1-1000 | 1001-2000 | 2001-2295
     Cap.

1001     13|               los otros. Pero, amigo, era su obligación: era pariente,
1002     13|             amigo, era su obligación: era pariente, era de los íntimos
1003     13|             obligación: era pariente, era de los íntimos de la casa,
1004     13|            remediarlo, distraídas. No era falta de educación, sino
1005     13|          saludó con la finura «que le era característica» y se dispuso
1006     13|           idea que preocupaba a todos era la del convite. No se aludía
1007     13|         salían ruborizadas. Glocester era de los que no estaban convidados.
1008     13|               duda que le mortificaba era esta: «¿Y él? ¿Estaba convidado
1009     13|              y desairarle a él... que era dignidad! ¡Siempre el enemigo
1010     13|              de la casa, pues en ella era huésped.~ ~ Otros años no
1011     13|              se debía a la del Banco. Era una broma que quería darle
1012     13|               reiteradas súplicas, si era preciso, al señor Magistral.~ ~
1013     13|               del presupuesto? ¿Quién era allí el gran arbitrista
1014     13|               en todo el día. Además, era mujer de tal despacho que
1015     13|               el dativo que se suplía era Anita. Quería meterle a
1016     13|             una carta al Provisor, no era cosa de traerle y llevarle. «-¡
1017     13|              con cariñosa efusión. Le era muy simpático, y aunque
1018     13|               amigos de confianza. No era expansiva; su amabilidad
1019     13|               por ella.~ ~ Don Víctor era poco más alto que Ana; don
1020     13|            reconocer que todo aquello era agradable, parecía bien
1021     13|        Regenta; si no le quería bien, era por considerar peligrosa
1022     13|               hablar de aquel modo? Y era muy diferente leer tan buenas
1023     13|              le había escrito, y éste era otro lazo agradable, misterioso,
1024     13|        cosquillas a su modo. La carta era inocente, podía leerla el
1025     13|            mundo entero; sin embargo, era una carta de que podía hablar
1026     13|            hablar a un hombre, que no era su marido, y que este hombre
1027     13|            que sabía a ciencia cierta era que en don Fermín estaba
1028     13|             En silencio y cara a cara era como él no miraba a las
1029     13|            Sin que nadie le instigara era él ya muy capaz de pensar
1030     13|            género de materialismo que era su religión, le llevaba
1031     13|           exigían las circunstancias, era en lo que llamaba El Lábaro
1032     13|              ni con dama como aquélla era posible intentar semejantes
1033     13|             usted, amiga mía...~ ~ No era en estas palabras, de una
1034     13|         encontraba Ana en lo que oía: era en la voz, en los movimientos,
1035     13|       Entendido. Después de todo, así era ahora; ¡la divertían tan
1036     13|              a don Fermín repetir que era higiénico el ejercicio y
1037     13|            aristócrata.~ ~ «La comida era de confianza, ya se sabía».
1038     13|        aperitivos y entremeses en que era notable aquella mesa, ni,
1039     13|          Exposición...» Al Marqués le era indiferente el cambio. De
1040     13|              población.~ ~ El comedor era cuadrado, tenía vistas a
1041     13|            las copas.~ ~ Todo aquello era broma; ni don Víctor era
1042     13|              era broma; ni don Víctor era hoy más liberal que ayer,
1043     13|               reír y disparatar? Todo era contento: allá en la huerta
1044     13|           buena comida presentada así era miel sobre hojuelas.~ ~
1045     13|              decir todo lo contrario: era un elogio sin pudor.~ ~
1046     13|                y de que la Regenta no era mujer que se alegrase en
1047     13|       Visitación veía visiones. «¿Qué era aquello?» Miraba pasmada
1048     13|              que daba a entender «que era tambor de marina» y que
1049     13|               sueños e imaginaciones; era más guapo, más sonrosado,
1050     13|             encantaba a Edelmira, que era también muy amiga de la
1051     13|              La inocencia de Edelmira era tan poco espantadiza que
1052     13|              demonios. «Aquella mujer era una... tal..., y lo decía
1053     13|              en una carbonera! Verdad era que él no podía vanagloriarse
1054     13|               triste hasta la muerte, era don Saturnino Bermúdez.
1055     13|            Así eran las mujeres! ¡Así era singularmente aquella mujer! ¿
1056     13|               de carne y hueso? Mejor era soñar, seguir soñando».
1057     13|               ella creía encantar; no era desprecio; era que para
1058     13|           encantar; no era desprecio; era que para las señoras de
1059     13|          señoras de Vetusta, Bermúdez era un sabio, un santo, pero
1060     13|            ideas; aparte de que él no era un fanático, ni el partido
1061     13|              aparte de esto, una cosa era la religión y otra los intereses
1062     13|          cubierto para las hortalizas era una necesidad. ¿Emplazamiento?,
1063     13|             las ventanas para ver qué era aquello y mezclaban sus
1064     13|       Salieron todos a la huerta, que era grande, rodeada, como el
1065     13|             de toda Vetusta católica. Era la de Rianzares viuda de
1066     13|            que no la podía ver porque era un marimacho, según él,
1067     13|       consideraba más que al Obispo; «era todo un gran hombre que
1068     13|               sabía que el Arcipreste era como era; él, De Pas, no
1069     13|            que el Arcipreste era como era; él, De Pas, no debía presenciar
1070     13|        sincera expresión de disgusto: era una contrariedad para ella
1071     13|         Diablo, pero el Diablo cuando era Luzbel todavía; el Diablo
1072     13|             los dos pensaban en ella, era seguro; don Fermín como
1073     13|          merecía, al ángel bueno, que era un poco menos alto, que
1074     13|               parecía bien), pero que era gallardo, apuesto a su modo,
1075     13|            del buen mozo, que tampoco era rana, que estaba demostrando
1076     13|               gran prudencia y lo que era peor, un interés verdadero
1077     13|         soltera. En rigor, don Víctor era un respetable estorbo. Pero
1078     13|             médico don Robustiano.~ ~ Era un columpio de madera, como
1079     13|              la escalera. Por fortuna era ágil. La Regenta le vio
1080     13|            nadie le ve.~ ~ Lo difícil era subir a lo alto de la escalera
1081     13|           aquel canónigo, que tal vez era un poco rival suyo, le daba
1082     13|             tronco de caballos negros era digno del rey. Los demás
1083     13|           tirado por cuatro caballos; era el que servía ordinariamente
1084     13|          persona. (No había tal cosa, era un pretexto para cumplir
1085     13|      voluptuosidad intensa, profunda: era el orgullo satisfecho. Bien
1086     13|              sentía, pero que como él era cura..., y ella se había
1087     13|             Intimar con los Vegallana era intimar con don Víctor y
1088     13|        saludaba desde una ventanilla. Era una mano de Obdulia, la
1089     14|                              XIV -~ ~ Era el Espolón un paseo estrecho,
1090     14|        ponerse el sol hasta la noche. Era aquél un lugar, a más de
1091     14|             que el Paseo de los curas era más caliente que todos los
1092     14|      Robustiano Somoza, que ante todo era higienista público, gritaba
1093     14|             que el Paseo de los curas era más corto y más estrecho
1094     14|              comía, pero Glocester no era hombre que gastase menos
1095     14|             gastase menos disimulo. O era diplomático, o no lo era.~ ~
1096     14|              era diplomático, o no lo era.~ ~ El Magistral se contentó
1097     14|                Lo que ahora le pesaba era no haber seguido al Vivero; ¡
1098     14|           pensando él? Aquello sí que era pueril, ridículo y hasta
1099     14|           pensando que el traje talar era absurdo, que no parecían
1100     14|                Mil locuras! Lo cierto era que le estaba dando vergüenza
1101     14|            pensando por las calles -. Era enemigo de dar nombres a
1102     14|           difíciles de bautizar. ¿Qué era aquello que a él le pasaba?
1103     14|              No tenía nombre. Amor no era; el Magistral no creía en
1104     14|             pudiera llamar amor; esto era cosa de novelistas y poetas,
1105     14|          lujuria. Lo que él sentía no era lujuria; no le remordía
1106     14|             convicción de que aquello era nuevo. ¿Estaría malo? ¿Serían
1107     14|               Pero... ¿por quién? ¿No era ridículo decirle a la Marquesa:
1108     14|              a su madre, le diría que era indecoroso insistir en sospechar,
1109     14|             tapar en aquel asunto; no era un niño, despreciaba la
1110     14|           entender que la observación era impertinente y baladí. Se
1111     14|            todo Vetusta sabría que yo era un borracho...»~ ~ «No subo,
1112     14|               entiende. Ana volvería, era natural, en la carretela,
1113     14|                No... La catedral, que era la autoridad cronométrica,
1114     14|           soberbio nudo por el medio, era el zurriago, que representaba
1115     14|               de espantada. Creía que era su padre que venía a recogerla
1116     14|               arriba, señor cura.~ ~ -Era una galera.~ ~ -¡Un coche,
1117     14|             pasaba volvíase, cada vez era más reducida la órbita de
1118     14|             callaba.~ ~ Don Fermín no era aficionado a contemplar
1119     14|         mirado con atención desde que era canónigo...! De Pas se detuvo,
1120     14|           linterna mágica. Unas veces era un talle de mujer; otras,
1121     14|          gabinete había otro cerrado. Era el de la habitación en que
1122     14|     forcejeaba por desasirse. «¿Quién eraImposible distinguirlo;
1123     14|              el de los brazos? ¿Quién era? ¿Por qué no salía al balcón?»
