Cap.

 1      7|      París, y hasta en Madrid, se ama a las señoras casadas sin
 2      7|          un estudiante tímido que ama platónicamente. Había mujeres
 3      8|         cual a su asunto. Como el ama de la casa autorizaba sobradamente
 4      9|        que no le comprometían. El ama era muy callada, muy cavilosa;
 5      9|           llegaba el capricho del ama. Otras habían empezado así.~ ~
 6      9|               Por ahí no -dijo el ama -. Por aquí; vamos hacia
 7      9|    confianza al verse sola con su ama, en medio de los prados,
 8      9|      enamorado de la doncella; el ama lo sabía. Petra pensaba
 9      9|            qué humana!~ ~ Dejaron ama y criada por fin el boulevard
10      9|      Álvaro.~ ~ Petra notó que su ama temblaba un poco y palidecía.~ ~ -¿
11     10|          y salió muchas veces. El ama no la veía siquiera, miraba,
12     10|           arrancar el brazo de su ama de aquella trampa en que
13     10|         señora.~ ~ Ni Petra ni su ama conocían el uso de aquel
14     10|           disimulada cólera de su ama.~ ~ -¿Quiere usted que traiga
15     11|      señorito. Así le nombraba el ama delante de los criados y
16     12|       había servido en calidad de ama de llaves a Camoirán, a
17     12|           Pero, señor -gritaba el ama de llaves, doña Úrsula,
18     13|    avinagrados en que ayudaban al ama de la casa. Ripamilán, mientras
19     15|        estaba en el aparador y el ama se levantaba y lo traía
20     15|      hacerse cura. Pero podía ser ama como la señora Rita». Comenzó
21     15|    ciernes. En una enfermedad del ama, el párroco pidió a Raíces
22     15|       gestos que por palabras, el ama contestó con un gruñido,
23     15|           del cura, quien dotó al ama con buenas peluconas. Francisco
24     15|        proyecto de casarse con el ama del cura. Así se lo juró
25     15| Matalerejo, Paula fue a servir de ama de llaves al cura de la
26     15|       Imagen. Su fama de perfecta ama de cura corrió por toda
27     15|     traiciones. Le propusieron un ama de llaves y la aceptó, sin
28     15|       poca; lo que podía sisar al ama. Era el canónigo incapaz
29     15|         que ejerció en su vida el ama de llaves. Lo aprovechó
30     15|         se le buscó al Obispo una ama de llaves y Paula siguió
31     15|          oyó la proposición de su ama con aire socarrón. Creía
32     15|         que otros miran mucho. El ama, al proponerle el matrimonio,
33     15|           secreto que había entre ama y esclavo; la única mala
34     15|      satisfecho con el engaño del ama que había sido en su provecho,
35     15|        baja que la mesa en que el ama repasaba los libros. Parecía
36     16|       poner sobre el regazo de su ama; no eran fúnebres lamentos,
37     16|         se pintó en el rostro del ama, añadió:~ ~ -De parte del
38     16|        los motivos que alegaba su ama para ocultar la devoción,
39     17|      adelantarse a los deseos del ama y de su amigo don Fermín. «¿
40     17|           si le preguntaba por el ama.~ ~ -Bien; vete.~ ~ Y don
41     17|         Qué quieres? -preguntó el ama, que se estaba embozando
42     17|           con un mantón viejo del ama. Parecía la aurora de las
43     18|    cocineras preferían agradar al ama, porque allí veían una voluntad
44     20|          lugarteniente Úrsula, el ama de llaves del Obispo, tenía
45     21|           señorito; nada decía al ama de las cartas que a don
46     21|   desorientada. La conducta de su ama le parecía propia de una
47     21|         montañas. Teresina era el ama de casa. Alegre todo el
48     23|        por donde había entrado el ama de la casa.~ ~ Miró el Gran
49     29|      criada sin que lo supiera el ama. ¿No era Petra muy tentada
50     29|        por burlarse a su modo del ama, a quien aborrecía «por
51     29|     después de haber querido a su ama. Caprichos así había visto
52     29|         propios deseos; hundir al ama, tenerla en un puño, y burlarse
53     29|           clavar en el alma de su ama, de la orgullosa señorona,
54     30|     alguna amiga lo de su antigua ama. «¿Que por qué había dejado
55     30|    Frígilis, Anselmo entregó a su ama una carta en que don Álvaro
56     30|          tal vez tenían cariño al ama, pero eran incapaces de
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License