Cap.

 1      3| discretamente, pero se quedó en la sala contigua esperando órdenes.~ ~
 2      5|            que no es Presidente de Sala siquiera, y el Salvador
 3      5|           calidad de Presidente de Sala y quería llevarse a su esposa,
 4      5|           la voz de un ujier de la Sala de lo Criminal que gritaba
 5      5|           a la nueva Presidenta de Sala como pudiera haber visto
 6      5|             el nuevo Presidente de Sala le preguntaba si era él
 7      6|            Más adelante había otra sala más lujosa, con grandes
 8      6|      terciopelo carmesí, estaba la sala del tresillo, que se llamaba
 9      6|          era posible también en la sala contigua. Antes estaba el
10      6|          cerca de los billares. La sala del tresillo jamás recibía
11      6|           El cuarto del crimen, la sala de los juegos de azar, y
12      6|            la tarde. Llovía. En la sala contigua al gabinete viejo
13      6|         más luz. En el fondo de la sala parecía que iba a anochecer.
14      6|            habían desterrado de su sala los venerables. Los del
15      6|         hacía observaciones. En la sala vecina habían sonado unas
16      7|           señores del dominó en la sala contigua. Le acompañaban
17      7|         puso en pie en medio de la sala y cogió bruscamente el diccionario
18      8|            estaban copiados de una sala de Versalles, según aseguraban
19      8|            decidido a convertir en sala de recibir la del segundo,
20      8|        cuarto, ¿para qué? Desde la sala se oía a lo mejor, detrás
21     13|     esparcidos por el centro de la sala y las consolas. Si entraban
22     16|           dramas modernos se exige sala decentemente amueblada,
23     16|    elegantes tampoco frecuentan la sala, o patio, como se llama
24     18|    honrando sus salones», que eran sala y gabinete; eran de oír
25     18|    limpieza de suelo y muebles, de sala y cocina, y no era su hogar
26     20|           que cambiar de mesa y de sala, si quiso seguir predicando
27     20|       segundo piso, no lejos de la sala de juego, se sentaban a
28     22|         sin puerta, separada de la sala por una cortina sucia de
29     22|         las narices el polvo de la sala, la que se va a misa de
30     22|            brazos cruzados, por la sala miserable, haciendo rechinar
31     22|      también, entre la alcoba y la sala, admiraba lo que él llamaba
32     22|    Guimarán no dejaba entrar en la sala más que a los espíritus
33     22|           Lo habían olvidado en la sala, cerrada con llave por don
34     25|             Esperó paseando por la sala, con las manos a la espalda
35     25|           Don Fermín..., ahí en la sala...~ ~ -¡Ah...!, me alegro.~ ~
36     25|         con raíces, en medio de la sala.~ ~ -Lo que yo quería, que
37     26|        flaco de su padre. Desde la sala habían oído el diálogo Somoza
38     26|         las nueve menos cuarto. La sala estaba llena de curas y
39     26|      Glocester, que se quedó en la sala capitular murmurando, «aquello
40     28|          estaba sobre un centro de sala. «La última flor», decía
41     30|          siempre a tal hora, en la sala contigua al gabinete rojo,
42     30|          los tacos para venir a la sala de las mentiras a cazar
43     30|        había habido en Vetusta una sala de armas. Hacía años, un
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License