1124     14|        hablaba, pero tan quedo que no era posible conocerla por la
1125     14|         posible conocerla por la voz; era un murmullo cargado de eses,
1126     14|             El Magistral respiró. «No era ella, era Obdulia». En el
1127     14|      Magistral respiró. «No era ella, era Obdulia». En el balcón no
1128     14|             se alejó a buen paso. «No era ella, de fijo no era ella -
1129     14|               No era ella, de fijo no era ella -iba pensando -. Era
1130     14|             era ella -iba pensando -. Era la otra».~ ~ ~ ~
1131     15|            misma, sin preguntar quién era, segura de que tenía que
1132     15|             puesta con dos cubiertos. Era temprano para cenar, otras
1133     15|      paciencia y salió tras ella. «No era todavía hora de cenar, faltaban
1134     15|              con el primer plato, que era una ensalada.~ ~ -¿No te
1135     15|            ojos. De todas maneras, le era antipática. Su madre la
1136     15|             Dónde ha comido usted?~ ~ Era inútil mentir, además de
1137     15|              no mandé aviso... porque era ridículo, porque allí no
1138     15|               madre se asustara, como era natural? ¿Y qué has hecho
1139     15|               su manera, desde lejos. Era el suyo un cariño opresor,
1140     15|             Fermo, además de su hijo, era su capital, una fábrica
1141     15|         Provisor de Vetusta. El mundo era de su hijo, porque él era
1142     15|             era de su hijo, porque él era el de más talento, el más
1143     15|             más hermoso; pero su hijo era de ella, debía cobrar los
1144     15|             sueños de avaricia. Paula era de niña rubia como una mazorca;
1145     15|             ausente. A los nueve años era Paula una espiga tostada
1146     15|                El cura no trabajaba y era más rico que su padre y
1147     15|         chicuela y aseguró a Rita que era una Teresa de Jesús en ciernes.
1148     15|               la casa Rectoral. Paula era entonces una joven alta,
1149     15|      esclavitud. Tenía fama de santo; era un joven que predicaba moralidad,
1150     15|          reparando al cenar que Paula era mal formada, angulosa, sintió
1151     15|               casa del cura, de quien era algo pariente, la había
1152     15|            vecinos dijeron que Fermín era hijo del cura, quien dotó
1153     15|        peluconas. Francisco De Pas no era interesado; siempre había
1154     15|      trabajaba por los dos. Francisco era muy fantástico, según su
1155     15|             compañía del parroquiano. Era rumboso y en el calor de
1156     15|      artillero vencía siempre; fuerte era como un roble Paula, pero
1157     15|             que había de ser clérigo. Era Fermín ya un mozalbete como
1158     15|             seminario, la sotana, que era la toga del hombre libre,
1159     15|               esta época; la ganancia era segura y muy superior a
1160     15|       obedecía, y cuando el estrépito era horrísono, tapaba los oídos
1161     15|               a su hijo. Aunque ya no era joven, su cuerpo fuerte,
1162     15|         Fermín no acudía; pensaba que era una riña entre mineros.
1163     15|              la taberna de Paula todo era falsificado; ella compraba
1164     15|             los naipes.~ ~ El consumo era mucho, la ganancia en cada
1165     15|             las pesetas, pero aquello era como agua del mar para el
1166     15|              Sin embargo, el canónigo era un santo, la traición no
1167     15|             Don Fortunato Camoirán no era capaz de traiciones. Le
1168     15|               que podía sisar al ama. Era el canónigo incapaz de gobernarse
1169     15|          llegó a comprender que Paula era sus ojos, sus manos, sus
1170     15|            mozo le enamoraba también; era tan discreto, tan sagaz
1171     15|               con abandonarle. «-¡Eso era absurdoSolo ya no podría
1172     15|           podía lo que podía... ¡y él era un ingrato!~ ~ A esta conclusión
1173     15|         riquezas y honores.~ ~ «-¡Sí, era un ingrato!, ¡un ingrato!»,
1174     15|               que él tenía a su madre era cosa tierna, grande, digna,
1175     15|             sintiendo! Oh, para él no era nuevo, no, sentir oprimido
1176     15|          estaba seguro que aquello no era amor. El mundo entero, y
1177     15|       inocente. «¡Si sabría él lo que era bueno y lo que era malo!
1178     15|             lo que era bueno y lo que era malo! Su madre le quería
1179     15|         faltaba compañía en el mundo; era indudable».~ ~ De una casa
1180     15|         aquella música insinuante, ya era molicie, ya era placer sensual,
1181     15|        insinuante, ya era molicie, ya era placer sensual, peligroso:
1182     15|              o lo que fuese.~ ~ Abajo era día de cuentas. Muy a menudo
1183     15|            derecho mercantil. Froilán era un esclavo blanco de doña
1184     15|         Magistral.~ ~ Este matrimonio era una recompensa para Juana,
1185     15|             Creía comprender. Pero él era muy filósofo: no se paraba
1186     15|          Froilán no se sublevó. Juana era muy buena moza y sabía cuidar
1187     15|             que suponía la señora.~ ~ Era el único secreto que había
1188     15|            afeitado.~ ~ Allí lo serio era el dinero. Las cuentas siempre
1189     15|           ajustadas, limpias. Froilán era fiel por conveniencia y
1190     15|              el recuento de la moneda era un culto. Desde niño se
1191     15|              acera, ya por el arroyo. Era don Santos Barinaga, que
1192     15|             Se quitó el sombrero, que era verde, de figura de cono
1193     15|       aprobación... «Conocía aquello; era la Traviata o el Miserere
1194     15|             ellas..., porque creí que era usted... una persona decente...
1195     15|              te  Dios! Jesús... que era un gran liberal, como el
1196     15|        profunda... Sí, él oía algo... era el choque de las monedas,
1197     15|            las monedas, pero el ruido era confuso, podía conocerse
1198     15|             no debía de oírse nada... era imposible... Mas la idea
1199     15|               tienda de Barinaga, que era también entrada de la casa.
1200     15|              Santos en la tienda, que era como el Magistral se la
1201     15|       Celestina, la hija de Barinaga, era una beata ofidiana, confesaba
1202     15|            además es un hereje?» Esta era otra triste gracia. A pesar
1203     15|             de mártir, pero el mártir era él.~ ~ Como don Santos había
1204     15|              a Celestina. Recordó que era la joven que había visto
1205     15|            había dicho el sereno, ¡ya era mañana!, es decir, ya era
1206     15|             era mañana!, es decir, ya era hoy; dentro de ocho horas
1207     16|          puede ser».~ ~ Ana Ozores no era de los que se resignaban.
1208     16|             símbolo del universo, que era así, ceniza, frialdad, un
1209     16|              entero a una mujer. Ella era también como aquel cigarro,
1210     16|           Shakespeare. Sólo la virtud era cosa sólida. En este mundo
1211     16|               felicidad, la tierra no era el centro de las almas decididamente.
1212     16|               lo cual lo más acertado era morirse; y así, el redactor,
1213     16|              to be or not to be. ¿Qué era el más allá? Misterio. De
1214     16|          tristeza de la Regenta; esto era peor que las campanas, más
1215     16|              más mecánico, más fatal; era la fatalidad de la estupidez;
1216     16|      estupidez; y también ¡qué triste era ver ideas grandes, tal vez
1217     16|              los tontos...! «¡Aquello era también un símbolo del mundo;
1218     16|   Probablemente, ¡y qué desconsolador era tener que echar sobre sí
1219     16|              de la Cruz! Y lo peor no era que los versos fueran malos,
1220     16|              y catafalcos portátiles. Era el luto oficial de los ricos
1221     16|               a la solemnidad del día era en la ventaja positiva de
1222     16|         explicaba aquello. ¡Qué mujer era Ana! Ella estaba segura
1223     16|               chica comía tierra; Ana era también romántica (todo
1224     16|             romántica (todo lo que no era parecerse a ella lo llamaba
1225     16|                pero lo que ella temía era que el Provisor, por hacer
1226     16|           hacerla beata. ¡Qué horror! Era preciso evitarlo. Ella,
1227     16|        ocurrido que aquel espectáculo era fuente de placeres secretos
1228     16|            que le lastima al gozarlo; era el único placer intenso
1229     16|             aquella nueva pasioncilla era cosa más vehemente. Quería
1230     16|      tentativas, y donde se insinuaba era en el Espolón, con miradas
1231     16|           prosaico, callejero. Visita era el papa de aquel dogma antirromántico.
1232     16|             luna medio minuto seguido era romanticismo puro; contemplar
1233     16|              comer poco... ¡oh!, esto era el colmo del romanticismo.~ ~ -
1234     16|              del Vivero sentía Anita, era romanticismo refinado, en
1235     16|              ataque franco, personal -era la palabra técnica en su
1236     16|        presumiese a veces su vanidad, era que la Regenta soñaba casi
1237     16|             se rendía a discreción, y era masa inerte en poder del
1238     16|              principal, lo primero no era querer saber a la fuerza
1239     16|              lo principal, lo primero era mostrarse discreto, desapasionado,
1240     16|               cosas.~ ~ «Lo principal era no violentar el espíritu
1241     16|               camino llano; para esto era necesario caminar en zig-zag,
1242     16|             quién soñaba la Regenta? ¿Era una persona determinada...?
