Cap.

 1      3|   suyas...» Petra corrió a la cocina sin esperar órdenes; ya
 2      5| dirigía las operaciones en la cocina del marqués de Vegallana
 3      5|   Maravillas y primores de la cocina casera comió Anita en cuanto
 4      7|       carcajadas... Era en la cocina. Era la carcajada eterna
 5      7|      Visita.~ ~ -¡Están en la cocina! -dijo Mesía asombrado y
 6      7|             Y qué hacen en la cocina?~ ~ Una hermosa cabeza de
 7      8|        desde la ventana de la cocina que daba al patio, les llamaban
 8      8|        además, el horno de la cocina no tenía tanto hueco como
 9      8|     tanto hueco como el de la cocina de la Marquesa; en fin,
10      8|    habrían podido hacer en la cocina de Visita, y sin decir ¡
11      8|  ahora fuera gente loca; a la cocina y dejadme en paz.~ ~ Y se
12      8|       la amistad. ¡Pero si su cocina era infernal! La chimenea
13      8|     visto ni el comedor ni la cocina de Visita. Y eso que tenía
14      8|       que podía hacerse en su cocina. Después resultaba que en
15      8|   Después resultaba que en su cocina no se podía hacer nada. ¡
16      8|     recurría en el apuro a la cocina de Vegallana, u otra de
17      8|      por lo que respecta a la cocina, sacaba algunas provisiones
18      8|      Marquesito en pasar a la cocina de su casa, al oler lo que
19      8|    aquellas señoras.~ ~ En la cocina de los Vegallana se reflejaba
20      8|  acudían mal de su grado a la cocina del Marqués, como convocados
21      8|     vocis?»~ ~ El ajuar de la cocina abundante, rico, ostentoso,
22      8|  irrupción de la merienda. La cocina daba espacio para todo;
23      8|       otro era su destino. La cocina y la mujer son términos
24      8|      y aplicaba la frase a la cocina y a la mujer. Lo que pensaba
25      8|         Cuando entraron en la cocina los señoritos, Pedro volvió
26      8|       ni harina. Estaba en la cocina del Marqués como en el salón
27      8|       Marquesito andar por la cocina a oscuras, a gatas, y ya
28      8|   puro, que se consumía en la cocina del Marqués, con gran envidia
29      8|     hermoseado el calor de la cocina y la animación de la broma,
30     13|    vagamente los ruidos de la cocina donde Pedro disponía con
31     13|     se atrevía a negar que la cocina y la bodega del Marqués
32     13|    elogio sin pudor.~ ~ En la cocina había ecos de la alegría
33     15|         no habrá lumbre en mi cocina... pediré una taza de ...
34     18|    suelo y muebles, de sala y cocina, y no era su hogar una taza
35     19|    muertas, depositadas en la cocina, y contestó desde lejos:~ ~ -¡
36     21|   sentidos. Allá abajo, en la cocina, quedaba Servanda, y a veces
37     22|     paseos y después fue a la cocina a espumar el puchero miserable
38     25|     Petronila se fue hacia la cocina, al otro extremo de la casa. «
39     28|       de la servidumbre en la cocina; carcajadas y el run, run
40     28|    nuevo en el caserón. En la cocina seguía la algazara. Lo demás
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