Cap.

 1      1|             gasta. Ya lo decía el señor Custodio el beneficiao a don Pedro
 2      1|                 la pintura. Era que don Custodio tenía envidia. Si Bismarck
 3      1|            tanto que el beneficiado don Custodio le aborrecía principalmente
 4      1|                los perros, el señor don Custodio el beneficiado, pálido el
 5      1|             ojos. Humilló los suyos don Custodio y pasó cabizbajo, confuso,
 6      1|               de su beneficio. Este don Custodio era un enemigo doméstico,
 7      1|              del calor y el olor de don Custodio.~ ~ El Magistral siguió
 8      1|           varias veces entregarla a don Custodio, hambriento de esta clase
 9      2|                máquinas infernales. Don Custodio el beneficiado era su lugarteniente.
10      2|            sacudirse las moscas.~ ~ Don Custodio, joven ardentísimo en sus
11      2|               oh escándalo!, ahora (don Custodio lo había averiguado escuchando
12      2|                Víctor Quintanar. ¡Y don Custodio sentía la alegórica baba
13      2|               Glocester la aprobaba don Custodio; no tenía el beneficiado
14      2|                 Puede ser -contestó don Custodio, subrayando las palabras,
15      2|            cuyos secretos envidiaba don Custodio; allí esperaban el turno
16      2| malintencionados».~ ~ «No era él un don Custodio, ignorante de lo que es
17     11|          canónigos del tertulín.~ ~ Don Custodio, el beneficiado, había pasado
18     11|               siempre lo mismo.~ ~ -Don Custodio -le decía Glocester, el
19     11|                      El Arcediano y don Custodio -prosiguió - hicieron anoche
20     11|             Glocester...?~ ~ -Sí, y don Custodio.~ ~ -Y a usted, ¿quién le
21     11|               perrerías? Glocester, don Custodio, Foja, don Santos y el mismísimo
22     12|               yo mirándoos a ti y a don Custodio y al primo del ministro,
23     12|              revelaban el estilo de don Custodio el beneficiado, que era -
24     14|        Glocester, y del beneficiado don Custodio, el más almibarado presbítero
25     14|                Aquel Glocester y su don Custodio habrían tenido buen cuidado
26     15|                me ha arruinado... y don Custodio me roba el amor de mi hija...
27     15|             ofidiana, confesaba con don Custodio y trataba a su padre como
28     15|                 antes a los pies de don Custodio junto a un confesonario
29     17|                la gente murmuraría; don Custodio, el Arcediano, todos sus
30     18|           Encontró en el trascoro a don Custodio y no le contestó al saludo;
31     20|         Glocester)». El beneficiado don Custodio apoyaba al señor Mourelo.~ ~ -¡
32     20|                se daban Glocester y don Custodio y otros señores del cabildo,
33     20|             también les había visto don Custodio y se lo había dicho a Glocester
34     20|           secreto con el Arcediano, don Custodio y otros enemigos capitulares (
35     21|                salir de la catedral don Custodio - qué satisfecho está el
36     22|                tanto Foja, Mourelo, don Custodio, Guimarán, El Alerta y,
37     22|       Constantino, y el beneficiado don Custodio; la hija de Barinaga, la
38     22|               los tres en voz baja; don Custodio decía las palabras, llenas
39     22|             preguntó en la escalera don Custodio.~ ~ -Sí; no sale de casa
40     22|         condicionales...? -preguntó don Custodio, con muy buenos modos.~ ~ -
41     22|            sacerdote...~ ~ -Será tu don Custodio..., el que te me ha robado...,
42     22|             propuso, de acuerdo con don Custodio, dar el último ataque para
43     26|            llamaron al Arcediano, a don Custodio, al cura de la parroquia,
44     26|                que el Arcediano. De don Custodio no hay que hablar. Todos
45     26|             dijo Mourelo al oído de don Custodio.~ ~ Después de tanto hacerse
46     26|            Satán.~ ~ Foja, Mourelo, don Custodio, por consejo de Mesía que
47     27|           ridículo, parecía cosa de don Custodio; muy cerrado, antiguo; muy
48     30|            Glocester en el cabildo, don Custodio a su lado, hablaban de escándalo,