Cap.

 1      1|         solían decir: «tiemblan mis cimientos y mis almenas
 2      1|        tiemblan mis cimientos y mis almenas tiemblan»; y tal
 3      3|         existencia es aparente; mis días están ocupados por
 4      3|       Dios que llegado el caso, mis atrocidades serían dignas
 5      6|         soy muy inglés en todas mis cosas -decía con énfasis -,
 6      7|        que mi mujer no llegue a mis brazos hecha una vieja? ¿
 7      8|    seguía pensando: «Buenas son mis nenas; si alguno se propasa,
 8      8|         está ella... para echar mis cuentas.~ ~ -Ella no está
 9     10|        enojo,~ ~ ~ ~mostrando a mis sucesores~ ~ ~ ~la nobleza
10     11|     Hizo un cuerno! Me hicieron mis méritos, mis trabajos, mis... ¡
11     11|        Me hicieron mis méritos, mis trabajos, mis... ¡seor ciruelo!~ ~ -
12     11|      mis méritos, mis trabajos, mis... ¡seor ciruelo!~ ~ -Déjese
13     11|       el interés del depósito? ¿Mis rentas proceden de los cristianos
14     11|   merezco por mi cabeza, no por mis arcas. ¿No quedábamos en
15     11|   azúcar, el alimento que doy a mis prisioneros, de acíbar...;
16     11|     dice el mundo, lo que dicen mis detractores».~ ~ Como el
17     12|     dieciséis años las hijas de mis primos no ven el mundo.
18     12|            Gracias que no llevo mis pájaros a la catedral para
19     13|    atreviera..., sus ideas.~ ~ -Mis ideas son otra cosa. El
20     13|         de pobretes, pero todos mis convidados quedan contentos
21     13|        también está pensando en mis rodillas y en mis codos,
22     13|   pensando en mis rodillas y en mis codos, pero no es tiempo
23     16|  pudiera subir, y se arrojara a mis pies, en este instante me
24     17|        de usted hace murmurar a mis enemigos, que son muchos
25     17|        al cielo -. El número de mis enemigos es infinito como
26     17|   encogió los hombros.~ ~ -Pero mis semillas, mis semillas, ¿
27     17|              Pero mis semillas, mis semillas, ¿quién me las
28     19|         No, señor, no puedo. En mis ratos de ocio he leído libros
29     19|          ya que usted desprecia mis colecciones... Anselmo,
30     20|     Dios?~ ~ -¡Sí, señor mío!, ¡mis principios son fijos!, ¡
31     20|        de Vegallana, respetaban mis opiniones, como yo las suyas.
32     20|       salvaje en el martirio de mis sentidos, que tocaban su
33     20|    usted se propone es insultar mis canas, y mi consecuencia...~ ~ -
34     21|      amigo mío por algo más que mis penas; lloro de amor, llena
35     21|        alma penetra, pero... ¿y mis hermanos? La caridad exige
36     23|   santos yo te he engendrado de mis entrañas desde antes del
37     23|        pies de usted a contarle mis secretos más hondos... No
38     25|       su vida no se oscurezca a mis ojos, que Dios me acaricie
39     25|        mi mujer..., la mujer de mis entrañas... ¡Y quedaba allá
40     25| siguiente. «Todo, todo, obra de mis manos».~ ~ La Regenta olvidó
41     25|       influencia de Mesía sobre mis sentidos; pero de no amar
42     25|      combatiendo esta pasión de mis sentidos, que seguirá siendo
43     26|    quiero volver al redil... de mis mayores... pero ha de ser
44     27|          sin querer me vuelvo a mis versos...~ ~ -¿Y qué?, mejor,
45     27|      que soy demasiado breve en mis explicaciones. Ya le tengo
46     27|       en hacerlo, en desmenuzar mis ideas, me da la aprensión
47     27|    repetir oraciones...! Que en mis cartas no hablo más que
48     27|        le gusta que yo hable de mis miedos de volverme loca...
49     27|      del que creía ofendido por mis pensamientos y desaires.
50     27|         traqueteo tan grande de mis pobres huesos... ¡La Almunia...!, ¡
51     27|         que siento circular por mis venas. La cabeza está firme;
52     27|        escritos en que reconocí mis garabatos de niña..., y
53     28|   siempre he sido afortunado en mis tentativas amorosas; pocas
54     28|      ser audaz han tomado a mal mis demasías..., pero debo decirlo
55     28|      que sea, la mayor parte de mis aventuras se han quedado
56     28|       lo veo; pero no lo tengo. Mis pasiones son fuegos fatuos;
57     29|       la pobrecita coincide con mis gustos en todo. Por aquí,
58     30|        has dicho que no quieres mis filosofías. Ello es que
59     30|     quería, allá en el fondo de mis entrañas, sin saberlo, como
60     30|   perdono y si la tuviera entre mis manos, al alcance de ellas
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