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Alfabética [« »] dominios 6 dominó 12 dominus 2 don 1833 doña 411 doncella 47 doncellas 6 | Frecuencia [« »] 2141 al 1906 pero 1840 como 1833 don 1707 más 1355 para 1205 él | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias don |
Cap.
1 1| Custodio el beneficiao a don Pedro el campanero el otro 2 1| campanero el otro día: «Ese don Fermín tié más orgullo que 3 1| Fermín tié más orgullo que don Rodrigo en la horca», y 4 1| Rodrigo en la horca», y don Pedro se reía; y verás, 5 1| después, cuando ya había pasao don Fermín: «¡Anda, anda, buen 6 1| lo de la pintura. Era que don Custodio tenía envidia. 7 1| campanero, el de verdad, vamos don Pedro... ¡ay Dios! entonces 8 1| por escotillón; era el de don Fermín de Pas, Magistral 9 1| todo poderoso, y para él don Fermín era un personaje 10 1| ondulantes movimientos de don Anacleto, familiar del Obispo - 11 1| apearse de la ventana. Aquel don Fermín que allá abajo en 12 1| osado mirar cara a cara a don Fermín, le hubieran visto, 13 1| los recreos solitarios de don Fermín de Pas consistía 14 1| tanto que el beneficiado don Custodio le aborrecía principalmente 15 1| Magistral desde los treinta.~ ~ Don Fermín contemplaba la ciudad. 16 1| chisporroteaba en su alma, don Fermín encontraba estrecho 17 1| injusticia distributiva que don Fermín tenía debajo de sus 18 1| como se dice ahora. Páez, don Frutos Redondo, los Jacas, 19 1| resultado, y no desconfía don Fermín de llevar la luz 20 1| consienten blancura duradera.~ ~ Don Saturnino Bermúdez, que 21 1| solar por utilidad pública, don Saturnino ponía el grito 22 1| No cabe duda que el señor don Saturnino, siquiera fuese 23 1| del Norte, la más oscura, don Fermín distinguió dos señoras 24 1| capilla mayor estaba cerrada. Don Fermín, que iba a la sacristía, 25 1| por los perros, el señor don Custodio el beneficiado, 26 1| ojos. Humilló los suyos don Custodio y pasó cabizbajo, 27 1| propia de su beneficio. Este don Custodio era un enemigo 28 1| beneficiado soñaba para don Fermín más grandezas que 29 1| todavía del calor y el olor de don Custodio.~ ~ El Magistral 30 1| embargo, cinco minutos llevaba don Saturnino Bermúdez empleados 31 1| encontraba casi todos los días a don Saturnino en semejante ocupación. 32 1| y otras de la Encimada. Don Saturnino estaba muy ocupado 33 1| etc.; es decir, que si don Saturnino fuera tan atrevido 34 1| en las leyes naturales, don Saturno -así le llamaban -, 35 1| asombro que vestir la prenda don Saturno y quedar convertida 36 1| acendrado idealismo. En efecto, don Saturno se enamoró de una 37 1| hacía caso de los ojos de don Saturno ni entendía las 38 1| Bermúdez:~ ~ -No sé cómo ese don Saturno puede saber tanto: 39 1| primero faltaba el sol que don Saturnino a misa de ocho; 40 1| a tales horas? Pues era don Saturnino Bermúdez, doctor 41 1| éxtasis de los místicos! Y don Saturno apretando el paso 42 1| convertía poco a poco a don Saturno en otro hombre; 43 1| A la mañana siguiente don Saturno despertaba malhumorado, 44 1| hombre. ¡Y que le dijeran a don Saturno que la materia no 45 1| Saturno». Saturno, sin don.~ ~ Una noche en la tertulia 46 1| inteligente... etc., etc.» Don Saturno se puso colorado 47 1| se acercaba a saludar a don Saturno; reconoció a Obdulia 48 1| por el sabio.