Cap.

 1      1|            mu grande, sentao en su coche, que era como una butaca,
 2      5|         hayan visto al bajarte del coche; por nada de eso, ni aun
 3      5|          de Madrid. Encontraron el coche. Álvaro las vio y saludó
 4      5|     estribo y la cabeza dentro del coche -. Será usted la Regenta
 5      5|         diligencia.~ ~ Y partió el coche. Don Víctor oprimía entre
 6      5|      sobadas almohadillas de aquel coche viejo, cerraba los ojos,
 7     12|    vetustense que hacía visitas en coche y tenía lacayos de librea
 8     13|          demás se acomodaron en un coche antiguo de viaje, sólido,
 9     13|            decían tantas cosas del coche de camino! Su figura se
10     13|      molino de muñecas.~ ~ El otro coche pasó como un relámpago.
11     14|            Era una galera.~ ~ -¡Un coche, farol!~ ~ -Dos carros eran,
12     14|             Ahora callaban los del coche grande. La carretela iba
13     14|          No venía la Regenta en el coche abierto! ¡Venía con los
14     15|            has paseado con ella en coche descubierto, te ha visto
15     16| probabilidad de que fuese el mismo coche y el mismo asiento el que
16     16|       despidió al dejar dentro del coche a las damas. Entonces apretó
17     18|        claveteada. Se metían en un coche de tercera clase, entre
18     18|          lodo, hielo y nieve en su coche de camino. Y así preparaba
19     19|           que si no le llevaban en coche... «El espíritu no faltaba,
20     21|          que traía la ministra, un coche salón con cama y demás.
21     22|      persuadirle... Que traigan un coche si no quieres que me vean,
22     24|        pulsa a la dama, pide... un coche. Y se acuerda que Visita
23     26|      momento.~ ~ -¿Mandamos por un coche...?~ ~ -Sí, es claro; ya
24     26|          la veré después. Ahora al coche..., a ver a Guimarán...~ ~
25     26|          él, de él solo». Llegó el coche. Una carretela vieja, desvencijada,
26     26|              Sí, sí...~ ~ Dobló el coche la esquina; don Fermín corrió
27     26|           mismo, y a escape.~ ~ El coche siguió al paso.~ ~ «Si está
28     26|            aquel rincón oscuro del coche, ocultando el rostro en
29     26|          encendido los faroles del coche y esperaba, seguro de cobrar
30     26|       había salido a las siete, en coche, en cuanto había recibido
31     27|           con columnas..., pero el coche siguió al trote; el Marqués
32     27|    invitado a hacer el viaje en su coche, lo cual tal vez indicaba
33     27|      impaciencia. Por fin llegó el coche destartalado, sucio, a paso
34     27|       aquella misma berlina u otro coche de la misma casa, por lo
35     27|      ofreciéndole un asiento en su coche. La culpa la tenía él, que
36     28|         Idea tuvo de arrojarse del coche, y a pie, a todo correr,
37     28|            ocupar un asiento en un coche y volvían a la casa, prefiriendo «
38     28|        consta que la carrera de un coche atrae el rayo... Me quedo,
39     28|             También se metió en el coche el gobernador, pero su esposa
40     28|         unas veces a pie, otras en coche, se emprendía la marcha,
41     28|         por la mañana, al subir al coche, se encontraron en la piel
42     29|            calle; las ruedas de un coche que corría muy lejos, la
43     29|            eso».~ ~ Entraron en un coche de tercera. En su mismo
44     29|            sobre la tabla dura del coche de tercera, miraba al cielo
45     29|      volvían solos a Vetusta en un coche de segunda, por miedo al
46     29|      rompía las tinieblas de aquel coche que parecía caja de muerto.~ ~
47     30|          Santianes les esperaba un coche; dentro de él estaba Benítez,
48     30|          siguiente...»~ ~ «Pues un coche, un coche... Se me engaña;
49     30|                  Pues un coche, un coche... Se me engaña; si eso
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