Cap.

 1      1|         y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban
 2      1|         los que se pierden entre nubes; pues a los más arduos y
 3      1|     dorado por el sol, mirar las nubes desde arriba, eran intensos
 4      1|        la lontananza de montes y nubes; sus miradas no salían de
 5      1|           en ellos ponía por las nubes el mérito arqueológico de
 6      3|           sólo veían allá arriba nubes que corrían delante de la
 7      3|        que corría, detrás de las nubes:~ ~ -¡No!~ ~ -¿Tienes miedo?~ ~ -¡
 8      4|      palmeras que llegaban a las nubes. Era, como en la infancia,
 9      4|          para ascender al cielo; nubes y cumbres se confundían,
10      9|      escondía sus crestas en las nubes y caía a pico sobre valles
11      9|    sombra. El sol ocultaba entre nubes pardas y espesas, detrás
12     11|        cielo. Estaba alegre, sin nubes. El buen tiempo en Vetusta
13     13|     cabeza; la garza allá en las nubes, de color de yema de huevo;
14     14|          visto desaparecer entre nubes de polvo los coches.~ ~ «¡
15     18|                   XVIII -~ ~ Las nubes pardas, opacas, anchas como
16     18|        quejumbrosos alcaravanes, nubes de estorninos, tordos de
17     18|       cosechas de ogaño y de las nubes de antaño; si la conversación
18     18|         el brazo, señalaba a las nubes y daba pataditas en el suelo.
19     18|         el brazo señalando a las nubes; aquello parecía como responder
20     19|         cielo suave, listado, de nubes largas, estrechas, ondeadas,
21     19|     corral, en los grupos de las nubes, en la melancolía de una
22     19|           de las plantas, de las nubes, de los astros; la experiencia
23     20|         los colores vivos de las nubes de Oriente. Los pasos de
24     20|          el cielo azul entre las nubes pardas.~ ~ ~ ~
25     21|   hiciera falta, perderse en las nubes sin olvidar la tierra».
26     25|          parece descender de las nubes; las melodías del órgano
27     26|        al balcón a consultar las nubes. «¿Llovería? Hubiera dado
28     27| perfectamente la descarga de las nubes y ya se sentía mal. No tenía
29     28|        chorreando el agua de las nubes, pero el cielo empezaba
30     28|       Todo el cielo se cubría de nubes pardas que se ennegrecían
31     28|          campo de batalla de las nubes, que yacían desgarradas
32     28|    bóveda desgarrando jirones de nubes de forma caprichosa, cantaban
33     29|          niebla espesísima y las nubes cenicientas y pesadas que
34     29| originarse de la densidad de las nubes? ¿Por qué desconfiar del
35     29|        mañana seguía cenicienta; nubes y más nubes plomizas salían
36     29|          cenicienta; nubes y más nubes plomizas salían como de
37     29|        por aquel lado, bajas las nubes, que como grandes sacos
38     29|       niebla hacía palidecer las nubes altas y delgadas que empezaban
39     29|          cernida a través de las nubes delgadas. Según subían por
40     29|       oscura que subía hacia las nubes.~ ~ Quintanar se sentó sobre
41     29|       después aparecían bajo las nubes, volando fuera de tiro,
42     29|          el sol y había roto las nubes, Frígilis sintió un suspiro
43     30|       combatientes miraban a las nubes. Frígilis comprendió lo
44     30|      Vetusta. ¡Cosa rara!~ ~ Las nubes eternas del Corfín habían
45     30|     risueño, seco, templado, sin nubes, pocas veces gozado en Vetusta.~ ~
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