1243     16|           acusado otras veces. Verdad era que la idea de ser objeto
1244     16|             asunto tan miserable como era aquella lucha con los vetustenses
1245     16|       indómitos. Sí, lo que él quería era una afición poderosa, viva,
1246     16|    indiscutible de la diócesis. Ya lo era, aunque discutido, y aquello
1247     16|              lo que estaba convencida era de que en Vetusta se ahogaba;
1248     16|           razón se podía asegurar que era el peor de los poblachones
1249     16|             explicar; pero ella, ella era la que caía de lo alto a
1250     16|          cerviz, cola larga y espesa. Era el animal de pura raza española,
1251     16|        acuerdo, de lo inhabitable que era Vetusta. Ana estaba locuaz,
1252     16|            podría encontrarse con que era lo más inexpugnable lo que
1253     16|             en la plaza. Lo que hacía era aproximarse lo más que podía
1254     16|          abnegación y sacrificios; no era la fortaleza, más o menos
1255     16|               desabridos, infecundos; era cosa nueva, era un relajamiento,
1256     16|           infecundos; era cosa nueva, era un relajamiento, algo que
1257     16|               hora, o por lo menos no era aquel cuarto de la hora
1258     16|             vivo, de gracia y fuerza. Era una especie de resurrección
1259     16|         llenando la plaza de repente. Era un rayo de sol en una cerrazón
1260     16|            una cerrazón de la niebla, era la viva reivindicación de
1261     16|            los campanarios...~ ~ Ello era que, sin saber por qué,
1262     16|         naturaleza, en el aire libre, era la realidad racional, la
1263     16|                  se sublevaba...» Así era el cuarto de hora de Anita,
1264     16|             malo, y siempre decía que era mucho mejor el Don Juan
1265     16|               y crítico de El Lábaro, era un antiguo corral de comedias
1266     16|    prescindiendo de la buena crianza. Era un axioma vetustense que
1267     16|           guardaban prudente reserva; era Obdulia quien se daba aires
1268     16|             ella que a tanto llegase, era seguir la corriente. «En
1269     16|         lecciones y consejos. Tal vez era esto lo más profundo en
1270     16|               de pensar lo mismo; que era absurdo que la vida pasase
1271     16|               una muerte, que el amor era un derecho de la juventud,
1272     16|              la juventud, que Vetusta era un lodazal de vulgaridades,
1273     16|           vulgaridades, que su marido era una especie de tutor muy
1274     16|             fondo de su espíritu, que era una especie de subsuelo
1275     16|              Robustiano Somoza, y que era el fondo de su ser, lo más
1276     16|              lo más suyo, lo que ella era, en suma, de aquello no
1277     16|            cómo; temiendo que aquello era una cita y una promesa;
1278     16|                 El palco de Vegallana era una platea contigua a la
1279     16|       enfrente -izquierda del actor - era la de Mesía y otros elegantes
1280     16|               los cuales el principal era don Frutos Redondo, sin
1281     16|              llamaba en todas partes, era la más distinguida, la que
1282     16|          conquistador serio del bando era don Álvaro y todos le envidiaban
1283     16|           palco de Vegallana. Trabuco era el núcleo de la que se llamaba
1284     16|              Y como la bolsa del otro era respetada y sólo se atrevían
1285     16|             hecho. La ópera, la ópera era el delirio de aquellos escribanos
1286     16|              lo envidiaba Ronzal, que era amigo político de Vegallana;
1287     16|              diciendo que la Marquesa era republicana y que escribía
1288     16|           aplaudiese en escena que no era de empeño.~ ~ -¡Mire usted
1289     16|             que nunca hice caso...~ ~ Era el cómico alto, rubio -aquella
1290     16|             un muerto. «¡Pero aquello era grave, muy grave!» Y la
1291     16|              a ella en aquel instante era un triste despertar. Capas
1292     16|             con disimulo. La González era cómica por amor; se había
1293     16|               la enamorada joven, que era hija de padres ricos, se
1294     16|             papeles de virgen amante. Era muy guapa, y con el hábito
1295     16|           ojos.~ ~ «¡Ay!, sí, el amor era aquello, un filtro, una
1296     16|            locura mística; huir de él era imposible; imposible gozar
1297     16|              el caserón de los Ozores era su convento; su marido,
1298     16|         dinástico la entendía, que no era como aquellos vetustenses
1299     16|        espinas de la realidad... Esto era el colmo de la distinción
1300     16|          espiritual y melancólica que era puramente de apariencia;
1301     16|           ustedes... mírele usted.~ ~ Era verdad; estaba allí disputando
1302     16|               endemoniada!» Y lo peor era que no había probabilidades
1303     16|            con sus rodillas...~ ~ Que era lo que estaba haciendo Paquito
1304     16|             Inés, le preguntaba si no era verdad que en aquella apartada
1305     16|            aquel miserable cuerpo que era propiedad de don Víctor
1306     16|             de la luna... ¡Si aquello era romanticismo, el romanticismo
1307     16|         romanticismo, el romanticismo era eterno...!» Doña Inés decía:~ ~ ~ ~
1308     16|            una compasión infinita. No era ya una escena erótica lo
1309     16|        erótica lo que ella veía allí; era algo religioso; el alma
1310     16|                  no sabía a qué; ello era que se sentía desfallecer
1311     16|               como un maestro; cuando era aficionado a representar
1312     16|              dura), comprendiendo que era muy ridículo batirse mal
1313     16|            voy a mi tesis... Mi tesis era..., ¿qué...?, ¿usted recuerda?~ ~
1314     16|            con una espada en la mano. Era la espada de Perales en
1315     16|            quería algo..., y creí que era una pesadilla..., pero no
1316     16|               se habría propasado...! Era absurdo».~ ~ Petra, después
1317     16|          tuviese por poco enérgico, y era muy poco enérgico en su
1318     16|             casi cariñoso de la carta era traidor... ¡Aquello no era
1319     16|            era traidor... ¡Aquello no era digno de ella! Para don
1320     17|               de aquel mismo día, que era el de Difuntos, Petra anunció
1321     17|     extraordinaria visita.~ ~ El caso era que el motivo... no podía
1322     17|       ridículo por culpa de su amiga. Era el caso que en Vetusta los
1323     17|              al aire; su contendiente era el Arcediano, el señor Mourelo,
1324     17|          sostenía que la Regenta o no era devota de buena ley, o no
1325     17|        Humíllate y ya te ensalzarás», era su máxima, que no tenía
1326     17|             Ana se sentía ya bien, no era malo estar al aire libre.~ ~
1327     17|              a aquel santo varón, que era perseguido por sus virtudes
1328     17|           como un santo; pero ayer... era día prohibido.~ ~ -Ya no
1329     17|             no es eso. Ayer el teatro era espectáculo tan inocente
1330     17|        comprendió que su cliente («él era un médico del espíritu»)
1331     17|              se acordaba de que aquél era hombre, y se hubiera sentado
1332     17|               no tenía preparado, que era sólo una idea vaga que había
1333     17|            ideas.~ ~ «Oh, sí, aquello era mejor; sin perjuicio de
1334     17|                para dar a Dios lo que era de Dios, Ana aceptaba aquella
1335     17|             loca, pero que aquello no era nuevo en ella; que muchas
1336     17|              sin límites y una fe que era una evidencia... Un día
1337     17|              llorar; aquel llanto que era al principio muy amargo,
1338     17|             un globo de colores. ¿Qué era aquello? Demasiado sabía
1339     17|           Demasiado sabía ella que no era piedad verdadera, que con
1340     17|               en el palco de Anita) y era necesario evitar la repetición
1341     17|             un amor universal, que no era ridículo por más que se
1342     17|             preguntó por su mujer; no era esto nuevo en él; solía
1343     17|               tenía debajo del brazo. Era una máquina de cargar cartuchos
1344     17|              lo de la vida beata.~ ~ «Era ya tiempo de que Ana procurase
1345     17|         ocupaciones de la vida buena. Era necesario que Anita frecuentase
1346     17|               la vergüenza de ver que era vanidad muy grande creerse
1347     17|           como a la otra».~ ~ La otra era Teresina, su criada.~ ~
1348     17|             amigo íntimo de Quintanar era el dictador en aquel pueblo
1349     18|            que la gota eterna horada, era la expresión muda del valle
1350     18|               La desolación del campo era resignada, poética en su
1351     18|               soledad triste y dulce, era profunda, sin rival: Quintanar
1352     18|               a viejo sin saber «cuál era su destino en la tierra»,
1353     18|            quedaban algunos resabios. Era el espíritu del ex-regente,
1354     18|              bando municipal; pero no era, en rigor, más que una pasta
1355     18|              agradaban a su mujer. No era que Anita se los impusiese,
1356     18|           tecnicismo jurídico, y esto era lo único que en él quedaba
1357     18|               para algo había nacido, era, sin duda, para cómico de
1358     18|          responsabilidad, pero él... «era ante todo un artista». ¡
1359     18|             pisarlas dignamente! Este era el torcedor de su espíritu.