~ ~ -El señor don Fermín de Pas, Magistral 49 1| perladas, como las llamaba don Saturno, llenaron el ambiente, 50 1| varias veces entregarla a don Custodio, hambriento de 51 1| le crispaba los nervios a don Fermín; era un escándalo 52 1| estallar! Todo esto encantaba a don Saturno mientras irritaba 53 1| mí se me conquista como a don Saturno?»~ ~ A pesar de 54 1| pies, aplastada, para que don Fermín no usase con ella 55 1| Afortunadamente, según don Fermín, nada les serviría 56 1| antigüedades vetustenses.~ ~ Don Saturno estiró las cejas 57 1| manteo. De éste se despojó don Fermín, después de acercarse 58 1| otro cuadro que alababa don Saturnino.~ ~ Dieron vuelta 59 1| poder contenerse.~ ~ Miró don Saturno con sonrisa de lástima 60 1| que tal se le antojaban a don Saturno, quien los había 61 1| centuria los señores reyes don... -y pronunció los nombres 62 1| sabiduría y elocuencia de don Saturnino.~ ~ Dentro de 63 1| Después de la enumeración de don Saturno, hubo un silencio 64 1| un chillido y se agarró a don Saturno, que, patrocinado 65 2| Magistral, el ilustrísimo señor don Cayetano Ripamilán, aragonés, 66 2| esplendorosa de la viudita.~ ~ Era don Cayetano un viejecillo de 67 2| alas muy recogidas, a lo don Basilio, y como lo echaba 68 2| con frecuencia. Aunque era don Cayetano canónigo y tenía 69 2| ilustrísimo, sino por el don inapreciable de poeta bucólico 70 2| castidad casi secular de don Cayetano. No era eso. Su 71 2| cuando se quiso excomulgar a don Pompeyo Guimarán, personaje 72 2| Pastor de Bílbilis, o sea don Cayetano Ripamilán? El romanticismo 73 2| maliciosos que fueran. No era don Cayetano uno de tantos canónigos 74 2| era de estos días el ser don Cayetano muy honesto en 75 2| nadie notaba, sentíalo aún don Cayetano.~ ~ El Magistral 76 2| maza, al señor Arcediano don Restituto Mourelo. En el 77 2| torcido del hombro derecho don Restituto -por lo demás 78 2| entero. Sí, era cierto que don Restituto disfrutaba de 79 2| Glocester fue en adelante don Restituto Mourelo para toda 80 2| presente y ausente. Cuando don Cayetano volvía la espalda, 81 2| interrumpió triunfante don Cayetano -. Me ha dicho 82 2| para hablar a solas con don Cayetano. Sufría sus impertinencias 83 2| entusiástico partidario de don Fermín en las luchas del 84 2| interés, muchos por miedo; don Cayetano, incapaz de temer 85 2| menos.~ ~ -La verdad es que don Fermín es muy buen mozo, 86 2| prepararle una caída que ni la de don Rodrigo Calderón. Vastísimos 87 2| hasta máquinas infernales. Don Custodio el beneficiado 88 2| principal señora, era esposa de don Víctor Quintanar, Regente 89 2| sido hija de confesión de don Cayetano, pero éste, que 90 2| por no dar un desaire a don Cayetano, y algunas por 91 2| sacudirse las moscas.~ ~ Don Custodio, joven ardentísimo 92 2| confesonario de Ripamilán al de don Fermín. Esto era ya una 93 2| oh escándalo!, ahora (don Custodio lo había averiguado 94 2| y hermosísima esposa de don Víctor Quintanar. ¡Y don 95 2| don Víctor Quintanar. ¡Y don Custodio sentía la alegórica 96 2| aquella tarde no se sentaba don Fermín. Había vuelto a pasar, 97 2| porque éste era esclavo de don Fermín». Esta opinión de 98 2| de Glocester la aprobaba don Custodio; no tenía el beneficiado 99 2| Puede ser -contestó don Custodio, subrayando las 100 2| el Magistral para oír a don Cayetano, en vez de correr 101 2| habían venido sin avisar? Don Cayetano debía de saberlo. 