Cap.

 1      1|             brota en las mejillas al calor de palabras de amor o de
 2      1|       confesonario lleno todavía del calor y el olor de don Custodio.~ ~
 3      3|          nostalgia de blandura y del calor de su sueño, así, con parecida
 4      3|              ni quería calentarse al calor de su casa incendiada; pero
 5      3|             de la esgrima, y con tal calor lo tomó, y tal disposición
 6      5|        mañana, rebozada con el dulce calor de las sábanas.~ ~ Uno a
 7      6|             llevaba guantes, hiciera calor o frío, fuesen oportunos
 8      8|              pareja de aturdidos. El calor del fogón, las bromas y
 9      8|             los habían hermoseado el calor de la cocina y la animación
10      9|              se ha ido a buscar luz, calor, espacio. ¡Feliz él! Cansarse ¡
11      9|              de un hombre. Sintió un calor dulce y un contacto pegajoso.
12     11|             entonces espontánea, con calor, como si el infalible fuera
13     12|        comiendo la humedad; necesita calor y no lo tiene; luz y allí
14     12|            una Carraspique.~ ~ Aquel calor con que defendía los intereses
15     12|          artículo de fe, hablaba con calor, con entusiasmo. Entonces,
16     13|              hombro (y eso que hacía calor), pensó esta frase: «¡Esta
17     13|               que tenía en la voz un calor suave y en las letras silbantes
18     13|         agradecimiento dulcísimo, un calor en las entrañas completamente
19     14|              soplar, me quitará este calor, este aturdimiento, esta
20     15|            se reñía, se discutía con calor, pero sin ira. Los recuerdos
21     15|     parroquiano. Era rumboso y en el calor de la amistad improvisada
22     16|            aquellos halagos de luz y calor y se abrigan y buscan su
23     16|           frío a una región de luz y calor que bañaban y penetraban
24     16|         amables, llenas de vida y de calor.~ ~ Cuando descubrió en
25     17|            amigo nueva fuerza con el calor de sus poéticas ideas.~ ~ «
26     17|       coloradilla..., debes de tener calor...~ ~ -Salga usted, salga
27     18|          majestuosos chirridos. A su calor no se contaban antiguas
28     18|            altar mayor, sintiendo el calor de los cirios, viendo cuanto
29     18|          baladí, tomando con todo el calor natural lo más mezquino
30     19|              con fuerte impulso, con calor del alma, serias, profundas,
31     19|              como un alimento, daban calor, fuerza al ánimo, y, sin
32     19|        soslayo; que con ser poco tal calor era la más viva hoguera
33     19|           Regenta no tomaba con gran calor aquellas diversiones, pero
34     20|        Entonces Mesía tomó con mucho calor la defensa del alimento
35     20|              aunque no tuviera mucho calor. Para él venían a ser ideas
36     21|            caía encima. «Empezaba el calor -porque don Víctor, en cuestión
37     21|           admiración, pero con menos calor que empleaba al hablar de
38     21|            Kempis y la Regenta, y el calor que empezaba a molestarle,
39     21|             la vida».~ ~ Hacía mucho calor. Ni debajo del toldo espeso
40     21|              volar al cielo, pero el calor, de unos 30 grados, que
41     21|             nadie; por otro lado, el calor, aquel sudor continuo, aquellas
42     21|     Petronila. Durante los meses del calor disminuían bastante las
43     23|        dulces, intimidad cordial, el calor de la familia... algo más,
44     24|            había discutido con mucho calor en el Casino si la sociedad
45     24|             cama.~ ~ «¡El humo!, ¡el calor, la falta de costumbre,
46     25|             aquel intervalo de luz y calor, que no por efímero le agradaba
47     26|            las piedras y el lodo, un calor doloroso; cuidaba de que
48     26|     fanatismo...!~ ~ Y estrechó, con calor, la mano que don Álvaro
49     27|           Ana, durante las horas del calor, que ya era respetable,
50     27|            sábana y vuelvo gozosa al calor de mi cuerpo, contenta de
51     27|            volaba. Junio se metió en calor. Vetusta en verano es una
52     27|          picante atractivo.~ ~ -¡Qué calor, don Fermín! -decía la rubia,
53     29|             le habían escapado en el calor de la improvisación en aquella
54     30| perfectamente». Y en efecto, con tal calor y elocuencia exponía «las
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