Cap.

 1     11|       pero lo mismo hace el señor Carraspique y ése es millonario. Los
 2     11|          dar los días al señor de Carraspique.~ ~ -¿Tan temprano?~ ~ -
 3     11| fanatizado a medio pueblo; las de Carraspique se han metido monjas por
 4     12|             Don Francisco de Asís Carraspique era uno de los individuos
 5     12|       darle tiempo para confesar. Carraspique frisaba con los sesenta
 6     12|            Su religiosidad (la de Carraspique) sincera, profunda, ciega,
 7     12|           Tenían cuatro hijas los Carraspique; todas habían hecho su primera
 8     12|        Clarisas.~ ~ El palacio de Carraspique, comprado por poco dinero
 9     12|          el doctor - que mi pobre Carraspique está supeditado a la voluntad
10     12|          la baba también, ¡mísero Carraspique!, y tutti contenti. El Arcediano
11     12|         la que gozan las hijas de Carraspique.~ ~ El Magistral oyó con
12     12|           de disimular?»~ ~ Entró Carraspique en el salón. Traía los ojos
13     12|        nos quiere mucho -advirtió Carraspique.~ ~ -Pero es un loco...
14     12|        usted! -se atrevió a decir Carraspique.~ ~ -Sí; don Francisco,
15     12|         aspiraba a la mano de una Carraspique, fuere cual fuere, porque
16     12|        Ronzal? -preguntó asustado Carraspique.~ ~ -Sí, un impío... relativamente.
17     12|           lo sea el marido de una Carraspique.~ ~ Aquel calor con que
18     12|          fuego del Infierno a los Carraspique. Eran tormentos de la conciencia
19     12|         lo hubiera dicho al señor Carraspique! - en las novelas, prohibidas
20     12|          las invasiones; el señor Carraspique asomó las narices por una
21     12|                Se puede?~ ~ «¡Era CarraspiqueAdelante, hubo que decir.~ ~
22     12|  cubiertos de polvo».~ ~ El señor Carraspique daba pataditas en el suelo.~ ~ -¡
23     13|           yo creo que el señor de Carraspique está en su perfecto derecho;
24     13|        exclaustrar a las hijas de Carraspique...~ ~ -Una sencilla secularización.~ ~ -
25     13|           Víctor ataca a mi primo Carraspique en broma, yo empuño la espada,
26     14|         habrías comido en casa de Carraspique, o en casa de Páez; como
27     14|         habrá sido, ¿verdad? ¿Con Carraspique habrás comido?~ ~ -¡No,
28     15|        Arcipreste, otra a casa de Carraspique, otra a casa de Páez, otra
29     15|          casa en casa. ¿Qué diría Carraspique, qué diría Páez...? Todo
30     16|       como había hecho en casa de Carraspique. Algunos más audaces, más
31     22|          respectivos: «La hija de Carraspique, sor Teresa, agonizaba en
32     22|             Y dicho y hecho. Rosa Carraspique en el mundo, sor Teresa
33     22|     Salesas la señorita doña Rosa Carraspique y Somoza, hija del conocido
34     22|         monja profesa es el señor Carraspique o su hija, ¿quiere decirme
35     22|         que quería verle el señor Carraspique. Aquel honor inesperado
36     22|          moribundo muy despierto. Carraspique, sin saludar a don Pompeyo,
37     22|         del país muy pronunciado. Carraspique, a quien en otro tiempo
38     22|    sincero creyente don Francisco Carraspique.~ ~ -Todo es inútil...,
39     22|          quiero confesarme, señor Carraspique, y siento... darle a usted
40     22|      llamaba la muerte del justo. Carraspique había corrido a Palacio.~ ~
41     22|           cubierta de damasco.~ ~ Carraspique, que vestía el luto reciente
42     22|          el pavimento con el pie. Carraspique dio un salto. El Obispo,
43     22|     algunos momentos de silencio. Carraspique, único testigo de la escena,
44     22|          inútil ir allá. El señor Carraspique lo ha dicho... Barinaga
45     22|        como si hubiese muerto.~ ~ Carraspique, aunque con mucho miedo,
46     30|           de Páez, y la señora de Carraspique, y la de Rianzares, o sea
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