Cap.

 1      2|          el ilustrísimo señor don Cayetano Ripamilán, aragonés, de
 2      2|         de la viudita.~ ~ Era don Cayetano un viejecillo de setenta
 3      2|        frecuencia. Aunque era don Cayetano canónigo y tenía nada menos
 4      2|      castidad casi secular de don Cayetano. No era eso. Su culto a
 5      2|     Pastor de Bílbilis, o sea don Cayetano Ripamilán? El romanticismo
 6      2| maliciosos que fueran. No era don Cayetano uno de tantos canónigos
 7      2|          de estos días el ser don Cayetano muy honesto en el orden
 8      2|          notaba, sentíalo aún don Cayetano.~ ~ El Magistral contestaba
 9      2|    presente y ausente. Cuando don Cayetano volvía la espalda, pues
10      2|        interrumpió triunfante don Cayetano -. Me ha dicho el chico
11      2|       para hablar a solas con don Cayetano. Sufría sus impertinencias
12      2|    interés, muchos por miedo; don Cayetano, incapaz de temer a nadie,
13      2|          hija de confesión de don Cayetano, pero éste, que de algunos
14      2|           no dar un desaire a don Cayetano, y algunas por seguir contentas
15      2|          Magistral para oír a don Cayetano, en vez de correr al confesonario
16      2|     habían venido sin avisar? Don Cayetano debía de saberlo. Cuando
17      2|        del confesonario. Pero don Cayetano nada le había dicho. Además,
18      2|      maldiciones sin duda.~ ~ Don Cayetano contuvo su verbosidad, comprendió
19      2|           de bondad? -gritaba don Cayetano, asustado de veras.~ ~ -
20      2|         qué decían? -preguntó don Cayetano.~ ~ -Doña Ana callaba. Doña
21      2|         Al Espolón!~ ~ -¡Pero don Cayetano!~ ~ -Es cuestión de honra
22      2|        una carcajada, que oyó don Cayetano desde fuera. Don Saturno,
23      3|         ella no lo recordaba. Don Cayetano, que sabía esto, hizo un
24      3|        sacrificio, como diría don Cayetano. Ana Ozores depositó un
25      5|       acompañaron en su viaje don Cayetano Ripamilán, canónigo respetable
26      5|    Vetusta.~ ~ Doña Anuncia y don Cayetano encontraron a la joven en
27      5|           empleaba el doctor. Don Cayetano podía oírlo todo, pero doña
28      5|     conservado. Ana suplicó a don Cayetano que nada dijese a sus tías
29      5|          que había impuesto a don Cayetano; no sabrían nada las tías.
30      5|        acaba desesperada».~ ~ Don Cayetano, que sabía ponerse serio,
31      5|          usted la Regenta.~ ~ Don Cayetano quiso también subir al estribo,
32      6|        Arcipreste, el célebre don Cayetano, ha rogado a Anita que cambie
33      9|       Cuándo le había hablado don Cayetano de si tenía ella este o
34     11|    confesión! ¡Dato precioso! Don Cayetano confiesa que don Santos
35     11|         dice.~ ~ -Oiga usted, don Cayetano; ni la edad, ni el ser aragonés,
36     11|         Con usted no va nada, don Cayetano o don Fuguillas; usted podrá
37     11|          olor de su bilis.~ ~ Don Cayetano se encogió de hombros y
38     11|           antes?»~ ~ El pobre don Cayetano era hombre de algún talento
39     11|      dejarle aquel tesoro.~ ~ Don Cayetano le había hablado con mucha
40     11|            aquí volvió a reír don Cayetano - lo mejor será que ustedes
41     11|             En esta frase que don Cayetano había dicho sin asomos de
42     11|      antojado al espantajo de don Cayetano encajarte ahora esa herencia?~ ~ -¿
43     18|      según frase picaresca de don Cayetano Ripamilán, siempre dispuesto
44     22|        contra los consejos de don Cayetano.~ ~ Un periódico liberal
45     23|         cuidando sus rebaños, don Cayetano recordó su grandísima afición
46     27|      concierto de Quintanar y don Cayetano y correr detrás de aquéllas.~ ~ -
47     30|          mundo. Pero el pobre don Cayetano había caído en su lecho
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License