Cap.

 1      1|       canónigo movía con un ritmo de pasos y suave contoneo iba tomando
 2      3|              el cordón... llamó. Oyó pasos precipitados. Al mismo tiempo
 3      3|           con una bala a veinticinco pasos, mataba un mosquito a treinta
 4      4|            para discutir a cada diez pasos. Eran de esos hombres que
 5      6|         rincón. Aunque estaban a dos pasos de ellos, rara vez se mezclaban
 6      7|        seguía, como sus miradas, sus pasos, interpretaba sus sonrisas,
 7      7|     emociones.~ ~ Anduvieron algunos pasos en silencio.~ ~ -¿Qué has
 8      8|             desconocido, contaba los pasos, aunque hubiese medidas
 9      8|            del Gobierno. Contaba los pasos y los millares los señalaba
10      8|             sintió ruido de sillas y pasos apagados en la alfombra.
11      9|              sin pararse a cada tres pasos. Costureras, chalequeras,
12      9|         farol aquí, otro a cincuenta pasos (si no hace luna; en las
13     10|             Siguió; dio tres, cuatro pasos más sin resolverse a volver
14     10|        grande que tenía; y ya a diez pasos de la verja volvió atrás
15     12|            hasta no verlos a los dos pasos. Primero era su mal humor.
16     14| inmediaciones se respetaron, a pocos pasos comenzaba el ruido, el movimiento
17     15|             castaños y acacias, cien pasos más abajo de la iglesia.
18     15|          como Teresa ahora, a cuatro pasos del Magistral.~ ~ Este matrimonio
19     15|         almacén donde retumbaban los pasos como bajo una bóveda, y
20     17|         miserables que nos sigan los pasos...~ ~ A la Regenta aquello
21     17|            llegan por muy diferentes pasos. Dispénseme si hablo con
22     17|       curiosidad, aventuraba algunos pasos de puntillas hacia la glorieta,
23     18|        recorría el comedor a grandes pasos, hundida la cabeza en el
24     19|            de arriba abajo a grandes pasos, que tenían por el furor
25     19|            demás beatas en todos sus pasos, y aunque sin gusto, entró
26     20|          tenía además que seguir los pasos a su hijo.~ ~ El Chato había
27     20|            las nubes de Oriente. Los pasos de los trasnochadores retumbaban
28     21|       directamente; me faltan muchos pasos, muchas moradas. Ya llegaré
29     22|             pobre estancia a grandes pasos, haciendo crujir la madera
30     22|       Magistral se paseaba a grandes pasos, con las manos a la espalda,
31     22|               A su espalda, a veinte pasos tenía la tapia fúnebre.
32     23|          aquella reja; ¡si daba tres pasos podía tocarla a ella!» El
33     23|           separado discretamente dos pasos. Al ver al Provisor escapar
34     25|           una capilla escondida; los pasos de un monaguillo irreverente
35     26|              entero pendiente de los pasos, de los movimientos, del
36     26|        multitud silenciosa, aquellos pasos sin ruido, aquellos rostros
37     27|              de esas palomas, en sus pasos cortos, en el sacudir de
38     28|              uno tras otro, a veinte pasos de distancia, corrían por
39     28|           lengua colgando y a veinte pasos otra vez.~ ~ El Magistral
40     28|              está allí, a los cuatro pasos... En casa de Chinto estaban
41     28|         Cuando Quintanar refirió los pasos imprudentes del Magistral,
42     29|             caer desplomado, dio dos pasos inciertos y llegó al balcón
43     29|          abrían con cautela; dio dos pasos más entre los troncos que
44     29|          señales de su deshonra, los pasos de la traición; aquella
45     29|              desprecio...»~ ~ Sintió pasos sobre la arena, levantó
46     30|   amarillento de cirios lejanos; los pasos y las voces sonaban apagados,
47     30|         paseado pisando con ira, con pasos largos, como si quisiera
48     30|          vela, se propuso espiar los pasos de su hijo, que continuaba
49     30|        cuanto fuera de día daría sus pasos, mandaría dos padrinos a
50     30|             Atención general.) A dos pasos de distancia (se coloca,
51     30|              se coloca, midiendo dos pasos largos, enfrente de don
52     30|        hiriese a él tirando a veinte pasos; tendría que ser por una
53     30|            para medir más de treinta pasos. Las últimas condiciones
54     30|              eran éstas: veinticinco pasos, pudiendo avanzar cinco
55     30|                   Mesía avanzó cinco pasos y apuntó. En aquel instante
56     30|             cómo se encontraba a dos pasos del confesonario de aquel
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License