Cap.

 1      8|          un humilde empleado del Banco, pero de muy buena familia,
 2      8|        la mujer del empleado del Banco para consagrarle a estas
 3      8|          iba pocas veces. La del Banco, desde que había descubierto
 4      8|         sabían a gloria a la del Banco. Pero después le quedaba
 5      8|  carcajada estrepitosa de la del Banco, que dio un paso atrás,
 6     11|     Somieda? ¿Y las acciones del Banco?~ ~ -¡Calumnia, pura calumnia!,
 7     11|         primeros accionistas del Banco; si tú cobras esto y lo
 8     12|              Eran Visita, la del Banco, y Olvido Páez, la hija
 9     12|        gato? -Visitación, la del Banco». ¿Quién más a propósito
10     12|   Magistral despreciaba a la del Banco y la tenía por una grandísima
11     12|   aturdimiento postizo de la del Banco -; tiene razón esa loquilla...~ ~ -¡
12     13|        La idea se debía a la del Banco. Era una broma que quería
13     13|          el humilde empleado del Banco, de cuerpo pequeño, de rostro
14     13|    recomendaciones la señora del Banco que estaba en todas partes
15     13|       pisotón discreto de la del Banco le sacaba de sus distracciones.~ ~ -
16     13|       pisaba un pie; pero la del Banco le recibía a pataditas,
17     13|       por la época en que la del Banco, según malas lenguas, se
18     14|          decía Visitación la del Banco -, un hombre cerril; santo,
19     15|   salvaje se eternizaba sobre su banco para esperar la soledad.
20     16|       vencer don Víctor y la del Banco.~ ~ Visita encogía los hombros. «
21     16|        gato». No presumía la del Banco las atrocidades que se le
22     16|          se le ocurrían a la del Banco -, empleara su grandísimo
23     16|   refinado, en opinión de la del Banco. Se lo decía ella a don
24     17|        la mesa de mármol o de un banco, en fin, allí dentro, unas
25     18|   visitas de cumplido.~ ~ La del Banco, como pajarita de las nieves,
26     18|    visitaban a la Regenta la del Banco y el Marquesito. Paco estaba
27     18|           El mísero empleado del Banco retorcía el bigotillo engomado
28     18|        en el armario y se fue al Banco... con un camisolín de su
29     18|      este mal negocio con la del Banco, por más que ella le hurgaba.
30     18|        libro con desdén sobre un banco.~ ~ -¡Oh!, ¡oh!, ¡estamos
31     18|         Juana Francisca sobre el banco, y a los dos minutos estaba
32     18|        sentían dar vueltas en el banco, la madera del armatoste
33     19|        Ambrosio todo uno. La del Banco creía en la medicina casera
34     19|    presentimientos -gritó la del Banco, que se disponía a narrar
35     19|        muy bien recibida; la del Banco se la comía a besos, le
36     19|      arrojar con desdén sobre un banco de césped la historia de
37     20|      Magistral depositados en el Banco; con tal motivo algunos
38     20|       mismo - y las acciones del Banco, volvieron a encender los
39     21|      paternales y se meten entre banco y banco mezclando lo negro
40     21|         y se meten entre banco y banco mezclando lo negro de sus
41     24|      apareció Visitación, la del Banco, que vestía un traje de
42     24|      decir esto estaba ya la del Banco con los brazos abiertos
43     24|    pasado hasta la fecha. La del Banco echaba fuego por ojos y
44     24|             Oye, tú -dijo la del Banco, volviéndose de repente
45     24|     amable compañía y con la del Banco se llevó a la Regenta a
46     25|      desiertos. Se sentaba en un banco y meditaba. Sonaba y resonaba
47     26|    muerto.~ ~ Visitación, la del Banco, en vez de mirar como todos
48     28| descansaba allí dentro, sobre un banco rústico, mientras retorcía
49     29|      asesino».~ ~ Se sentó en un banco de piedra. Pero se levantó
50     29|          de tercera. En su mismo banco Frígilis encontró antiguos
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