|    populares clásicos en la tierra vetustense y los que el capricho del
44     23|            santidad del Crisóstomo vetustense.~ ~ Por poco tiempo consiguieron
45     24|          flor y nata de la nobleza vetustense con sus paniaguados y amigos
46     24|           las reglas del buen tono vetustense», decía el Marqués al barón,
47     24|    perfumada, le dejó ver al gallo vetustense que el Magistral no era
48     25|          bote en bote. No cabía un vetustense más.~ ~ Los jóvenes laicos
49     26|          juventud dorada del clero vetustense, todos aquellos «licenciados
50     26|            los ojos.~ ~ Ni un solo vetustense allí presente pensaba en
51     27|           yo soy a estas horas más vetustense que otra cosa, y otro poeta
52     27|           alma se alegró de lo muy vetustense que era aquel aragonés.~ ~
53     29|            dejaba libre al Tenorio vetustense gozando de aquellos amores
54     29|          del amor con que el gallo vetustense ya no podía ser manirroto:
55     29|          los Ozores por el Tenorio vetustense, don Fermín giró sobre los
56     30|           quiero como tu miserable vetustense y el aragonés no te pueden
57     30|          contrario Frígilis, único vetustense que asistió al lance.~ ~
58     30|   guarnición menos Frígilis, único vetustense que presenció el lance.
59     30|            la cobardía del Tenorio vetustense.~ ~ Recordando todo esto,
60     30|   Eucaliptus globulus en la región vetustense.~ ~ Durante la enfermedad
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