Cap.

 1      1|         entonces era el imaginar aventuras románticas, de amores en
 2      2|        El Arcipreste narraba las aventuras de la dama como lo hubiera
 3      2|        cuento el capítulo de las aventuras amorosas, que no pasaban
 4      4|        Sin que él sospechara las aventuras peligrosas en que su amiga
 5      4|     libre, con mucha luz, muchas aventuras y sin la férula de un aya
 6      5| pintorescos y acababan todas las aventuras en batallas o en escenas
 7      5|          ojos!» Y recordaba unas Aventuras de una cortesana, que había
 8      7|    necesita haber corrido muchas aventuras. Él estaba destinado a cierta
 9      7|     Álvaro en tales asuntos. Sus aventuras actuales pocos las conocían;
10      8|          de día y de noche había aventuras, pero silenciosas. Un personaje
11      8|          casa donde había tantas aventuras.~ ~ Aunque algo se habían
12      8|    indulgente:~ ~ -«Además, esas aventuras... no deben tenerse en casa...,
13      9|        Quintanar, donde no había aventuras ni propias ni ajenas. Amos
14     11|         de familia, escándalos y aventuras de todo género. Sabía que
15     12|       leer en un autor impío las aventuras ideales de un presbítero! «¡
16     15|         sus hazañas, y hasta sus aventuras, esto en secreto, después
17     16|          calidad de prometido... Aventuras así las había él llevado
18     16|          en que paraban aquellas aventuras del libertino andaluz; el
19     18|          y la nieve». Y como sus aventuras eran todas rurales, salía
20     19|      había en la historia de sus aventuras».~ ~ Don Víctor se paraba,
21     20|      tenía o no tenía don Fermín aventuras en los barrios bajos; pero
22     20|      Mientras los demás referían aventuras vulgares, sin gloria, él,
23     20|     sabiduría.~ ~ Unas veces las aventuras eran románticas, peligrosas,
24     20|       puro enamorada; pero estas aventuras eran muy raras. Además,
25     20|       quien fuera, pues de tales aventuras había tenido muchas) comenzaban
26     20|    auditorio con el contraste de aventuras románticas, en que él aparecía
27     20|     interesado a su pesar en las aventuras eróticas del frívolo Presidente
28     26|       como tercera repugnante de aventuras sacrílegas, se había ofrecido
29     28|       Álvaro sabe mucho de estas aventuras, ya habrá él aprovechado
30     28|       una y otra vez en groseras aventuras, y satisfacía como un miserable
31     28|        la del ridículo.~ ~ «¡Qué aventuras tan grotescas..., qué horrorosa
32     28|       sea, la mayor parte de mis aventuras se han quedado a medio camino...
33     28|      íntimo con el relato de las aventuras de su juventud, allá en
34     29|      avergonzarla a ella con las aventuras ridículas y repugnantes
35     29|         Regenta en esta clase de aventuras, para llegar al cinismo
36     29|      Pero ese amor se aviene con aventuras como la del bosque? Claro
37     30|      vida ordinaria, sin grandes aventuras..., era un cobarde: un hombre
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