102 2| cuyos secretos envidiaba don Custodio; allí esperaban 103 2| malintencionados».~ ~ «No era él un don Custodio, ignorante de lo 104 2| retiraba del confesonario. Pero don Cayetano nada le había dicho. 105 2| maldiciones sin duda.~ ~ Don Cayetano contuvo su verbosidad, 106 2| Ah, pícara memoria! Don Fermín, una palabra, con 107 2| ángel de bondad? -gritaba don Cayetano, asustado de veras.~ ~ - 108 2| Y qué decían? -preguntó don Cayetano.~ ~ -Doña Ana callaba. 109 2| Al Espolón!~ ~ -¡Pero don Cayetano!~ ~ -Es cuestión 110 2| Ellos; la viudita y don Saturno; reconozco el chirrido 111 2| En medio de la capilla, don Saturnino sudando copiosamente, 112 2| escuadra y se figuraba que don Saturno apestaba a brea. 113 2| plateresca que este señor don Saturnino?»~ ~ Se le pasó 114 2| cortés señora de pueblo. Don Saturno reanudó su discurso. 115 2| malhaya el dignísimo Obispo don García Madrejón que consintió 116 2| aire una carcajada, que oyó don Cayetano desde fuera. Don 117 2| don Cayetano desde fuera. Don Saturno, cortado y sospechando 118 2| la calle todos juntos.~ ~ Don Saturno se apresuró a despedirse. 119 3| propaganda. Cuando el señor don Víctor Quintanar era Regente 120 3| por qué, cuando se jubiló don Víctor, y por fin cesaron 121 3| fin cesaron las visitas. Don Víctor y don Fermín se hablaban 122 3| las visitas. Don Víctor y don Fermín se hablaban algunas 123 3| Pas tenían un aislador en don Víctor; por su conducto 124 3| menos ella no lo recordaba. Don Cayetano, que sabía esto, 125 3| toda, como se la figuraba don Saturno poco antes de dormirse, 126 3| pensando, sin saber cómo, en don Álvaro Mesía, presidente 127 3| Teatro Real de Madrid y vio a don Álvaro Mesía, el presidente 128 3| vez se presentó el esbelto don Álvaro, pero de gabán blanco 129 3| anegar el mundo. La imagen de don Álvaro también fue desvaneciéndose, 130 3| y familiar figura de su don Víctor Quintanar con un 131 3| del sacrificio, como diría don Cayetano. Ana Ozores depositó 132 3| tienes, hija mía? -gritó don Víctor acercándose al lecho.~ ~ « 133 3| necesitaba, tila y azahar.~ ~ Don Víctor se tranquilizó. « 134 3| háblame, siéntate aquí.~ ~ Don Víctor se sentó sobre la 135 3| que fueron las cuales por don Víctor exclamó éste:~ ~ -¿ 136 3| Volvió Petra con la tila.~ ~ Don Víctor observó que la muchacha 137 3| que fueran encantos, que don Víctor no entraba en tales 138 3| en la taza.~ ~ ¡Pero si don Víctor no creía en los nervios! ¡ 139 3| Que sí, que sí...~ ~ Don Víctor tomó tila y acto 140 3| recibió en los labios el beso. Don Víctor se puso un poco encarnado; 141 3| eso, muchacha -contestó don Víctor.~ ~ «¡Qué desfachatez! 142 3| duerme y no oye la señal de don Tomás (Frígilis)... Como 143 3| ladridos... ya sabes... don Tomás...~ ~ -Sí, ya sé. 144 3| señor. En cuanto ladre don Tomás iré a llamarle. ¿No 145 3| espalda no muy cubierta. Don Víctor levantó entonces 146 3| puerta del cuarto de Petra y don Víctor emprendió de nuevo 147 3| murmullos de desaprobación, y don Víctor se alejó por no ser 148 3| Equilibrado el ánimo, volvió don Víctor al amor de las sábanas.