1360     18|       judicial, complicada máquina; y era cazador, botánico, inventor,
1361     18|         imagen y semejanza, en cuanto era posible. Salía Quintanar
1362     18|           caza. Pero la caza antes no era más que un ejercicio de
1363     18|            los vetustenses decían que era un chiflado, un tontiloco.~ ~
1364     18|               espíritu. «La humanidad era mala pero no tenía la culpa
1365     18|         sublime poesía! ¡Cuán difícil era admirar la creación para
1366     18|             acordarse de que el cielo era un sudario en vez de un
1367     18|             como debiera. Para Visita era el tiempo siempre el mismo,
1368     18|         garganta que palpitaba tibia; era de ver el arte con que sus
1369     18|            que se daban por el globo, era el mayor placer que gozaba
1370     18|         sensual que, según Bermúdez, «era la característica del presente
1371     18|              poética». El gabinete no era grande, eran muchos los
1372     18|             al agujero de costumbre y era de oír, por ejemplo, la
1373     18|              agua. El elemento devoto era todo el pueblo en llegando
1374     18|     calificaba él; se empeñaba en que era piedad aquella ternura que
1375     18|          recitar de memoria plegarias era un ejercicio inútil, soporífero,
1376     18|           pero ya veía don Fermín que era preciso volver a la blandura
1377     18|               lo que él estaba seguro era del efecto profundo y saludable
1378     18|             por su hermosura exterior era ofender la santidad del
1379     18|            sencilla.~ ~ Pero cada día era mayor la repugnancia de
1380     18|              hasta quería todo lo que era menester, a su juicio, le
1381     18|               sabía ella que su deber era amarle, cuidarle, obedecerle;
1382     18|    inteligente, amable! Y ahora... no era más que una máquina agrícola,
1383     18|               Paco creía que Frígilis era espiritista, opinión muy
1384     18|           amable y tranquila; pero no era el caballo talismán como
1385     18|             una venganza... ¡Y además era casi imposible! Pocas veces
1386     18|              más que cabeza de ratón; era poco ser jefe de un partido,
1387     18|              de un partido, que nunca era poder, en una capital de
1388     18|            considerando que ante todo era un hombre político. Lo de
1389     18|               semanas en pocos meses, era un nuevo motivo para retrasar
1390     18|               oficio que había tomado era miserable..., pero buena
1391     18|      interiores: aquel anhelo villano era una pasión cada día más
1392     18|           pasión cada día más fuerte, era de un saborcillo agridulce
1393     18|            dulzuras de la confitería. Era una pasión, una cosa que
1394     18|                de sala y cocina, y no era su hogar una taza de plata,
1395     18|          marinero.~ ~ Pero tanto afán era inútil; ni Visita, ni Paco,
1396     18|              si al menos se viera que era indiferencia aquella fortaleza!
1397     18|               estaba interesada. Esto era lo que les irritaba más,
1398     18|              máquina eléctrica». Esto era humillante para la religión
1399     18|            depresivo para don Fermín; era, de otro modo, un jarro
1400     18|               fuese, presentarse, que era lo que él quería, lo que
1401     18|             que él necesitaba. Verdad era que no habían quedado en
1402     18|             no estaba bien, que él no era un saco para dejarlo arrimado
1403     18|               pared, que la piedad no era cosa de juego y que los
1404     18|             estarían. ¿Qué expedición era aquélla? Necedades de don
1405     18|             llovería... pero ¿y qué? ¿Era ésa razón suficiente para
1406     18|        enemigo al campo? Porque aquél era el enemigo, sí, don Fermín
1407     18|       cristales de unas gafas de oro. Era muy morena, la frente muy
1408     18|             labios pálidos y gruesos. Era alta, ancha de hombros,
1409     18|            virgen vetusta. El vestido era negro, hábito de los Dolores,
1410     18|            almohadillada; el ambiente era tibio y estaba ligeramente
1411     18|               nunca me dijo usted que era un desaire que yo le hacía
1412     19|              como su misión principal era consolar a los afligidos
1413     19|            disimular su indiferencia; era nueva en la casa y venía
1414     19|          noche. «¡Su Quintanar! Aquél era el verdadero amigo, el padre,
1415     19|               la frente y dijo que no era nada, que tenía razón Somoza,
1416     19|              ingleses?~ ~ -Sí, sí, él era.~ ~ -¿Y el que dice que
1417     19|       testigos.~ ~ «¡Ay, sí!, aquello era el padre, la madre, el hermano,
1418     19|             en el mundo, su Quintanar era suyo». Eterna fidelidad
1419     19|        perdonándoselo todo. La verdad era que don Víctor había querido
1420     19|               su lecho, consideró que era un contratiempo serio la
1421     19|             compañía de zarzuela, que era un género híbrido, sin embargo,
1422     19|            sugirió un remordimiento. «Era un egoísta, no pensaba en
1423     19|              físico-químicos, siempre era verde o amarillo), las equivocaciones
1424     19|          sangre circular, y creía que era así..., una cosa como el
1425     19|             estado...~ ~ El sustituto era un muchacho inteligente,
1426     19|          Declaró que la enfermedad no era grave, pero sí larga, y
1427     19|             con tal dolor, que al fin era la vida, prueba de que ella
1428     19|              vida, prueba de que ella era quien era. Si don Víctor
1429     19|          prueba de que ella era quien era. Si don Víctor hablaba a
1430     19|               que parecía alma, según era íntimo. Todos los días había
1431     19|              y cumplió como bueno; si era a veces importuno, descuidado,
1432     19|             descuidado, o poco hábil, era sin conciencia. Después
1433     19|             El sustituto de Somoza no era hablador, pero se divertía
1434     19|         preocupaban al amo de la casa era el de la pluralidad de los
1435     19|              contra su reposo. «Él no era de piedra. No podría resistir...»~ ~
1436     19|             Naturaleza! En rigor todo era uno, Dios el autor de todo».
1437     19|           llamaba a Quintanar, aunque era el único ser vivo de quien
1438     19|              en el mundo». Y el mundo era plomizo, amarillento o negro
1439     19|              según los días; el mundo era un rumor triste, lejano,
1440     19|             olas rencorosas; el mundo era una contradanza del sol
1441     19|              lo de fuera: su realidad era otra, aquello la máscara. «
1442     19|              Nadie amaba a nadie. Así era el mundo y ella estaba sola».
1443     19|          cuerpo y le pareció tierra. «Era cómplice de los otros, también
1444     19|              más al mundo que a ella, era más del mundo que de ella». «
1445     19|               de un reloj de la casa. Era la hora de una medicina.
1446     19|              la hora de una medicina. Era aquella tarde el encargado
1447     19|             huerto, en Loreto, cuando era niña, y creyó oír voces
1448     19|              cándida fe de entonces. «Era una casualidad, pura casualidad
1449     19|               pensado en él despacio; era una de tantas creencias
1450     19|              creencia. Pero otra cosa era en esta ocasión; el Infierno
1451     19|            ocasión; el Infierno ya no era un dogma englobado en otros;
1452     19|               en el Infierno. Sí, sí, era material o lo parecía, ¿
1453     19|               mundo! ¡Había infierno! Era así..., la podredumbre de
1454     19|          salud; la memoria, firme, no era ya un tormento ni se mezclaba
1455     19|               de que quería acusarse; era relator la memoria, fiscal
1456     19|              aquella tarde de sol que era una fiesta del cielo; la
1457     19|           quererla, adorarla, eso sí: era dulce, era suave, era un
1458     19|          adorarla, eso sí: era dulce, era suave, era un placer tranquilo,
1459     19|             sí: era dulce, era suave, era un placer tranquilo, profundo...
1460     19|           cantidad de tiempo posible. Era una villanía, pero recurrió
1461     19|               rutinario!~ ~ Quintanar era inagotable en el capítulo
1462     19|             estas confidencias; Mesía era una especie de rival de
1463     19|               en su casa.~ ~ La frase era:~ ~ -¿Vamos a la Rinconada?~ ~
1464     19|               no consentía don Álvaro era que se pasase revista a
1465     19|       inútiles. El único bicho que le era simpático a don Álvaro era
1466     19|            era simpático a don Álvaro era un pavo real disecado por
1467     19|              gabinete.~ ~ El gabinete era otro museo: estaban allí
1468     19|             efecto, yacía enroscado y era verdinegro el bulto... No
1469     19|             no domaba fieras; aquello era la cadena que él había arrastrado
1470     19|               tenía que confesárselo, era el más intenso que había
1471     19|      saboreado en su vida. Poco decir era, porque ¡había gozado tan
1472     19|         Además, quien mandaba en casa era su marido, no era ella. ¿
1473     19|             en casa era su marido, no era ella. ¿Buscaba ella a Mesía?
1474     19|             la paz del alma. Lo mejor era callar, estar alerta y...
