Cap.

 1      1|        verdad, vamos don Pedro... ¡ay Dios! entonces no se hablaba
 2      2|          su habilidad y disimulo. ¡Ay de los zorros, si las gallinas
 3      7|      aquellas «ocupaciones». Eran ¡ay! cita de amor. «¡Tal vez
 4      8|          aquella frase.~ ~ -Pero, ¡ay, Alvarín!, ¡si la pudieras
 5      9|            en tono dogmático.~ ~ -¡Ay, qué farol!; si eso es un
 6      9|           con el rabillo del ojo -¡ay!, ¡sí, esto era lo cierto,
 7     10|           en un destierro. «Pero, ¡ay!, era una desterrada que
 8     10|           evitar un choque...~ ~ -¡Ay! ¡Jesús! ¿Quién va? ¿Quién
 9     10|            despedía don Víctor... ¡Ay, señora!, si ha roto usted
10     10| reservarían? ¿Contarían con ella? ¡Ay de ellos si no!»~ ~ Y con
11     12|           él había heredado. ¡Pero ay del sastre si le quería
12     12| desapacible y algo ronca... Pero, ¡ay!, esto era perderse. Su
13     13|          que yo la respete...~ ~ -¡Ay, ay!, qué bueno es eso...,
14     13|          yo la respete...~ ~ -¡Ay, ay!, qué bueno es eso..., mire
15     13|              alguna sacudida.~ ~ -¡Ay, no, no!, no se baje usted -
16     14|             Na?~ ~ -Napoleón.~ ~ -¡Ay qué mainate! ¿Qué es Napoleón? -
17     14|         narices.~ ~ -Napoleón..., ¡ay que rediós!, es un duro.~ ~ -¡
18     15|         Esto es algo fuerte; pero ¡ay de él si se subleva!» Froilán
19     16|         agolpaban a los ojos.~ ~ «¡Ay!, sí, el amor era aquello,
20     17|          vida y la de los santos. ¡Ay de usted si desmaya porque
21     19|           que había testigos.~ ~ «¡Ay, sí!, aquello era el padre,
22     21|     pasiones debajo de la sotana? ¡Ay sí! Demasiado cierto era
23     23|          lo más hondo del alma... ¡ay sí, ay sí...! en unas honduras
24     23|          hondo del alma... ¡ay sí, ay sí...! en unas honduras
25     23|          ahora quería desahogar. «¡Ay!, no era el Fermín de antaño».~ ~
26     24|        Álvaro -: ¿Dejar a Vetusta? Ay, no, eso no... -Y chica,
27     24|         gozado esta pobre mujer». ¡Ay, sí, era un abrazo disimulado,
28     25|            mística composición... «Ay, sí, amor, y buen amor era
29     25|        clara de mí misma... Pero, ¡ay, no! Dios, mi Dios querido...,
30     26|          pulso febril:~ ~ ~ ~Mas, ¡ay!, en vano fue; del almo
31     27|           que es mejor volvernos. ¡Ay, don Fermín, perdóneme usted
32     29|          ciertas sospechas, pero, ¡ay!, era verdad, era verdad...
33     29|            canas del espíritu.~ ~ «Ay, sí, era un pobre viejo;
34     29|          su honor, su vida, todo. ¡Ay, ahora veía que su cariño
35     29|           viva a la pobre Ana...! ¡Ay, Ana también va a ser bien
36     30|          pasar por los oídos.~ ~ «¡Ay si renaciera la fe! ¡Si