Cap.

 1      5|           a San Agustín y a Santa Teresa. Algo se supo en el círculo
 2     11|         Pero la seguridad con que Teresa procedía le tranquilizó.~ ~
 3     11|  tranquilizó.~ ~ Ni doña Paula ni Teresa olvidaban jamás estos pormenores.
 4     12|       Fulgencia?~ ~ -Creo que Sor Teresa está algo peor... pero no
 5     12|        acabó Rosita; ahora es Sor Teresa, que no tiene rosas ni en
 6     12|        demás, él iría a ver a Sor Teresa...»~ -¡Sí, don Fermín, por
 7     14|    traducir reticencias... ¡Hasta Teresa anda en ello! ¡Dos veces
 8     15|            Doña Paula hablaba con Teresa más que de costumbre y con
 9     15|        aseguró a Rita que era una Teresa de Jesús en ciernes. En
10     15|        las que habían precedido a Teresa en sus funciones de doncella
11     15|      señorito. Había dormido como Teresa ahora, a cuatro pasos del
12     15|          del jergón en que dormía Teresa, y después un suspiro estrepitoso.~ ~
13     17| quehaceres. ¿Qué había sido Santa Teresa? Una monja, una fundadora
14     17|       santos y las obras de Santa Teresa y algunos místicos.~ ~ -
15     17|        desmaya porque ve que para Teresa son pecados muchos actos
16     17| proponemos llegar a ser una Santa Teresa, ¡adiós todo!, se ve la
17     18|      lágrimas, de que habla Santa Teresa, señora -respondía el arqueólogo;
18     19|        voluminoso: Obras de Santa Teresa. I.~ ~ Se estremeció, tuvo
19     19|           doradas: Obras de Santa Teresa. I. ¡Cuánta elocuencia en
20     19|          santa doctora, la divina Teresa de Jesús..., que estaba
21     19|     leyendo, devorando a su Santa Teresa. «¡Qué de cosas la diría
22     21|     capítulos de la Vida de Santa Teresa escrita por ella misma.~ ~
23     21|         de León: la mano de Santa Teresa, al escribir, era guiada
24     21|         vivido en tiempo de Santa Teresa; o si no: ¡qué placer celestial
25     21|            entre la vida de Santa Teresa y la suya, aplicar a las
26     21|      Veinte años lo había buscado Teresa de Jesús como convenía que
27     21|           seña particular, bajaba Teresa, en silencio se besaban
28     21|           de hacerme buena. Santa Teresa vivió muchos años sin encontrar
29     21|        usted me habló, a la misma Teresa de Jesús, que, como usted
30     21|      algunos celos tenía de Santa Teresa, de la que veía enamorada
31     21|         La Regenta habló de Santa Teresa con entusiasmo de idólatra;
32     21|          era un ser finito. Santa Teresa había dicho, y Ana recordaba
33     21|        noches la lectura de Santa Teresa. Seguía enamorada de la
34     21|    conversión de su marido. Santa Teresa había trabajado por la piedad
35     21|           volvía a la misma Santa Teresa. Si para ella tenía tan
36     21|        Jesús cuando se aparecía a Teresa que le olvidaba.~ ~ -Sería
37     21|        otra vez?, ¿cómo pensar en Teresa, que jamás había caído?
38     21|         un bizcocho en chocolate; Teresa acercaba el rostro al amo,
39     22|          hija de Carraspique, sor Teresa, agonizaba en el inmundo
40     22|      Carraspique en el mundo, sor Teresa en el convento, murió de
41     22|      profesa con el nombre de sor Teresa. Mucho tendríamos que decir
42     22|   Magistral y de la muerte de sor Teresa.~ ~ -Sobre su conciencia
43     22|               Si la muerte de sor Teresa fue un golpe que hizo temblar
44     23|        sabía que entre él y Santa Teresa la habían salvado del infierno...»
45     25|          mi hermano me salve, que Teresa me ilumine, que el espejo
46     25|      enferma, la lectura de Santa Teresa, la debilidad, la tristeza,
47     26|         en la esquina...~ ~ Entró Teresa.~ ~ -Esta carta para el
48     26|         Quién había de ser? Santa Teresa... digo... no... el Paraguay.~ ~ -¿
49     27|           alma. En cuanto a Santa Teresa, había concluido por no
50     27|           nada de leer a su Santa Teresa eternidades... Vamos, era
51     29|           destinada a sustituir a Teresa el día, próximo ya, en que
52     30|           visión de Dios... Santa Teresa... Todo aquello había pasado