Cap.

 1      4|        del campo diciendo que la Virgen, según le constaba a ella,
 2      4|    llamarse el sentimiento de la Virgen, porque no se parece a ningún
 3      4|         miedo. La devoción de la Virgen entró con más fuerza que
 4      4|    apasionados; y hablaba con la Virgen de aquella manera.~ ~ Notaba
 5      4|       colección de poesías «A la Virgen».~ ~ Don Carlos le permitía
 6      4|        santuario. Allí estaba la Virgen. En aquel momento todos
 7      4|         la primera página: «A la Virgen».~ ~ Meditó, esperando la
 8      5|         lo curaba la fe.~ ~ «-La Virgen está conmigo» -pensaba Ana
 9      8|     Regenta se parece mucho a la Virgen de la Silla.~ ~ -Es verdad;
10      8|    enamorado y la compara con la Virgen...!~ ~ -Creo que la pobre
11     10|    rodeada de estrellas, como la Virgen en los cuadros, en la oscuridad
12     12|         cuidados: el culto de la Virgen, los pobres, el púlpito
13     12|          Místicos en honor de la Virgen, y sabía alabarla en estilo
14     12| Romancero de Nuestra Señora - La Virgen y el dogma.~ ~ Nunca se
15     12|         su culto romántico de la Virgen! Y las propias habilidades, ¡
16     15|    Estaba muy guapa; parecía una virgen de cera. Ella no levantó
17     15|          de llaves al cura de la Virgen del Camino, a una legua
18     15|        cura) y del párroco de la Virgen del Camino, entró en San
19     15|      cruz. En el Santuario de la Virgen del Camino se maneja mucha
20     15|          se abre el tesoro de la Virgen, en presencia de la Autoridad
21     15|      provincia; el párroco de la Virgen tenía la imprudencia de
22     15|        la arrebató al cura de la Virgen. Fue una traición y Paula
23     16|      hacía excelentes papeles de virgen amante. Era muy guapa, y
24     16|   Edelmira, su prima. La robusta virgen de aldea parecía un carbón
25     18|        le daba cierto aspecto de virgen vetusta. El vestido era
26     19|        parecía entonces Ana a la Virgen de la Silla. La fiebre daba
27     22|     rezaba ante una imagen de la Virgen, y al oír que don Santos
28     23|     verdad, ella se parecía a la Virgen; a la Virgen de la Silla...
29     23|        parecía a la Virgen; a la Virgen de la Silla... pero le faltaba
30     24|      pero qué hermosa...!~ ~ -La Virgen de la Silla...~ ~ -La Venus
31     25|          los siete Dolores de la Virgen se hizo: el lujo fue majestuoso,
32     25|          no, no, yo no! Contigo, Virgen santa, siempre contigo,
33     25|      padre del espíritu».~ ~ «La Virgen le decía que sí, que estaba
34     26|          iluminarme otra vez; la Virgen, estoy segura de ello, la
35     26|         estoy segura de ello, la Virgen quiere que yo le busque
36     26|       guapísima, pálida, como la Virgen a cuyos pies caminaba».
37     26|       adelante, a los pies de la Virgen enlutada, detrás de la urna
38     26|          mirar hacia atrás, a la Virgen, sentía hielo en el alma. «
39     26|       otra vez, como al pasar la Virgen, y de pálido pasó a lívido.
40     28|          conquistarla como a una virgen; en rigor él era su primer
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