Cap.

 1      1|     bondad estereotipada en los labios. Tenía razón el delantero.
 2      1| Magistral sentía y pensaba. Los labios largos y delgados, finos,
 3      1|         asegurarse que aquellos labios guardaban como un tesoro
 4      1|       veía, con amargura en los labios, estos despojos de que le
 5      1|         petrificada en aquellos labios finos y en aquellos pómulos
 6      1|       propósito de agradar, los labios iban de oreja a oreja. No
 7      2|       en los ojos y agua en los labios. La mayoría del cabildo
 8      2|         la envidia manar de sus labios! Después de haber tropezado
 9      2|        por las comisuras de los labios.~ ~ -Puede ser -contestó
10      2|         Glocester se mordió los labios; saludó con el torcido tronco,
11      3|       la cabeza, recibió en los labios el beso. Don Víctor se puso
12      5|       hubieran escandalizado en labios ajenos. La conversación
13      5|      dulces alabanzas de tantos labios condensadas en una sola,
14      6|        sonrisa maliciosa en los labios.~ ~ -Lo que yo decía, señorito...
15      7|              Puf! -hizo con los labios Paco.~ ~ -¿Lo dudas?~ ~ -
16      8|   entendía. Y solía limpiar los labios con el pañuelo después de
17      8|        acababa de tocar con sus labios de rubí (este rubí es del
18      8|         Visita; no salían a sus labios sino al hablar con Álvaro,
19      8|         éstas? -preguntaron los labios y la lengua de placas de
20      9|     humedecer con la lengua los labios. Lo vio Mesía que adoraba
21     11|   plácida para el alma?» En los labios del Magistral asomó una
22     11|        dulce y candorosa en los labios.~ ~ El Magistral la reconoció.
23     11|         nombre de Mesía. En los labios le retozaba esta pregunta:~ ~ «¿
24     12|         la religión esté en los labios, no basta que se respete
25     12|      salía a duras penas de los labios. Notó la buena señora que
26     12|        santa. La caridad en sus labios era la necesidad suprema,
27     13|        con el gesto que con los labios.~ ~ Y su esposo contestó
28     13| tentación que salía de aquellos labios más seductores cuanto menos
29     14|      tentaciones de aplicar sus labios al tubo de hierro que apretaba
30     14|         se dijo mordiéndose los labios -. Pero yo ¿qué hago aquí? ¿
31     16|      mejillas, asperezas en los labios. «Él dirá lo que quiera,
32     16|        ver en los ojos y en los labios de Ana, dulce, franca y
33     16|        pasaba la lengua por los labios. Y como si al caballo le
34     16|         lucientes los ojos, los labios hechos fuego, las manos
35     16|        pasaba la lengua por los labios secos. La carta de don Juan
36     16|         mil y mil veces por sus labios viscosos como vientre de
37     17|             Petra se mordió los labios y dio media vuelta murmurando:~ ~ -¡
38     18|    insignificante, boca grande, labios pálidos y gruesos. Era alta,
39     19|        no parecían tener en los labios finos, suaves, llenos de
40     19|    describía, y temblaba en sus labios el agradecimiento con que
41     20|    caliente y amarillo puso los labios, mientras los ojos, rebosando
42     21|    saltaba por ojos, mejillas y labios. «Aquello era vivir; lo
43     21|    arrugado se le asomaba a los labios todavía. En las siguientes
44     21|       la mesa; abría la boca de labios finos y muy rojos, con gesto
45     25|      que Ana oprimía contra los labios de su buen amigo, de su
46     26|        la viuda, lamiéndose los labios, invadida de una envidia
47     27|       hierro vibrando entre sus labios, los aires del país monótonos
48     27|        sonrisa amarga entre los labios. «¡Ironías de la suerte!
49     28|      Álvaro no había puesto sus labios en aquella piel con cuyo
50     30|  ponerle la frente cerca de los labios para que la besara... Y
51     30|       de agua y se limpiaba los labios pálidos y estrechos, sentía
52     30|       del alma al compás de sus labios que también lo decían sonriendo;
53     30|       la carne de la orgía, los labios que pasaron por todas las
54     30|        somos iguales».~ ~ Y sus labios decían:~ ~ -¡Pobre Ana! ¡
55     30|         Jesús de talla, con los labios pálidos entreabiertos y
56     30|        la Regenta y le besó los labios.~ ~ Ana volvió a la vida
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