Cap.

 1      1|      toda la diócesis. Él era el amo del amo. Tenía al Obispo
 2      1|      diócesis. Él era el amo del amo. Tenía al Obispo en una
 3      3|        impertinente en los de su amo y no quiso reconocerle.
 4      3|         destierro, muy lejos del amo. Traerlos cerca estando
 5      4|        parte de las rentas de su amo, cada vez más flacas, pues
 6      4|        trató al fin como un buen amo, suave y contento. Fuera
 7      8|        dormía Pedro, y dormía el amo, y nadie pensaba en comer,
 8     10|               Si debía...~ ~ -Al amo no hay que ocultarle nunca
 9     11|        para la Iglesia, y él, el amo espiritual de la provincia,
10     11|     puerta de la alcoba, dijo el amo sonriente como la criada:~ ~ -
11     11|   fijaron sin miedo en los de su amo.~ ~ -¿No dice a qué viene?~ ~ -
12     11|        que necesitaba siempre un amo y cuando no lo tenía se
13     13|      yema de huevo; más atrás el amo de aquellos bosques, del
14     13|        sirvió la sopa. Cuando el amo de la casa volvió a su asiento,
15     15|    Teresina quedó a solas con su amo y mientras le servía agua
16     15|            Chito, Nay, que es el amo!~ ~ Paula fue el tirano
17     15|      novio: «Ahora se lo digo al amo y tú, cuando él te llame,
18     15|         convenía a Paula como un amo santo. Al año de servir
19     15|          de entregar la llave al amo de la casa. Cerró de un
20     16|         ahora ridícula, de verse amo indiscutible de la diócesis.
21     16|         que se duerme... Vino el amo a las dos.~ ~ -Y yo he hablado
22     16|          Llamaba la señora... al amo.~ ~ -¿Al amo?~ ~ -Sí...,
23     16|        señora... al amo.~ ~ -¿Al amo?~ ~ -Sí..., sí, señora...
24     17|       puerta del zaguán y que el amo subía. Corrió Petra a su
25     17|             Es mi macho...! Y tu amo que decía... que su canario...,
26     18|       honor de hombre enérgico y amo de su casa, permitiéndose
27     19| problemas que más preocupaban al amo de la casa era el de la
28     20|        en el despacho. Estaba el amo de la casa en mangas de
29     21|       Notó que estorbaba allí el amo de la casa, pero nada más.~ ~
30     21|       misteriosa de las pupilas. Amo y criada estaban contentos.
31     21|     Teresa acercaba el rostro al amo, separando el cuerpo de
32     22|            No ve usted que es el amo del cotarro, el presidente
33     22|     frasco del aguardiente, y el amo de la casa desaparecía.~ ~
34     22|      visitas como si él fuera el amo de casa; Celestina tenía
35     24|        esto... dice que él no es amo de su casa, que se la gobiernan
36     24|          el Magistral es aquí el amo..., entonces no tengo que
37     25|     menos lo peor».~ ~ -Yo no le amo -fue lo primero que pudo
38     25|       horrísono. «Allí era él el amo; prueba de ello que su mujer
39     26|        como un cetro. «Él era el amo de todo aquello. Él, a pesar
40     27|         de Vetusta? -preguntó el amo.~ ~ -Sí, señor, hace una
41     27|         tan bruto...~ ~ Salió el amo del comedor.~ ~ Petra dijo,
42     27|      otro tiempo, pero ahora! Yo amo la patria, es claro, soy
43     29|  hojarasca.~ ~ A los postres, el amo de la casa se quedó pensativo.
44     29|       sea más que una amenaza al amo...~ ~ Ana se ruborizó. Todo
45     29|      honra y tal vez la vida del amo, pendiente de un hilo que
46     29|     administración de bienes del amo, casada con un buen mozo,
47     29|      quedaba después de salir el amo, etc., etc.~ ~ Petra prometió
48     29|   sangrientamente del idiota del amo y del indino del canónigo.
49     29|        encargada de despertar al amo, porque Anselmo se dormía
50     29|        no siempre despertaban al amo ni a la doncella, de que
51     29|          fonda, pero allí era él amo y se crearía la vacante.
52     29|       servirle a él, servir a su amo, servir a Dios, que al fin
53     29|       creído. El mejor amigo del amo, aquel don Álvaro que de
54     29|      silencio a la vergüenza del amo; remediarlo no puedo, pero
55     29|          manda allí... porque el amo está ciego, ve por sus ojos;
56     29|       obedecían mal a la voz del amo.~ ~ Después de comer los
57     30|        pasillos del caserón a su amo, a quien seguía el Magistral.~ ~ «
58     30|         solas... -y se volvió el amo de la casa al decir esto.~ ~ -
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