Cap.

 1      3|          que se llamaba aya y doña Camila. No la quería. Aquella señora
 2      3|       noche y le daba besos a doña Camila, que le pegaba y decía: «
 3      3|           había caído al mar. Doña Camila estaba enferma del susto,
 4      3|                Qué escándalo! Doña Camila cogió a Anita por la garganta
 5      3|         aquellas palabras.~ ~ Doña Camila culpaba al hombre que le
 6      3|           hombre que besaba a doña Camila; la cogían por un brazo
 7      3|               Esta amenaza de doña Camila no pasó de amenaza, pero
 8      4|         ser. La hipocresía de doña Camila llegaba hasta el punto de
 9      4|         Ana quedó en poder de doña Camila, que por imprudencia imperdonable
10      4|           había recomendado a doña Camila, vendía en una provincia
11      4|         Iriarte, el amante de doña Camila y antiguo dueño de la casa
12      4|      humilde modista, y ella, doña Camila Portocarrero, que se creía
13      4| sansimoniano. Emigró Ozores y doña Camila juró odio eterno al ingrato,
14      4|             De todas suertes, doña Camila se rodeó de precauciones
15      4| fuertemente. El palo seco era doña Camila. El encierro y el ayuno
16      4|            allá arriba.~ ~ Si doña Camila se acercaba a la puerta
17      4|      primera. Los dolores que doña Camila le hizo padecer antes de
18      4|           de las lecciones de doña Camila. Adquirió su poema formas
19      4|         muy lejos, huyendo de doña Camila. La única ocasión en que
20      4|          la grosera y lasciva doña Camila la aventura de los niños.
21      4|         era una aldea, y como doña Camila refería la aventura a quien
22      4|            decía el amante de doña Camila -, el hombre nace naturalmente
23      4|            decía el hombre de doña Camila, que saboreaba por adelantado
24      4|         había dificultad».~ ~ Doña Camila se creyó obligada en conciencia
25      4|           volvió desengañado. Doña Camila y Ana se trasladaron a Madrid
26      4|         tantas injusticias de doña Camila; pero poco a poco fue entrando
27      4|             y en la maldad de doña Camila y en la torpe vida, mal
28      4|           viciosa. Despidió a doña Camila y se encargó de la instrucción
29      4|          necia persecución de doña Camila, ya adolescente se encerraba
30      4|     sentimiento que consuela; doña Camila entendía el Cristianismo
31      4|       pañales del Niño Jesús, doña Camila, indignada, exclamó:~ ~ -¡
32      4|       aprobaba el criterio de doña Camila; precisamente él creía que
33      4|           materia inflamable. Doña Camila la educaba como si fuera
34      4|      enamorado de ella. Entre doña Camila y don Carlos habían ajado
35      4|     invernadero pedagógico de doña Camila.~ ~ Otros años se llevaba
36      5|           hablaba la carta de doña Camila. La huérfana oía, desde
37      5|      lloraba bajo el poder de doña Camila. Pero había cenado muy bien.
38      5|     bailarina, como insinuaba doña Camila en su célebre carta».~ ~
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