Cap.

 1      1|         renunciaba a ellos. Como recuerdos de un poema heroico leído
 2      1|       poder él desechar aquellos recuerdos se le presentaba su infancia
 3      3|        de tener, según sus vagos recuerdos, cuatro años. Veintitrés
 4      3|       llegar a este punto de sus recuerdos la Regenta sintió que se
 5      3|          a los pies.~ ~ Aquellos recuerdos de la niñez huyeron, pero
 6      8|      pero al fin venerables como recuerdos de familia, los había mandado
 7      8|      placer de rumiar los dulces recuerdos de aquella tarde arqueológica!~ ~
 8      8|         casa libre de semejantes recuerdos para don Álvaro. En cuanto
 9      8|         delicioso. ¡Después, los recuerdos tenían un encanto! ¡Saborear
10      8|        llamaba ella saborear los recuerdos.~ ~ Visitación también tenía
11     10|           triste, frío, lleno de recuerdos odiosos o necios, huyendo
12     11| pensamiento entretenerse con los recuerdos que le asediaban. La mano
13     11|          Pas le repugnaban tales recuerdos. Eran cosas de la juventud. ¡
14     15|         calor, pero sin ira. Los recuerdos evocados sin intención patética
15     15|     Mientras él se perdía en sus recuerdos y en sus sueños pretéritos,
16     16|  provocase, acudían a su memoria recuerdos de la niñez, fragmentos
17     19|      alfombra, y en aquel mar de recuerdos de trapo perdía la cabeza
18     20|     memoria y por su imaginación recuerdos de noches de amor, no todas
19     20|          que, si no el vino, sus recuerdos le habían embriagado -,
20     21|     cábalas de los enemigos, los recuerdos vergonzosos, todo, todo,
21     23|          música del órgano había recuerdos del verano, de las romerías
22     23|     sentimental, tierna, evocaba recuerdos, la autoridad de los recuerdos,
23     23|   recuerdos, la autoridad de los recuerdos, que era siempre cosa sagrada,
24     23|         en el enemigo, gozar con recuerdos vitandos... pero... de todo
25     23|          portal de Belén y otros recuerdos análogos.~ ~ Iba la Regenta
26     25|      Magistral con la voz de los recuerdos. En un extremo del asiento
27     25|        ya estaba en el alma. Los recuerdos lejanos bullían en el cerebro,
28     25|  imágenes la asaltaron entre los recuerdos confusos del baile... Creyó
29     27|   inclinada a la historia, a los recuerdos. No los temo. Poco más de
30     27|        en el estilo, sino en los recuerdos. Decía:~ ~. ~ «El Romero
31     27|          perfumes campestres, de recuerdos amables.~ ~ El Magistral
32     28|         asustada todavía con los recuerdos de sus aprensiones.~ ~ «
33     28|         de Vegallana los mejores recuerdos de sus juegos alegres, se
34     28|         Ana sabía mucho de estos recuerdos mitológicos y pronto había
35     30|       todo lo que contenía a los recuerdos de la Regenta...!~ ~ Aquel