1475     19|            que con ser poco tal calor era la más viva hoguera a que
1476     19|            Álvaro. El pobre Ripamilán era invitado, pero decía que
1477     19|                cualquier cosa; el pan era duro, ¡mejor!; el vino,
1478     19|             locuras; y, por supuesto, era, según él, indispensable
1479     19|           sueño; se hablaba de lo que era el mundo, de lo que era
1480     19|               era el mundo, de lo que era la sociedad, de lo que era
1481     19|            era la sociedad, de lo que era el tiempo, de la muerte,
1482     19|              Frígilis a la naturaleza era más de marido que de amante,
1483     19|              tanto tiempo a Quintanar era un martirio».~ ~ Don Álvaro
1484     19|             bramaba en cuanto podía. «Era mejor vivir como todos,
1485     19|            oír sollozos comprimidos. «Era preciso seguirle o abandonarle:
1486     19|         seguirle o abandonarle: él no era el capellán complaciente
1487     19|            como lacayo espiritual; él era el padre del alma, el padre,
1488     19|             yo había soñado que ya no era Vetusta para mí cárcel fría,
1489     19|         trabajaba por salvarla, y que era tan elocuente y que tanto
1490     19|            correspondiera. Pero la fe era tibia; por allí no se iba
1491     19|               Cid venciendo moros. No era ella, era su cuerpo el que
1492     19|         venciendo moros. No era ella, era su cuerpo el que llevaban
1493     19|         pesadumbre!»~ ~ «¡Esta sí que era resolución firme! Iba a
1494     19|         compactas; el papel blanco no era un abismo sin fondo, sino
1495     20|        Hermandad, natural de Vetusta, era de familia portuguesa; y
1496     20|              que sí ni que no; cierto era que él tenía un poco de
1497     20|               porque creía que «quien era recto como espíritu, digámoslo
1498     20|          neutral: quería decir que le era indiferente esta cuestión,
1499     20|            regiones. Él en este mundo era principalmente un altruista,
1500     20|              de la Juventud Católica, era millonario gracias a los
1501     20|              a los fanáticos.~ ~ «¿No era él un filósofo? Bien sabía
1502     20|             de que bien lo sabía Dios era una frase hecha, como él
1503     20|               hay para qué ocultarlo. Era público y notorio. Don Pompeyo
1504     20|        público y notorio. Don Pompeyo era el ateo de Vetusta. «¡El
1505     20|            aclimataba esta planta; él era el único ejemplar, robusto,
1506     20|          fanáticos de que no mordía. «Era el león enamorado de una
1507     20|           echarle una mala maldición: era como un oso viejo, ciego
1508     20|               completamente solo, que era el único. De aquellas discusiones,
1509     20|              lleno de amargura» (y no era verdad, el remordimiento
1510     20|              de que aquello del juego era cosa mucho más seria que
1511     20|          decía Ronzal, que todavía no era sabio -, yo creo todo lo
1512     20|           cuestión de la inmortalidad era con la que abría don Pompeyo
1513     20|         predicando ateísmo.~ ~ «¡Éste era el estado del libre examen
1514     20|               vuelo. Pero nada. ¡Todo era hablar mal del clero! Se
1515     20|          resultó espiritista; el jefe era un estudiante madrileño
1516     20|              sin darse cuenta de ello era idólatra de aquella palabra
1517     20|               don Fortunato Camoirán, era una persona respetable,
1518     20|               sus polémicas. Frígilis era apóstol ferviente del transformismo;
1519     20|             diré a usted. Pío Nono me era... hasta simpático..., reconocía
1520     20|               vivía, pues su comercio era de objetos del culto.~ ~
1521     20|               creer que Jesucristo no era más que una constelación;
1522     20|                     El café de la Paz era grande, frío; el gas amarillento
1523     20|         Santos al ateísmo, «pero éste era un grado de perfección filosófica
1524     20|         cuerpo del enfermo; cada paso era un triunfo; la cabeza se
1525     20|           monótona, inarticulada, que era a su modo expresión de una
1526     20|            Provisor y a doña Paula. «¡Era escandaloso, ciertamente,
1527     20|              murmuración.~ ~ «Lo peor era que, con razón o sin ella,
1528     20|            vida es ejemplar. Si antes era una señora virtuosa, como
1529     20|              El escándalo crece...~ ~ Era verdad. Tal maña se daban
1530     20|           estaba ella para salvarle». Era lo principal visitar al
1531     20|           Ozores, la dichosa Regenta, era ya barragana (esta palabra
1532     20|            Cruz Roja y de don Santos, era porque el otro negocio,el
1533     20|           evitara el ruido ante todo. Era inútil. Muchos vecinos ya
1534     20|            que no hablaba la multitud era del asunto de las faldas.
1535     20|                la generación nueva no era clerófoba más que a ratos;
1536     20|            clerófoba más que a ratos; era amiga de la taberna, no
1537     20|             los demás burgueses. Malo era el fanatismo, pero el capital
1538     20|            fanatismo, pero el capital era peor. No había en los barrios
1539     20|             las sotanas. El Magistral era allí más despreciado que
1540     20|             obra suya exclusivamente, era don Álvaro Mesía. Ya aborrecía
1541     20|              de muerte al Magistral. «Era el primer hombre ¡y con
1542     20|       sensible y condescendiente (que era el primer paso), convertirse
1543     20|               solo con ella. La lucha era desigual. Durante la primera
1544     20|              visiones celestes... Ana era otra para él. No le miraba
1545     20|           pedía sangre! Sí, pero ésta era otra». Si don Álvaro se
1546     20|         vencedor, al cura. Don Fermín era el de siempre; arrogante
1547     20|              materialismo subrepticio era más radical que nunca. «
1548     20|       volviera al Casino! Oh, aquello era demasiado. No pudo sostener
1549     20|              presencia del Marquesito era el principal factor de aquella
1550     20|                al fin la aristocracia era algo, algo más que una palabra,
1551     20|             algo más que una palabra, era un elemento histórico, una
1552     20|               fuerza, que según ellos era su origen. Se declaraban,
1553     20|              vida, y de la moral, que era relativa según la opinión
1554     20|               de pie -; que el hombre era un animal de costumbres;
1555     20|            unos». Mesía hablaba poco; era su costumbre en tales casos.
1556     20|          veras interesante. Aunque él era sensualista, ¡qué diablo!,
1557     20|             sus hazañas. Este prurito era nuevo en él; no lo había
1558     20|          sectario al maestro. Aquélla era palabra de sabiduría.~ ~
1559     20|             vez en cuando el silencio era interrumpido por carcajadas
1560     20|              carcajadas estrepitosas; era que una aventura cómica
1561     20|               mismo, por saber que él era todavía quien era.~ ~ «Las
1562     20|              que él era todavía quien era.~ ~ «Las trazas del amor
1563     20|             casi siempre malas artes; era un soñador el que pensase
1564     20|                abuela, hermanos; ella era pura como un armiño... Mesía
1565     20|             con su hermosa presencia; era dulce, cariñoso, tenía blanduras
1566     20|          César en Munda, por la vida. Era Ramona, señores, morena;
1567     20|          oprimidos, inertes. Mi deseo era más poderoso, porque tenía
1568     20|             que él sentía que su alma era inmortal: había otro mundo,
1569     20|              carreteras. Además, Dios era misericordioso, hacía la
1570     20|             pensando que todo aquello era muy soso sin mujeres.~ ~
1571     20|             los más prudentes, en que era preciso fundar seriamente
1572     20|              a don Pompeyo a su casa. Era una mañana de junio alegre,
1573     20|           Aquello de acostarse de día era una revolución que mareaba
1574     20|               haría saltar al Obispo, era lo que se refería al abuso
1575     20|           aquella ausencia. Suspiró. «Era un nuevo contratiempo, nuevo
1576     20|               en las manos el Kempis; era un ejemplar nuevo, pero
1577     20|           Regenta». Ya se vería. Pero era doloroso aplazar otra vez,
1578     21|            aprovechar el buen tiempo; era la época del año en que
1579     21|               que compadece. Petra le era antipática. La temía sin
1580     21|              pasión; tenía un ídolo y era feliz entre sobresaltos
1581     21|            Santa Teresa, al escribir, era guiada por el Espíritu Santo,
1582     21|             tenía tampoco. Pero mejor era su suerte en lo tocante
1583     21|      enternecida. «¡Qué grande hombre era y cuánto le debía! ¿Quién
1584     21|               ella muchas noches, que era uno de sus caprichos de
1585     21|          sobre todo, la retórica, que era indispensable emplear, porque
1586     21|          máquina y muy poco. Teresina era ya toda del señorito; nada
1587     21|             preguntaba doña Paula.~ ~ Era un pobre o uno del pueblo.
1588     21|            valdría aquello..., sí..., era demasiado..., era un escándalo.
1589     21|              sí..., era demasiado..., era un escándalo. Si el decoro
1590     21| descubrimiento la satisfacía; aquello era obra suya al fin y al cabo,
1591     21|           mandó a tiempo (creo yo que era a tiempo; ¿verdad, hermano
1592     21|              hechizo, aquel ídolo que era prenda del amor infame;
1593     21|           mejillas y labios. «Aquello era vivir; lo demás era vegetar.
1594     21|           Aquello era vivir; lo demás era vegetar. Ana era, al fin,
1595     21|             lo demás era vegetar. Ana era, al fin, todo aquello que
1596     21|                un placer doloroso que era la emoción más fuerte de
1597     21|             bueno, esto bastaba, esto era el hecho, la realidad. ¿
1598     21|              nombre? Lo que importaba era la cosa, no el nombre. Además,
1599     21|            veritas in intellectu...». Era un seminarista de primer
1600     21|        sórdidas de su madre de que él era ejecutor, las calumnias,
1601     21|               hasta el hartazgo; esto era vergonzoso, más que por
1602     21|             bromas lisonjeras. «Bueno era él».~ ~ -¿Ha visto usted -
1603     21|               vencedor de la Regenta. Era caso de envidia. Pero convenía
1604     21|               a las once, recordó que era día de conferencia en la
1605     21|            Catecismo de las Niñas. Él era el director de aquella institución
1606     21|              de igual paño. El sillón era para el Magistral, los taburetes
1607     21|             la inmortalidad del alma. Era rubia, de un blanco de jaspe,
1608     21|         imponente de su voz metálica. Era la obediencia ciega de mujer
1609     21|              dentro, por el alma. Sí, era obra suya aquel fanatismo
1610     21|           deslumbrador; aquella rubia era la perla de su museo de
1611     21|                No le gustaba aquello; era poca formalidad. «¡Diablo
1612     21|             le pasaba probaba que aún era joven, que no era por necesidad
1613     21|             que aún era joven, que no era por necesidad disfrazada
1614     21|         tiempo de Noé. Le parecía que era otro Provisor aquel de quien
1615     21|           muerto? Ahora el don Fermín era otro, otro que despreciaba
1616     21|       adquiría para él nuevo sentido, era más realidad. Se acordaba
1617     21|              compasión. «La filosofía era una manera de bostezar.
1618     21|           manera de bostezar. La vida era lo que sentía él; él, que
1619     21|             imaginación. «Las novelas era mejor vivirlas».~ ~ Cosas
1620     21|              Víctor en el comedor. Ya era amigo de confianza. Durante
1621     21|             Víctor, y éste, aunque le era algo antipático el Magistral,
1622     21|             sea el imperio. «El clero era absorbente». Sobre todo
1623     21|             todas suertes la elección era una honra para ellos, aunque
1624     21|              una amistad como la suya era un páramo inhabitable; para
1625     21|           vida ordinaria de los demás era como encerrarse en un cuarto
1626     21|              estrecho con un brasero. Era el suicidio por asfixia.
