Cap.

 1      3|            sabía qué pozo negro su pensamiento, atendió a lo que leía.
 2      3|      parajes por donde anduvo», su pensamiento volvió de repente a los
 3      3|          quedó extasiado. Si algún pensamiento impuro manchara acaso su
 4      4|          tiempo a aquella parte su pensamiento, sin que ella quisiese,
 5      4|            escribir dejó hablar al pensamiento.~ ~ Cuando el lápiz trazó
 6      4|   apasionado.~ ~ Cuando todavía el pensamiento seguía dictando a borbotones,
 7      5|            actividad indomable del pensamiento a molestarla; pero poco
 8      5|       preocupaban más que todo; su pensamiento principal era librar a sus
 9      9|        molino aquella mujer?» Este pensamiento baladí, obsesión estúpida
10     10|         Aquel continuo estudiar su pensamiento, acecharse a sí misma, acusarse,
11     10|          la voluntad, como las del pensamiento que iba y venía, sin saber
12     10|       aparece como un conjuro a su pensamiento; que llama desde la sombra;
13     11|            no obedecía y dejaba al pensamiento entretenerse con los recuerdos
14     11|           faena doméstica, pero su pensamiento estaba muy lejos. En uno
15     11|         valía tanto como elevar el pensamiento a las regiones celestes.~ ~ -
16     11|           detractores».~ ~ Como el pensamiento le llevaba muy lejos, el
17     12|            entonces a solas con su pensamiento, dejó que le subiera al
18     15|         claros y fríos fijos en un pensamiento que debía de ver ella en
19     16|           cuentas; y formulando su pensamiento en periodos completos dentro
20     16|              frase simbólica en el pensamiento de Mesía), y con todo no
21     16|           Ahora se creía infiel de pensamiento, pero, ¡cosa más rara!,
22     19|      querer Ana seguía entonces el pensamiento de su esposo, y contra su
23     19|         sola! Pues ¿y Dios?»~ ~ El pensamiento de Dios fue entonces como
24     19|     Iglesia, porque siempre que su pensamiento se había rebelado, ella
25     20|       filosofía, nada de elevar el pensamiento a las regiones de lo ideal.
26     20|         alcohol, con nieblas en el pensamiento y en los ojos. Su pie vacilaba;
27     20|           logrado; la libertad del pensamiento vuelve a brillar en el Casino...
28     20|            santa de la libertad de pensamiento, y prometería en nombre
29     21|           querida amiga. Volvió su pensamiento a la Regenta, y aquel vago
30     21|  Despertaba sonriendo a la luz. Su pensamiento primero, sin falta, era
31     21|         Procuraba apartar de él su pensamiento, con la conciencia de que
32     21|          ráfaga de aire fresco. Su pensamiento quería elevarse, volar al
33     21|            le derretía las alas al pensamiento y caía en la tierra, que
34     22|            en cuanto mandaba en su pensamiento, lo apartaba de las imágenes
35     23|        nervios de la Regenta... Su pensamiento al remontarse se extraviaba
36     23|            rebelde, la pecadora de pensamiento, gritaba desde el fondo
37     25|          el alma de la Regenta, su pensamiento; después pensó en aquella
38     25|         ocultar lo más hondo de su pensamiento. «Al fin aquello no era
39     25|          de Ana encontraba en este pensamiento un consuelo dulce si no
40     25| insignificante, que no distraía el pensamiento ni media hora? Don Víctor
41     25|      segura de sí misma, volvió su pensamiento a la Madre Dolorosa y se
42     26|           éste, sin poder traer su pensamiento a la realidad presente,
43     26|         sin vergüenza». Ni un solo pensamiento de piedad vino en su ayuda
44     26|        ayuda en todo el camino. El pensamiento no le daba más que vinagre
45     27|          como una nubecilla por el pensamiento de Ana, que sintió un poco
46     27|      Magnífica estatua... original pensamiento... oye: «La Aurora suplica
47     27|         todos los pormenores de mi pensamiento. No ya el hacerlo, sólo
48     27|           la duda de las leyes del pensamiento y de la palabra, y por último
49     27|          mañana siguiente con este pensamiento: «Voy al Vivero a hacer
50     29|          por amor, por arrojar del pensamiento de su Ana todo escrúpulo,
51     29|            sí mismo, trajeron a su pensamiento ideas más naturales y oportunas
52     29|           no sabría nada».~ ~ Este pensamiento le avergonzó. En su cerebro
53     29|        aquello la abdicación de su pensamiento, de toda iniciativa.~ ~ -
54     30|        soportar ese tejemaneje del pensamiento. No las tiene usted. Olvido,
55     30|         nada; huir del dolor y del pensamiento. Pero aquella piedad mecánica,
56     30|         íntimo de su deseo y de su pensamiento, ella misma?» Ana pidió
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