Cap.

 1      1|        descarnado. Sin embargo, cinco minutos llevaba don Saturnino Bermúdez
 2      2|            cierto respeto por algunos minutos. Cuando ya debía de estar
 3      3|             arrodillada, rezó algunos minutos la Regenta.~ ~ Después se
 4      3|        campanilla, llamó. Pasaron dos minutos. ¿No oían?... Nada. Volvió
 5      5|                  Había habido algunos minutos de silencio.~ ~ Doña Águeda
 6      6|             hacemos estaba allí cinco minutos, y salía triunfante. No
 7      7|                Joaquín siguió algunos minutos hablando de aquellas bromas
 8      8|             manos sobre todo, durante minutos, y fingían no pensar en
 9      9|              a oscuras. Hacía algunos minutos que callaban.~ ~ -¿Y Petra? ¿
10     11|              cual paseó tres o cuatro minutos entre los libros tumbados
11     12|              haber pasado allí veinte minutos!»~ ~ Cuando se vio otra
12     13|              estaba fuera.~ ~ Pasaban minutos y minutos y los del comedor
13     13|           fuera.~ ~ Pasaban minutos y minutos y los del comedor no venían.~ ~ «¿
14     13|             los dos.~ ~ Cuando, pocos minutos después, hábilmente la sitiaba
15     14|              paseo.~ ~ Esperó algunos minutos, con la cabeza tendida en
16     15|              faltaban más de cuarenta minutos... Pero ¿quién se lo decía
17     15|              golpes, y al cabo de dos minutos se abrió un balcón y una
18     18|            Ana, después de leer cinco minutos, había arrojado el libro
19     18|           sobre el banco, y a los dos minutos estaba otra vez allí con
20     18| Interrumpiendo un silencio de algunos minutos, dijo el Magistral con una
21     19|               todos, pero contaba los minutos que faltaban para las diez
22     19|              el reloj para contar los minutos y hasta los segundos; operación
23     19|            horas que a él le parecían minutos. Cuando las congojas la
24     21|              casi nunca. Estaba cinco minutos en el gabinete, paseando
25     21|               manera, se contaban por minutos... que es como se cuentan
26     23|             dos. Ana se levantó cinco minutos después. Sin necesidad de
27     24|            vana su amenaza; a los dos minutos aquellos violines y violas,
28     27|           habías notado? Espera cinco minutos y oirás las campanadas...
29     27|               la carretera dos o tres minutos, y como si aquello fuese
30     29|              solía esperar dos o tres minutos a Frígilis, si no le encontraba
31     29|         necesario para llegar algunos minutos antes de la salida del tren
32     29|              nada.~ ~ «¡Lugarejo, dos minutos!», gritó una voz rápida
33     30|          transformó el clérigo en dos minutos en un montañés esbelto,
34     30|               solo el terreno. Quince minutos después aparecieron entre
35     30|             Pasaban segundos, algunos minutos muy largos, y la mano no
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