Cap.

 1      1|   ilustrísima.~ ~ Estas crisis del ánimo solían provocarlas noticias
 2      1|        frecuentes decaimientos del ánimo.~ ~ El Magistral había sido
 3      2|        gana el pan de cada día. El ánimo de aquellos honrados sacerdotes
 4      3|         que estaba muy lejos de su ánimo y volvió la espalda no muy
 5      3|         Vetusta.~ ~ Equilibrado el ánimo, volvió don Víctor al amor
 6      5|           supremo. El estado de su ánimo no contradecía estos propósitos.~ ~
 7      6|        alegría, toda expansión del ánimo, no se podía hacer nada
 8      8|           semejante disposición de ánimo.~ ~ Obdulia y Visitación,
 9     10|             lánguida, desmayado el ánimo, apoyó la cabeza en las
10     12|         dar rienda suelta a su mal ánimo, pisar algo con ira...»
11     12|           eclesiástica y aun en el ánimo del señor Provisor. Bien
12     12|           crueldad útil, vaciló su ánimo (estaba nervioso, no sabía
13     12|            se fue apoderando de su ánimo aquella farsa inventada
14     13|            para mucho tiempo en el ánimo de esta señora; estoy seguro
15     16|       oficial de los ricos que sin ánimo o tiempo para visitar a
16     16|           desalentada y agriado el ánimo en la inutilidad de sus
17     16|          inefables; sequedades del ánimo repentinas, agrias y espinosas,
18     16|     abandono, aquella flojedad del ánimo. «¡Lástima -pensaba el caballero -
19     16|        especie de resurrección del ánimo, de la imaginación y del
20     16|       bruscas transformaciones del ánimo las atribuía supersticiosamente
21     17|       consuelo, iban cayendo en el ánimo del Magistral como un riego
22     18|            atención y dispuesto el ánimo a las sensaciones místicas
23     19|          última fuerza, y hasta el ánimo de vivir. Cerraba los ojos
24     19|             daban calor, fuerza al ánimo, y, sin que el remordimiento
25     19|       todos, dejarse ir, ocupar el ánimo con los pasatiempos vulgares,
26     22|         Iglesia que, apoderado del ánimo del señor Obispo, tenía
27     22|            a De Pas apoderarse del ánimo de su esposa! Sí..., al
28     22|         con esto se le achicaba el ánimo.~ ~ «No hay Dios, es claro -
29     22|           que no se encontraba con ánimo para dar otra batalla al
30     22|              Don Pompeyo sintió el ánimo desfallecer. «Estoy solo;
31     23|         parecía amor invadieron el ánimo de Ana en aquel instante... «¡
32     23|            cuarto de su marido con ánimo de conversar, si estaba
33     25|        sueño o sopor le embargó el ánimo. Quería detener el tiempo.
34     25|        fibras tirantes traían a su ánimo la cobardía, los reparos
35     26|        tristeza, su decaimiento de ánimo.~ ~ Doña Petronila se despidió
36     26|           que cumplirlas cuando el ánimo decaído, casi inerte, no
37     26|          entierro de su mujer.~ ~ -Ánimo, don Víctor -le dijo Mesía
38     26|            vez. ¡Me hace daño!~ ~ -Ánimo... Todo esto pasará...~ ~
39     27| aprensiones... y el equilibrio del ánimo, que me trajo la calma apetecida...»
40     28|          preocupación, pequeñez de ánimo... Pero, ¿tenía él derecho
41     28|       ventajas de don Álvaro en el ánimo de Ana las pagaba el clero
42     29|           su hijo, sabía que en el ánimo de Fermín, Petra era la
43     29|           calientes, entumecían el ánimo de don Víctor, que no quería
44     29|        angustia con la laxitud del ánimo, que ya no luchaba con la
45     30|            declare el estado de su ánimo...~ ~ -¿Qué quiere usted
46     30|           que le había encogido el ánimo por la mañana.~ ~ «El mundo
47     30|           Don Víctor sintió que el ánimo aflojaba no por amor a la
48     30|          religión triunfaban en el ánimo de don Víctor. Estaba decidido
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