1627     21|           complicaciones nerviosas, y era preciso evitar que pudiesen
1628     21|            olvidaría a él, que al fin era un ser finito. Santa Teresa
1629     21|           único que en ellas valía no era de ellas, era de Dios, era
1630     21|          ellas valía no era de ellas, era de Dios, era cosa prestada. ¡
1631     21|            era de ellas, era de Dios, era cosa prestada. ¡Dichas!, ¡
1632     21|              aquel alimento. Pues así era el vivir para todas las
1633     21|              alegría. Porque el vivir era el estar sin Dios; el morir,
1634     21|               muy aguda. Lo principal era no hacer ruido. Si el gato
1635     21|              nunca reparaba en él; no era como antes, que le saludaba
1636     21|                Aquello de Ana también era una enfermedad, y grave,
1637     21|             él no sabía clasificarla. Era como si tratándose de un
1638     21|               como todo lo demás. Así era la enfermedad de Anita.
1639     21|         morada y ella se había reído. Era, por consiguiente, un guante
1640     21|          cabeza de Ana. Del Magistral era el guante, sin duda. Y Petra
1641     21|               Petra andaba en el ajo. Era encubridora. ¿De qué? Ésta
1642     21|            encubridora. ¿De qué? Ésta era la cuestión. De nada malo
1643     21|              malo debía de ser. Anita era virtuosa. Pero la virtud
1644     21|              virtuosa. Pero la virtud era relativa, como todo; y sobre
1645     21|             todo; y sobre todo, Anita era de carne y hueso. Frígilis
1646     21|            que a nadie había hablado. Era una prueba, no sabía de
1647     21|            santidad de la señora? Que era una hipócrita. ¡Si no fuera
1648     21|            tierra! ¡Ana resistía! ¡No era de tierra como ella!» Obdulia
1649     21|             mejor, no sabía dónde, no era en el estómago, era claro,
1650     21|                no era en el estómago, era claro, pero tampoco en el
1651     21|           pero tampoco en el corazón; era en el medio. Despertaba
1652     21|       pensamiento primero, sin falta, era para el Señor. Oía los gritos
1653     21|             la piedad matutina de Ana era optimista. El mundo era
1654     21|               era optimista. El mundo era bueno, Dios se recreaba
1655     21|            plasticidad de los cuerpos era una especie de bienestar
1656     21|             del mundo y veía que todo era bueno, según su género.
1657     21|            piedad de su padre, que ya era cristiano de los buenos,
1658     21|            todas horas, como antes lo era después de los ataques nerviosos
1659     21|                el mundo, bien mirado, era un montón de escorias. Él
1660     21|         tocaba a él como a cada cual, era un gravísimo inconveniente.
1661     21|                     Valiente filósofo era FrígilisDon Víctor le
1662     21|           plantar cebolletas, si todo era un soplo, nada...?» ~ «Corriente,
1663     21|        aquello de disgustarse de todo era poco divertido. ¿Qué iba
1664     21|       salvarse o no salvarse. Aquello era serio. A él le daba el corazón
1665     21|      recomendaciones, y la jubilación era cosa temporal..., conque
1666     21|              también recomendaciones! Era preciso entregarse a su
1667     21|            fuego de que se trataba no era material, era simbólico.~ ~ -
1668     21|              trataba no era material, era simbólico.~ ~ -No es de
1669     21|              delicias inefables. Dios era no menos amable como Padre
1670     21|              con la conciencia de que era aquel recuerdo una llaga
1671     21|            huía derrotada... Mejor... era un favor especial de Dios».~ ~
1672     21|             que debía ser ya siempre, era aquello... el no verle...
1673     21|               enfermo.~ ~ Pero Visita era tambor de marina, como decían
1674     21|               sabía lo que quería; no era cosa de perder el tiempo;
1675     21|              saber lo de la ministra, era más de las entrañas que
1676     21|         entrañas que sus demás penas; era un dolor que la aturdía,
1677     21|         quería volver a empezar. Ella era de Jesús, lo había jurado.
1678     21|               jurado. Pero el enemigo era fuerte, mucho más de lo
1679     21|             de él. Antes la tentación era bella por el contraste,
1680     21|              de la victoria; ahora no era más que formidable; detrás
1681     21|         porque... no. Ahora el pecado era algo más que el adulterio
1682     21|              el adulterio repugnante, era la burla, la blasfemia,
1683     21|             el escarnio de Jesús... y era el infierno. Si caía en
1684     21|           complicada y bizantina, que era la que predominaba en Vetusta.
1685     21|                Él no se explicaba qué era aquello. No sospechaba que
1686     21|           sonrisita, una palabra, que era como la letra de una música
1687     21|      reflexionar sobre su situación. ¿Era aquello pecado? ¿Era aquello
1688     21|      situación. ¿Era aquello pecado? ¿Era aquello amor del que está
1689     21|            amistad la carne, que ella era la que se propasaba, la
1690     21|         aquella persecución le dolía, era necesario saber más, procurar
1691     21|      calumniado, que además del justo era el padre espiritual, el
1692     21|             con ella. «¿Creía Ana que era perfecto? ¿Que no había
1693     21|               Ay sí! Demasiado cierto era por desgracia». La confesión
1694     21|           Magistral, como ella creía, era un alma grande, que no había
1695     21|               que el peligro cada día era mayor. «Aunque la pasión
1696     21|             estaba seguro de ello) ni era amor a lo profano, ni tenía
1697     21|           encanto! Ya sabía él lo que era esto. Una locura grosera
1698     21|         Regenta se llamaría a engaño; era seguro».~ ~ Y después de
1699     21|               le comprendía. Frígilis era un estuco: en tratándose
1700     21|               el invierno le encogía: era un marmolillo. Y a su mujer
1701     21|             más que el dominó, que le era antipático por el ruido
1702     21|               mar inmenso... ¡Aquello era divertirse! Don Víctor suspiraba
1703     21|              la languidez espiritual. Era en efecto el mundo una laceria,
1704     21|            todo en el verano. Vetusta era un pueblo moribundo. Aquella
1705     21|             tan desnudos en invierno, era bien venida en primavera,
1706     21|            tiene mejor dibujo». Hasta era capaz de hacerse artista
1707     21|          alguno lo pasara bien: él no era egoísta».~ ~ «¿Pero qué
1708     21|             para estar alegre? Verdad era que su Anita era feliz por
1709     21|               Verdad era que su Anita era feliz por razones más altas.
1710     21|               tentación, que cada vez era más formidable; y cuanto
1711     21|          imponía la vida devota, ésta era la que más le agradaba.~ ~
1712     21|               Pero el núcleo quedaba: era el grupo numeroso y considerable
1713     21|              lo que fuese.~ ~ Vetusta era de ellos: la soledad del
1714     21|           aquellas montañas. Teresina era el ama de casa. Alegre todo
1715     21|              calle. Aquel tono alegre era más picante por el contraste
1716     21|               triste para don Víctor, era para el Magistral el tiempo
1717     22|              Salesas, en la celda que era, según Somoza, un inodoro,
1718     22|             médico de las monjas, que era dualista en materia de tisis.~ ~
1719     22|   cascaciruelas delató al Arcipreste; era su estilo humorístico: lo
1720     22|               poco a cualquier vecino era leída, comentada días y
1721     22|             arrebatos. Además, el mal era cierto; no por ser desatinada
1722     22|               acusación de los necios era menos poderosa y temible.
1723     22|          místico, observaba que ya no era aquello una marcha triunfal,
1724     22|       católico como el primero», ésta era su frase cada vez que decía
1725     22|              con otros disparates. No era esto lo peor, sino que la
1726     22|          gustaba estorbar. Además, no era él solo el que se retraía.
1727     22|               pero él, don Víctor, no era de la misma opinión; quería
1728     22|            confesarlo a nadie, que él era menos enérgico de lo que
1729     22|             menos veces en él. «Mejor era hablarse en casa de doña
1730     22|             alfombra de fieltro gris, era donde pasaban horas y horas
1731     22|                que no tenía nada, que era aprensión, que no había
1732     22|              reflexionar que por ella era todo aquello, que por ella
1733     22|           sobre el señorito; entonces era cuando el Magistral vivía
1734     22|             todo lo que decía y hacía era leña que echaba en una hoguera.
1735     22|           tenía su secreto. Su piedad era sincera, su deseo de salvarse
1736     22|               sombra, de su recuerdo; era el demonio, era el poderoso
1737     22|             recuerdo; era el demonio, era el poderoso enemigo de Jesús.
1738     22|          remedio que huir de él, esto era humildad; lo de antes, orgullo
1739     22|              Jesús despertaba en ella era de terror, de tristeza profunda,
1740     22|          hermano mayor, a don Fermín, era punzante, era el que traía
1741     22|             don Fermín, era punzante, era el que traía aquel asco
1742     22|              contestó que la cuestión era compleja... y le citó autores.
1743     22|               loca. «Oh, el ser bueno era además cuestión de talento.
