Cap.

 1      1| blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles
 2      2|         don Cayetano, en vez de correr al confesonario al pie del
 3      7|     puerta, dispuesto a echar a correr si la pulla ponía fuera
 4     12|      peligrosos que en Vetusta: correr calles, ver mucha gente
 5     13|         hacer lo que los demás, correr, alborotar, y hasta dar
 6     14|     buen grado hubiera echado a correr... detrás de los coches
 7     14|   agachándose, como dispuesto a correr detrás de los compañeros
 8     14|  venganza.~ ~ El Rojo no quería correr: protestaba.~ ~ -¡Rediós!, ¿
 9     14|      vergüenza hubiera echado a correr por la cuesta arriba. «¿
10     16|         niña colorada y fuerte, correr como locas por el bosque
11     17|          La noche corría a todo correr. La torre de la catedral,
12     20|    sangre de un brazo por verla correr por aquellas venas que se
13     21|       vehementes de levantarse, correr a los balcones y predicar
14     22|         Guimarán madrugaba para correr a casa de Barinaga; estaba
15     22|       en un bolsillo y echaba a correr.~ ~ Algunas noches entraba
16     23|   infierno...» Pero no se podía correr detrás de él para consolarle,
17     25| necesitara consuelo espiritual, correr al confesonario y persuadir
18     26|      que doña Paula había hecho correr entre las masas impresionables
19     26|         deseos locos de echar a correr. «La habían engañado, nada
20     27|    parecía silbar dulcemente al correr sobre el papel satinado.~ ~ -
21     27|        sana y fresca que siento correr dentro de mí. Empecemos
22     27|        hacer vida de aldeana, a correr, respirar, engordar...,
23     27|         Visita y con Edelmira a correr por la huerta, seguidas
24     27|       hija mayor, que no quería correr con aquellos locos; el barón,
25     27|    Bermúdez, que tampoco quería correr, Benítez, el médico de Anita,
26     27|      Quintanar y don Cayetano y correr detrás de aquéllas.~ ~ -
27     28|        ese infame...»~ ~ Echó a correr monte arriba.~ ~ «¡Pero
28     28|         están solos. Y vuelta a correr cuanto podía, tropezando
29     28|      del coche, y a pie, a todo correr, volver furioso al Vivero
30     28|   caballeros que habían querido correr por los prados en la romería
31     28|     coronarlo, pero él prefirió correr a su cuarto para mudarse
32     28|    Obdulia y Visita, dejaron de correr y enredar, y muy serios,
33     29|     otra la ocupase le convenía correr a ella, también podía convenir
34     29|        ni un movimiento! Quería correr, buscar a los traidores,
35     29|       la ventanilla a la vía, y correr, correr desalado a Vetusta,
36     29|  ventanilla a la vía, y correr, correr desalado a Vetusta, entrar
37     30|        Víctor cuanto antes para correr en busca de don Álvaro y
38     30|        sobre la tapia, o si no, correr en seguida a su casa y obligarle
39     30|         dispuso a salir sola, a correr en busca de su Víctor...
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