Cap.

 1      2|           punzantes en el Magistral, confesor de Obdulia; parecía buscar
 2      2|      congresos, era el Arcipreste el confesor de la nata de la Encimada,
 3      3|            que convenía, al mudar de confesor, hacer confesión general.~ ~
 4      3|              Jamás el Arcipreste, ni confesor alguno, había prohibido
 5      5|      convento o el americano».~ ~ El confesor de Anita, Ripamilán, oyó
 6      6|         rogado a Anita que cambie de confesor, porque...~ ~ -¡Hombre,
 7      7|             iba a ser en adelante el confesor de la señora doña Ana de
 8      8|           sabrás que le ha tomado de confesor.~ ~ -Sí, eso dicen; creo
 9      9|         terapéutica y su higiene; el confesor es médico higienista; pero
10      9| indispensable escoger con cuidado el confesor, cuando se trataba de ponerse
11      9|           del alma, el Magistral, el confesor que le decía que era tan
12     11|             en el Magistral el único confesor de buen tono. Pero él escogía
13     11|              ese modo de escribir al confesor? Parece cosa de doña Obdulia. ¿
14     13|         darle a Mesía; quería ver al confesor y al diablo, al tentador,
15     13|          acostumbre a ver a su nuevo confesor de cerca, para que se convenza
16     13|             su estado y su oficio de confesor... ¡Oh!, debía acudir antes
17     16|            se comentaba su cambio de confesor, que por cierto coincidía
18     17|      sospechar de la intención de su confesor. Después de su audacia el
19     17|           meditando las palabras del confesor, recogida, seria, abismada
20     18|          tantas noticias tenía ya el confesor diligente.~ ~ Cuando ella
21     18|              a quedar solos Ana y su confesor.~ ~ Interrumpiendo un silencio
22     19|             fueran personalidades al confesor. «Si crecía el peligro,
23     21|              suerte en lo tocante al confesor. Veinte años lo había buscado
24     21|          Recuerdo lo que dice: aquel confesor le tenía gran afición, pero
25     21|           por la gran afición que su confesor le tenía, logró que él le
26     21|               Aquí el débil no es el confesor, sino la penitente; usted
27     21|              estrechado la mano a su confesor, que sin darse cuenta, prolongó
28     21|             Aunque tanto quería a su confesor, Ana muchas horas le olvidaba
29     21|           puramente temporales de su confesor. No le dejaba pasar debilidades,
30     23|         cantan...~ ~ Notó Ana que su confesor no sabía lo que decía.~ ~
31     25|          intensidad, luchando con el confesor, batiéndose por su interés
32     25|          confesonario y persuadir al confesor, a don Fermín, de que ella
33     26|             Regenta era sierva de su confesor, que creía en él con fe
34     26|       Quedaron solos el enfermo y el confesor.~ ~ De Pas se acordó de
35     26|            locura que cometía por el confesor, por De Pas, haría otras
36     27|             hablar parece también un confesor. Yo le he dicho secretos
37     27|            su última carta, decía al confesor: «El Marqués me ha dicho
38     27|            No se avergonzó de que su confesor la hubiera visto en tal
39     28|              odio. «¿Cómo? ¿Su mismo confesor la comprometía? Si Víctor
40     28|           contradecir este deseo del confesor y transigió.~ ~ «Iremos
41     30|              no soy el mundo; soy un confesor.~ ~ -¿Pero cree usted que
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License