1744     22|             de sus ideas, para lo que era necesario estar de guardia
1745     22|              estado al señor Barinaga era bien miserable, merecía
1746     22|              el cura de la parroquia. Era éste un anciano de rostro
1747     22|             un lenguaje culto, que no era ordinario en él, se negó
1748     22|            creo en Jesucristo..., que era... un grande hombre...,
1749     22|               del tendero de enfrente era una complicación».~ ~ De
1750     22|        complicación».~ ~ De Pas ya no era el mismo que sentía remordimientos
1751     22|               por el arroyo; ahora no era más que un egoísta, no vivía
1752     22|           Magistral y su energía.~ ~ «Era verdad, tenía a S. I. en
1753     22|                El que entraba y salía era el Chato, Campillo, que
1754     22|             de la casa del Magistral. Era la calle de los Canónigos,
1755     22|                como usted y como yo. -Era mentira. Barinaga moría
1756     22|           como si cantara. Don Santos era un hombre de convicciones
1757     22|    convicciones arraigadas.~ ~ -¿Cómo era? ¿Pues ha muerto ya? -preguntó
1758     22|              fuertes como él, que eso era difícil, partidarios de
1759     22|             se detuvo como vacilando. Era don Santos, que salía por
1760     22|            confesión cristiana; luego era contradictorio...»~ ~ -Deje
1761     22|           transigir.~ ~ «Todo aquello era una contradicción, pero
1762     22|               los pies encharcados, y era sabido que la humedad le
1763     22|            del cementerio el último. «Era su deber».~ ~ Había cerrado
1764     22|           habían sido por un muro que era una deshonra; perdido, como
1765     22|               tiempo. ¡Y todo aquello era obra suya..., de don Pompeyo;
1766     22|              no sentía ya el agua... «Era que ya no llovía». Sobre
1767     22|             Deliró.~ ~ «Soñaba que él era de cal y canto y que tenía
1768     23|             Manolé.~ ~ ~ ~Y todo esto era porque hacía mil ochocientos
1769     23|         suspiros del aire... «La cosa era bien clara, la religión
1770     23|              no cuenta el tiempo; hoy era tan cierto como en tiempo
1771     23|           pies de Jesús..., todo esto era hermoso, según Ana; la religión
1772     23|           altar de piedra, nuevo, que era el principal de la capilla
1773     23|              la epístola de San Pablo era cosa del mismo Glocester,
1774     23|        acólitos con los ciriales; uno era Celedonio.~ ~ «Secuentia
1775     23|             la de Fandiño la religión era esto, apretarse, estrujarse
1776     23|              que el hacer el oso, que era a lo que llamaba timarse
1777     23|             Joaquín Orgaz, si siempre era agradable, lo era mucho
1778     23|             siempre era agradable, lo era mucho más en la iglesia,
1779     23|             embriaguez, pero el hecho era que estaba allí. Habían
1780     23|              pero en la embriaguez no era nunca escandaloso. Nadie
1781     23|               muy airoso. No sabía si era aquello un traje de Mefistófeles
1782     23|       autoridad de los recuerdos, que era siempre cosa sagrada, dulce,
1783     23|            consolarle... probarle que era la de siempre, que ella
1784     23|            cayó sobre la espalda.~ ~ «Era verdad, ella se parecía
1785     23|        cerebro. Aquella Ana prohibida era una especie de tenia que
1786     23|          Decía que el gorro de dormir era una punta que atraía los
1787     23|               que se creía Quintanar, era muy noble y verosímil acción
1788     23|            que consentir, siendo como era caballero, atrocidad semejante.~ ~
1789     23|            cama a la una de la noche, era su marido, la única persona
1790     23|                Y como aquello también era ridículo, arrojó lejos de
1791     23|              había ido allí? Aquél no era camino de la catedral. Una
1792     23|             medio... y se acabó...~ ~ Era la primera vez que el Magistral
1793     23|                    Sí, sí, él también era hombre, podía ser rival, ¿
1794     23|           quería desahogar. «¡Ay!, no era el Fermín de antaño».~ ~
1795     24|             celosía del confesonario, era bastante subido, no dejaba
1796     24|         Paraguay: ¡A él jesuitas!»~ ~ Era lunes de Carnaval. El día
1797     24|        abriría sus salones aquel año. Era costumbre inveterada que
1798     24|            estaba presente, aunque no era de la Junta. (Pero por no
1799     24|               Sin embargo, la palabra era palabra».~ ~ Tiempo hacía
1800     24|             gracias a Dios; creía que era el desaire ciento uno.~ ~
1801     24|          según don Saturnino Bermúdez era una belleza ojival. En efecto,
1802     24|       Vegallana, única persona que le era simpática entre todas las
1803     24|               la marcha; su bis a bis era Trifón, y Trifón había empezado
1804     24|             muy elegante y sobre todo era muy socorrido. Mientras
1805     24|              aburrido que su reino no era de este mundo, y que Ronzal
1806     24|    genuflexiones de Trifón. Mal poeta era Cármenes, pero el rigodón
1807     24|               perezosa. Como el salón era estrecho y las costumbres
1808     24|            dónde, pensaba que aquello era una corruptela, y era verdad.
1809     24|         aquello era una corruptela, y era verdad. La de Páez y la
1810     24|       Montecristo.~ ~ Y como el baile era de etiqueta, la más florida
1811     24|            los salones en día solemne era para él semejante a la de
1812     24|         arriba y por abajo. El escote era exagerado.~ ~ -Chica, vienes
1813     24|              seguirla a Madrid». Esta era en resumen la historia.
1814     24|             le viera llorar».~ ~ Esto era lo más sustancial de las
1815     24|      confesión de don Álvaro. «De que era verosímil respondía el efecto
1816     24|              bien don Álvaro; de frac era como mejor estaba. En todas
1817     24|            casi tocaba con la cabeza, era más elegante, más bizarro,
1818     24|    voluptuosidad fuerte y disimulada, era el cuadro propio para servir
1819     24|           madre no le gustaba, porque era feo engañar a una prima.~ ~
1820     24|               los postres.~ ~ La cena era breve, pero buena: platos
1821     24|             baile, que para los demás era ya goce gastado... Sentía
1822     24|           romántica y señoril, y ella era la que tenía allí que luchar
1823     24|          llegaba a las entrañas, todo era nuevo para ella. En el bouquet
1824     24|               a entender que la noche era suya, que había llegado
1825     24|        llamaba el misticismo erótico (era tan grosero como todo esto
1826     24|          primero que quería averiguar era lo del otro, si el Magistral
1827     24|        vetustense que el Magistral no era dueño del corazón de Anita.
1828     24|             vida. El miedo, el terror era como el de aquella noche
1829     24|            del Parque; pero el placer era nuevo, nuevo en absoluto,
1830     24|               Ronzal.~ ~ Para Trabuco era el paraíso aquel baile que
1831     24|           esta pobre mujer». ¡Ay, sí, era un abrazo disimulado, hipócrita,
1832     25|               vuelta como un recluta; era la primera vez que el puñal
1833     25|              nunca traición, su madre era suya, era la misma carne;
1834     25|          traición, su madre era suya, era la misma carne; Ana, la
1835     25|     disimulando muy mal su dolor, que era el más hondo, el más frío
1836     25|               quería un refugio, todo era enemigo. «Su madre, su madre
1837     25|             podía, no podía hablar... Era una crueldad de su madre
1838     25|             Ay, sí, amor, y buen amor era todo aquello... Era un enamorado;
1839     25|              amor era todo aquello... Era un enamorado; el amor no
1840     25|              un enamorado; el amor no era todo lascivia, era también
1841     25|            amor no era todo lascivia, era también aquella pena del
1842     25|               pisoteado el alma, esto era lo cierto, lo positivo,
1843     25|            viejos: el mundo, el mundo era el que le daba aquella enseñanza.
1844     25|           daba aquella enseñanza. Ana era suya, ésta era la ley suprema
1845     25|         enseñanza. Ana era suya, ésta era la ley suprema de justicia.
1846     25|          jurado; no se sabía para qué era suya, pero lo era...» El
1847     25|            para qué era suya, pero lo era...» El Magistral se puso
1848     25|                sí, a deshonrar...; él era allí el dueño, el esposo,
1849     25|          espiritual..., don Víctor no era más que un idiota incapaz
1850     25|              por el ajeno... ¡Aquello era la mujer!»~ ~ Salió al pasillo
1851     25|                  Yo estoy sola...~ ~ «Era verdad, no tenía madre como
1852     25|            Dios, el mismo Dios, ya no era para ella más que una idea
1853     25|           todos desaparecíamos. ¡Todo era polvo allá dentro!~ ~ Y
1854     25|         batiéndose por su interés que era ocultar lo más hondo de
1855     25|       pensamiento. «Al fin aquello no era el confesonario; además,
1856     25|              el confesonario; además, era caridad mentir, callar a
1857     25|           miró en torno... Aquello no era la capilla, a Dios gracias.
1858     25|             Este sofisma de hipócrita era en ella candoroso. Estaba
1859     25|           mujer se quedaba allí. Todo era verdad. Le engañaba; era
1860     25|              era verdad. Le engañaba; era una mujer. ¡Pero cuál!, ¡
1861     25|              cerebro: «¿Y tú...?» «Él era hombre», se contestaba.
1862     25|              celos... El Magistral no era el hermano mayor del alma,
1863     25|               hermano mayor del alma, era un hombre que debajo de
1864     25|               conciencias, el clérigo era como los demás, el celibato
1865     25|              el celibato eclesiástico era una careta». Todo esto que
1866     25|               el hierro, el estrépito era horrísono. «Allí era él
1867     25|        estrépito era horrísono. «Allí era él el amo; prueba de ello
1868     25|               silencio a su marido. «¡Era su padre! ¡Le quería como
1869     25|           aquello edificaba. ¡Aquélla era su casa, allí era ella la
1870     25|             Aquélla era su casa, allí era ella la reina, aquella paz
1871     25|            ella la reina, aquella paz era suya!» Al dejar el martillo
1872     25|      rejuvenecía a Quintanar. Además, era un gran carpintero. Sus
1873     25|        memoria se encontró con que no era don Fermín un malvado, sino
1874     25|              instintiva. «Pero De Pas era digno de compasión. Doña
1875     25|             compasión. Doña Petronila era la que no tenía perdón.
