Cap.

 1      3|     angelillo que se le antojaba muerto. La niña que saltaba del
 2      3|      nervios! ¡Si estaba sereno! Muerto de sueño, pero tranquilo.~ ~ «
 3      4|     nobleza vetustense opinó que muerto el perro no se acabase la
 4      4|       allí el cristianismo.~ ~ Y muerto de risa decía:~ ~ -Pero
 5      5|          de los Ozores.~ ~ Había muerto don Carlos de repente, de
 6      5|    diferencias de familia».~ ~ «-Muerto el perro se acabó la rabia» -
 7      7|          hombros, pálido como un muerto. Comprendió que el tener
 8      8|          Emma, la segunda, había muerto tísica. Aquella escasa vigilancia
 9      8|        niñerías. Y la otra había muerto porque Dios había querido.
10      8|        la habitación donde había muerto la hija segunda de los Marqueses.
11     10|       enterado. Venía del teatro muerto de sueño -¡no había dormido
12     12|         él, nuestra Rosita habrá muerto.~ ~ -Señor Somoza, el cariño
13     12|       Libre Hermandad se hubiera muerto de consunción sin el valeroso
14     12|         Restauración ni qué niño muerto! Son los mismos perros con
15     14|     libros la poesía se le había muerto a él años atrás; ya lo creo,
16     14|          habitación en que había muerto la hija de los Marqueses.
17     16|        una tumba, callar como un muerto. «¡Pero aquello era grave,
18     18|              Quintanar le seguía muerto de sueño, encerrado en su
19     20| propaganda revolucionaria habían muerto, o habían envejecido, o
20     21|     pobre don Fermín si ya había muerto? Ahora el don Fermín era
21     21|      entrando en la alcoba de un muerto, se retiraba, de puntillas,
22     22|          Está ya como si hubiese muerto.~ ~ Carraspique, aunque
23     22|               Cómo era? ¿Pues ha muerto ya? -preguntó uno que llegaba
24     22|    momento.~ ~ -No, señor, no ha muerto. Digo eso porque ya está
25     22|    iniquidad: ese pobre viejo ha muerto de hambre, asesinado por
26     22|     civiles esos infames...~ ~ -¡Muerto de hambre y enterrado como
27     22|     dijese palabra.~ ~ «No había muerto el gran Barinaga, aquel
28     22|     Aquel pobre don Santos había muerto como un perro por culpa
29     22|        culpa del Provisor, había muerto de hambre y sin sacramentos
30     22|      Vetusta, que Barinaga había muerto como un perro por culpa
31     23|   Lucaaam...!», cantó Ripamilán, muerto de sueño y aprovechándose
32     23|          a don Álvaro a su lado, muerto de amor, mudo de respeto,
33     23|       Mesía.~ ~ «Creía que había muerto aquella Ana que iba y venía
34     24|        dejaba llevar como cuerpo muerto, como en una catástrofe;
35     25|          que hay una cruz con un muerto se puede llorar al pie,
36     26|          Vetusta detrás de Jesús muerto, cerca de aquel Magistral
37     26|       Pompeyo, el ateo, ya había muerto.~ ~ Visitación, la del Banco,
38     26|  empeñados en resucitar un dolor muerto hacía diecinueve siglos;
39     26|         de barniz. Parecía haber muerto de consunción. A pesar de
40     26|       detrás de la urna de Jesús muerto. También Ana parecía de
41     26|        delante llevaba a su Hijo muerto, pero Ana, ¿a qué iba...?»~ ~
42     27|    suponía, hija mía, pero vengo muerto de sed y...~ ~ La aldeana
43     29|        poder menear pie ni mano, muerto de sueño, aborreciendo la
44     29|        coche que parecía caja de muerto.~ ~ Frígilis no podía ver
45     29|          con que se deja caer un muerto. Parecía aquello la abdicación
46     30|    necesidad de matar y comer lo muerto, y no tenía el derecho...
47     30|        de su esposo. Quiso verle muerto, pero no pudo moverse; cayó
48     30| miserable cobarde que huía de un muerto y no había huido del crimen.~ ~
49     30|          ex-regente de Audiencia muerto de un pistoletazo en la
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