Cap.

 1      1|     intención lúbrica y cínica a su mirada, como una meretriz de calleja,
 2      1|          suavidad resbaladiza en la mirada y una bondad estereotipada
 3      1|         almohada de plumas. Aquella mirada la resistían pocos; a unos
 4      1|          veía en sus esperanzas. La mirada de éste fue en seguida,
 5      1|               Éste fulminó terrible mirada de reprensión conyugal y
 6      1|          mano del Provisor, pero la mirada del marido la contuvo otra
 7      1|          después miró a Obdulia con mirada seria, penetrante, como
 8      3|             hojas. Dejó de leer. Su mirada estaba fija en unas palabras
 9      3|            de desafío, sin bajar la mirada; «le conocía bien; era muy
10      3|            a raya helándole con una mirada... Y pensando en convertir
11      5|             de amor tal vez, alguna mirada de algún desconocido en
12      7|            del proscenio clavaba la mirada en el elegante Mesía, aquel
13      8|           Todos la siguieron con la mirada hasta que dobló la esquina.
14      9|           su atrevimiento de alguna mirada insistente, pegajosa, y
15      9|        vuelo de la lavandera con la mirada mientras pudo. «Estos animalitos -
16      9|           pero ella desafió aquella mirada de inquisidor. Su primo
17      9|          teatro y notó en la primer mirada que no era ya la mujer distraída
18      9|              le había desanimado la mirada plácida, franca, tranquila
19     11|            siguió impaciente con la mirada, algo fruncido el entrecejo,
20     11|            el umbral, seria, con la mirada en el suelo, con la expresión
21     11|          rostro excavaciones con la mirada, como quien anda a minas;
22     12|           al católico auditorio. Su mirada escudriñó los rincones de
23     12|             salón reprendió con una mirada como un rayo.~ ~ El Obispo
24     12|          aquello?», quería decir la mirada del Magistral, que saludó
25     13|            inteligente por gestos y mirada el clérigo, más correcto
26     13|                  En el gesto, en la mirada de la Regenta podía ver
27     13|          que sintió el choque de la mirada y la resistió con la suya,
28     13|         ojos de don Álvaro; fue una mirada que se convirtió, al chocar,
29     13|          chocar, en un desafío; una mirada de esas que dan bofetadas;
30     13|        quien Ana había dirigido una mirada animadora y suplicante,
31     13|             mancharse la levita. La mirada de Ana le hizo saltar a
32     14|             a paso largo. Su última mirada fue para la lontananza del
33     15|             Teresina, grave, con la mirada en el suelo, entró con el
34     15|            amorosas de Fausto en la mirada casta y pura de Margarita;
35     15|        oscuridad, los siguió con la mirada, sin alentar, olvidado del
36     16|           delicia de anegarse en su mirada, y no trató de ocultar el
37     16| acostumbrada muchos años hacía a la mirada curiosa, insistente y fría
38     17|           con una pausa larga y una mirada profunda y triste a la bóveda
39     17|         silencio de don Fermín y su mirada a las estrellas indicaron
40     17|                 Nueva sonrisa y una mirada sostenida, de las pocas
41     17|               El Magistral, con una mirada sola, comprendió que su
42     22|         Magistral con un tono y una mirada que parecían navajas de
43     22|       tienda abandonada echaban una mirada a los desiertos estantes
44     23|        Magistral no sonrió, pero su mirada fue intensa; duró muy poco,
45     24|                 Bermúdez sostuvo la mirada de la ilustre dama y olvidó
46     25|      torcida del Arcediano. Aquella mirada quería decir «venciste,
47     25|          cuentos de Edgar Poe... Su mirada fue insolente, provocativa.
48     25|      bofetada». Pero el saludo y la mirada de Mesía quisieron decir: «
49     26|             muerta como él. Fija la mirada de idiota en las piedras
50     26|            sintió el topetazo de su mirada con la de don Álvaro; el
51     26|            pálido pasó a lívido. La mirada del Magistral fue altanera,
52     29|            pensativo. Seguía con la mirada disimuladamente las idas
53     29|          acarició a su hijo con una mirada de compasión de madre.~ ~ -
54     30|          pálidos entreabiertos y la mirada de cristal fija, parecía
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