1876     25|         hablar con el Magistral, como era probable, porque al fin
1877     25|         indefenso. Ahora la compasión era infinita... Al fin había
1878     25|           para sí...~ ~ «Todo aquello era una preparación. ¿Para qué?»~ ~ «
1879     25|              Para qué?»~ ~ «Oh, Mesía era más noble, luchaba sin visera,
1880     25|               don Álvaro. «Pero no lo era, no. Veíalo como un sueño;
1881     25|        delicia! Pero no los había. No era cosa de adoptar a un hospiciano.
1882     25|           días comprendió que aquello era una hipocresía mayor que
1883     25|          mismo; limpiarle el despacho era martirizarle a él, a don
1884     25|             él, a don Víctor; la cama era inútil hacérsela con esmero
1885     25|             teoría del cuarto de hora era una teoría incompleta».
1886     25|              del vicio, más exagerada era cuando llegaba a caer. La
1887     25|            Madrugaba. El Paseo Grande era ya todo perfumes, frescura
1888     25|     anticipada, frecuente en Vetusta, era una burla de la naturaleza;
1889     25|         efímero le agradaba menos; no era él de los que medían la
1890     25|             la silueta de un clérigo. Era alto; sus movimientos, señoriles.
1891     25|               movimientos, señoriles. Era el Magistral. Estaban solos
1892     25|             quedarse en casa.~ ~ Como era de esperar, el invierno
1893     25|               las cosas humanas. Ello era que Vetusta estaba metida
1894     25|            don Fermín, de que ella no era lo que él se figuraba? Y
1895     25|             favor de Ana Ozores, esto era lo cierto».~ ~ Pero antes
1896     25|                si el hermano mayor no era más que un hipócrita...
1897     25|              al que, después de todo, era su padre. ¡Sí, sí, era su
1898     25|                era su padre. ¡Sí, sí, era su padre, aquel padre que
1899     25|          mejor, mucho más grande...! ¡Era su padre quien decía todas
1900     25|              distracción; el silencio era enjambre de ruidos interiores.
1901     25|     majestuoso, triste, fúnebre. Todo era negro y oro. La capilla
1902     25|             hecho, con el deseo -ésta era la verdad -; porque ella
1903     25|              la verdad -; porque ella era pecadora, ¿había de serlo
1904     25|             pie de la cruz del que no era su hijo, sino su padre,
1905     25|                que aquella resolución era digna de un cristiano. Dondequiera
1906     25|             pie, sin pensar en lo que era el que está allí colgado;
1907     25|         Magistral que, según ella, no era ladrón, ni malo ni bueno!»
1908     25|             atrás; aquella exaltación era lo que ella necesitaba para
1909     25|               fuego de la pasión, que era su ambiente.~ ~ ~ ~
1910     26|              Y la amistad? La amistad era cosa perdida». Paquito Vegallana,
1911     26|               tamañas empresas. Mejor era callar; vivir en paz con
1912     26|           catedral. Oyó cohetes. ¿Qué era aquello? La torre estaba
1913     26|            plazuela. «Ya sabía lo que era. Los católicos celebraban
1914     26|            Somoza dijo que aquello no era nada. Ocho días después
1915     26|             las señoritas de Guimarán era cosa grave, y merecía la
1916     26|             familia y el consuelo que era ver al señor pedir los Santos
1917     26|              del sobre.~ ~ Fermín sí; era la de Ana, desfigurada,
1918     26|               milagro de conversión. «Era un héroe. ¡Cuánto había
1919     26|               separarse Ana y De Pas, era el Magistral quien preguntaba
1920     26|               en cruz. «Aquella carta era de él, de él solo». Llegó
1921     26|            Paula estaba furiosa. ¿Qué era de su hijo? ¿Qué nueva locura
1922     26|               hijo? ¿Qué nueva locura era aquélla?~ ~ Al fin las de
1923     26|               de Glocester. La verdad era que un color se les iba
1924     26|          robusto y fino de facciones; era la juventud de la pasión,
1925     26|           papel tan importante. «¡Ana era suya otra vez, su esclava!
1926     26|        ocasión solemne que la Regenta era sierva de su confesor, que
1927     26|             le temblaban las piernas; era el desfallecimiento de aquel
1928     26|               que creían que Guimarán era ateo de puro malvado y de
1929     26|                 Y después, aquello no era más que una preparación
1930     26|              mucho y bien don Fermín. Era necesario para obtener el
1931     26|                pero como mi propósito era combatir el fanatismo, al
1932     26|       administrado al señor Guimarán. Era Domingo de Ramos. No se
1933     26|               complot...~ ~ La verdad era que el papel Provisor subía
1934     26|                Ya nadie dudaba esto. «Era un gran hombre, había que
1935     26|            don Fermín de Pas tal como era, en toda su horrible desnudez.»~ ~
1936     26|              podía durar muchos días: era fuerte... no había más que
1937     26|             de declarar que la muerte era inminente. Podía durar,
1938     26|            enfermedad... todo lo cual era extraño a la ciencia médica
1939     26|               otro mundo. Esto último era lo más probable y lo que
1940     26|               a nadie, pero lo cierto era que, una vez tan adelantada
1941     26|               el duelo de familia: no era pariente del difunto, pero
1942     26|           Vaya un librepensador!~ ~ »¡Era un gallina!~ ~ »¡Murió loco!~ ~ »¡
1943     26|            milagros...~ ~ »Sobre todo era un badulaque...»~ ~ El Jueves
1944     26|              santiguarse. «Aquello no era piedad, no era religión;
1945     26|             Aquello no era piedad, no era religión; era locura, simplemente
1946     26|              piedad, no era religión; era locura, simplemente locura.
1947     26|              ilustrada, de buen tono, era aquella otra, pedir para
1948     26|             espectáculo!» Cierto, ésa era la frase. ¿Qué más hubiera
1949     26|              que la resolución de Ana era irrevocable».~ ~ El Viernes
1950     26|       sacrificio... «¡Y ahora, cuando era llegado el día, cuando se
1951     26|              Quintanar. «Todo aquello era por él, cierto; era preciso
1952     26|           aquello era por él, cierto; era preciso agarrarse a la piedad
1953     26|            exhibición. «Sí, escándalo era; la mujer de su casa, la
1954     26|           fuese buena siquiera; acaso era una desfachatez; la paz
1955     26|               multitud inmensa!» Esto era para la de Fandiño el bello
1956     26|             significativa, principal, era menos por razón de las circunstancias,
1957     26|             morado de la nazarena! «Y era natural; todo Vetusta -seguía
1958     26|                 ser hombre.~ ~ Hombre era, y muy hombre, el maestro
1959     26|               costumbre inveterada, y era el más terrible Herodes
1960     26|         cráneo. El entierro de Cristo era la venganza de toda la escuela.
1961     26|           rebaño pedagógico, sino que era gran parte en aquella exhibición
1962     26|               Vinagre, don Belisario, era objeto de la expectación
1963     26|               a seguir su ejemplo; él era el único nazareno de la
1964     26|            todo supo demostrar que él era ante todo, y aun camino
1965     26|        caballero; si había charcos él era el que se metía por ellos
1966     26|              porque así el sacrificio era mayor, la fuerza de su abnegación
1967     26|               al Calvario; pero él no era más que un devoto, un devoto
1968     26|          llegaba de verdad. «Ahora no era un rumor falso, eran ellos,
1969     26|              rumor falso, eran ellos, era el Entierro».~ ~ Cesaron
1970     26|             invisible para Visita.~ ~ Era don Víctor Quintanar. Los
1971     26|             alegorías; pero lo cierto era que él se figuraba a don
1972     26|               las andas. También esto era natural. Desde su altura
1973     26|            madera pintada; su palidez era como un barniz. Sus ojos
1974     26|               de toda el alma. «¡Ella era una loca que había caído
1975     26|           apagado, como un cetro. «Él era el amo de todo aquello.
1976     26|            preocupaciones mundanas, y era esto por él, se le debía
1977     26|               arena por las olas. «Él era la cáscara de un sacerdote».~ ~
1978     26|              en aquel instante lo que era una transtiberina.~ ~ Como
1979     26|              aquella señora. «Aquello era imitar a Cristo de verdad. ¡
1980     26|            todo el pueblo...! ¡Bah!, ¡era una santa!»~ ~ En cuanto
1981     26|             estaba viudo, que aquello era el entierro de su mujer.~ ~ -
1982     27|          llorar dulcemente. Cuando yo era niña y empezaba a leer versos,
1983     27|           versos, mi autor predilecto era ése.~ ~ El recuerdo de Fray
1984     27|          forminge... ¿Tú sabes lo que era la forminge... phorminx?~ ~
1985     27|              de su marido. «La verdad era que Quintanar parecía otro».~ ~
1986     27|              primero a su médico, que era en la actualidad el antiguo
1987     27|               horas del calor, que ya era respetable, subió a su gabinete,
1988     27|          amparo del Magistral, su mal era mayor, porque sentía que
1989     27|                Disimulaba él bien? ¿O era que no había nada? Ello
1990     27|              esto, todo esto mezclado era lo que encontraba ahora
1991     27|            mente y a su corazón. Esto era nuevo tormento. A pesar
1992     27|              el extremo de la tortura era el desprecio de la lógica,
1993     27|              de lo muy vetustense que era aquel aragonés.~ ~ Esta
1994     27|        noticia comprendió que aquello era todo lo contrario de irse
1995     27|            una indecisa esperanza que era como un sabor con perfumes...,
1996     27|            pensar de qué... Pero ello era que el mundo parecía alegrarse,
1997     27|             leyenda que tiene al pie, era Germán.~ ~. ~ Probablemente
1998     27|            cebo!~ ~ No importaba; Ana era feliz y Quintanar también. «¡
1999     27|          vergüenza.~ ~ «¡También esto era cosa de la salud!»~ ~ La
2000     27|             Santianes; Pepe el casero era aquel año factor de la fiesta


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