Cap.

 1      1|         de emprender, a pie o a caballo, como se pudiera, una excursión
 2      5|       con su hermosura, como un caballo de sangre y de piel de seda
 3      6|        la silla en que estaba a caballo, hasta apoyar el respaldo
 4     12|  pagaban el pato. Pero no; otro caballo de batalla tenía el Arcediano:
 5     16|       Mesía, jinete en soberbio caballo blanco, de reluciente piel,
 6     16|        y la espuela; como si el caballo mostrase toda aquella impaciencia
 7     16|        don Álvaro. Hablaron del caballo, del cementerio, de las
 8     16|        directamente iban con el caballo también comprendían al jinete.~ ~
 9     16|       pues no había de dejar el caballo en la plaza. Lo que hacía
10     16|         ese hombre no viniese a caballo, y pudiera subir, y se arrojara
11     16|        los labios. Y como si al caballo le hiciese cosquillas aquel
12     16|      que me coja tan lejos, y a caballo, y sin poder apearme decorosamente,
13     16|     cuando Mesía, apareciendo a caballo en la plaza, vistoso, alegre,
14     16|     aquella arrogante figura de caballo y caballero en una pieza,
15     16| ansiedades que se le quitaban a caballo, corriendo mucho, bañándose
16     16|      podría dejar un momento el caballo. No había modo; sin violencia,
17     16|      los aplicó a las ancas del caballo, que se dignó a mirar volviendo
18     16|   turbar con las corvetas de su caballo el silencio triste de un
19     16|        eso que ya no tenía allí caballo que lo estorbase. «¡Pero
20     16|       aparición de don Álvaro a caballo, había pasado por su cerebro
21     17|      habló de don Álvaro ni del caballo blanco.~ ~ -Otras veces -
22     18| permitía, montaba en su hermoso caballo blanco de pura raza española;
23     18|       tranquila; pero no era el caballo talismán como él había creído,
24     18|        ni Paco, ni los paseos a caballo de Mesía, conseguían rendir
25     20|          una herradura de algún caballo del sol.~ ~ Y pasaban por
26     24|     Marquesa se le antojaba «un caballo de ajedrez».~ ~ Por lo demás,
27     25|         de salón, paseó mucho a caballo. Y se negó a acompañar a
28     26|     desvencijada, tirada por un caballo negro y otro blanco, ambos
29     27|         un latigazo al aire, el caballo extenuado saltó sobre la
30     27|       el estrépito de cascos de caballo que machacaba la grava reciente
31     27|      debía de ser discípulo del caballo.~ ~ Cuando el Magistral
32     27|       él y el señorito Álvaro a caballo, a escape; tomaron un refresco
33     28|        por las once mil... de a caballo, que yo me pierdo y me caigo.~ ~
34     28|        varias veces al Vivero a caballo; Mesía había encontrado
35     29|   piernas muy largas, a verse a caballo sobre el muro.~ ~ Don Víctor
36     29|    cuando aquel hombre estuvo a caballo en la tapia, el dueño del
37     30|     zapatero, de la estampa del caballo, de las necedades de la
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