Cap.

 1      5|      confuso de vidrios, hierro y madera de la diligencia desvencijada,
 2      8|   recomendaba. Parecía decirle la madera de fino barniz blanco: «
 3      8|       absolutamente nada, de oro; madera y sólo madera. Vegallana
 4      8|       nada, de oro; madera y sólo madera. Vegallana tenía en mucho
 5      8|           cortaplumas, raspaba la madera y... ¡oh, triunfo!, ésta
 6      8|          Bedoya.~ ~ -¿Qué?~ ~ -La madera es nueva; si fuese del tiempo
 7      8|          se desharía en polvo; la madera vieja siempre deja caer
 8      9|   prisioneros en estrecha caja de madera, verde también. Por esto
 9     12|           con sus contorsiones de madera retorcida, ora en curvas
10     12|         San Juan, en un cuadro de madera en medio de un altar: Et
11     13| Robustiano.~ ~ Era un columpio de madera, como los que se ofrecen
12     15|        golpes del chuzo contra la madera. No abrían. Al Provisor
13     15|   arrojaban algo sobre el piso de madera...~ ~ Celestina, la hija
14     16|         porque tienen el gusto de madera de tinteros; Ana estaba
15     18|      hasta los huesos de piedra y madera carcomida; de calles estrechas,
16     18|  diabólicos artefactos de acero y madera, esperando en posturas interinas
17     18|       rincón!»~ ~ -Usted es de la madera de los ministros...~ ~ -¡
18     18|           vueltas en el banco, la madera del armatoste crujía, las
19     18|        doradas, incrustadas en la madera negra. Se levantó, abrazó
20     20|   Frígilis, en quien reconocía la madera de un librepensador, pero
21     20|        cajas de cigarros, unas de madera olorosa, otras de latón;
22     20|  representaba una panera, casa de madera sostenida por cuatro pies
23     20|            y cerca de su lecho de madera pintada de azul y rojo,
24     20|           áridos, cajón enorme de madera con chapas de hierro. Huí,
25     21|         la cabecera de su cama de madera tenía una cartera de viaje,
26     22|         pasos, haciendo crujir la madera vieja del piso, de castaño
27     22|        veía la carne blanca de la madera, que chorreaba el agua.
28     24|       negra, oyendo a lo lejos la madera constipada de los violines
29     25|   ostentaban sus santos de yeso y madera barnizada como gastados
30     25|     hombreándose con la imagen de madera, colocando los cirios con
31     26|            También Ana parecía de madera pintada; su palidez era
32     29|          ruido del hierro y de la madera y la trepidación uniforme
33     30|          hubiesen filtrado por la madera y caído en el cerebro del
34     30|         aparecía, ya no crujía la madera.~ ~ Jesús de talla, con
35     30|          pudo. Cayó sentada en la madera, abierta la boca, los ojos
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License