~ ~ 149 3| este propósito solía decir don Víctor, recordando su magistratura:~ ~ - 150 3| maridos ultrajados, el divino don Pedro había discurrido como 151 3| Lope el mérito que tenían, don Víctor nada encontraba como 152 3| Absurdo!, ¡absurdo! -gritaba don Víctor -, jamás se hizo 153 3| irresponsable.~ ~ Leía, pues, don Víctor a Calderón, sin cansarse, 154 3| lo decía... Aquel mismo don Álvaro que tenía fama de 155 3| convertir en carámbano a don Álvaro Mesía, mientras él 156 3| del tocador de la Regenta, don Víctor, pálido y ojeroso, 157 3| como los de un Nemrod.~ ~ Don Víctor, al llegar a la puerta 158 4| de tan ilustre linaje.~ ~ Don Carlos, padre de Ana, era 159 4| segundón del conde de Ozores. Don Carlos tuvo dos hermanas, 160 4| Loco de amor se casó don Carlos Ozores a los treinta 161 4| pensaban las hermanas de don Carlos allá en su caserón 162 4| palacio de los Ozores era de don Carlos; sus hermanas se 163 4| que no se derrumbara.~ ~ A don Carlos le dolió mucho que 164 4| las paces con el infame don Carlos ni para enterarse 165 4| se corrió por Vetusta que don Carlos se había hecho masón, 166 4| necesitaba comentarios.~ ~ Don Carlos, en efecto, se había 167 4| tenía poco de tranquila. Don Carlos se dedicó a filósofo 168 4| que pensar que era tonto don Carlos, sino un buen matemático, 169 4| contradictorio en el carácter de don Carlos era obra de su tiempo. 170 4| la muerte de su esposa, don Carlos volvió a pensar en 171 4| mal uso. Esto lo ignoraba don Carlos, que admitió el aya 172 4| profanación.~ ~ Tuvo que emigrar don Carlos, y Ana quedó en poder 173 4| niña y el aya escribió a don Carlos que un su amigo, 174 4| las nuevas haciendas de don Carlos se fueron Anita, 175 4| había procurado seducir a don Carlos; sabía que su difunta 176 4| de la italiana. Creyó que don Carlos se había casado por 177 4| complicado sistema de seducción, don Carlos no echó de ver siquiera 178 4| hermana mayor, escribió a don Carlos, porque el caso era 179 4| pormenores. Se le escribió a don Carlos nada más que esto: 180 4| el honor de los Ozores. Don Carlos entonces no podía 181 4| extranjero se había hecho don Carlos más filósofo y menos 182 4| vulgo?~ ~ En este particular don Carlos aprobaba el criterio 183 4| tape, era lo que ocultaba don Carlos a su hija. Todo lo 184 4| trabajase en el alambre, don Carlos pondría una red debajo, 185 4| qui mal y pense! -repetía don Carlos, y lo otro de -: 186 4| y gracias a ella, no a don Carlos, aquel inoportuno 187 4| facilitaban las circunstancias. Don Carlos no tenía más amistad 188 4| no tenía amigas. Además don Carlos la trataba como si 189 4| ella. Entre doña Camila y don Carlos habían ajado las 190 4| Erario a los filósofos, don Carlos, que no se ocupaba 191 4| del aya, que visitaba a don Carlos y miraba a la niña 192 4| recoger los frutos.~ ~ Cuando don Carlos decidió vivir en 193 4| el orgullo legítimo de don Carlos.~ ~ Un día de sol, 194 4| el catálogo escrito por don Carlos.~ ~ Vio un tomo en 195 4| hacía allí San Agustín?~ ~ Don Carlos era un librepensador 196 4| leyó las primeras páginas. Don Carlos no estaba en casa. 197 4| la biblioteca, discutían don Carlos, un clérigo de Loreto 198 4| el mismo instante juraba don Carlos que el cristianismo 199 4| grandes verdades sin saberlo». Don Carlos en aquel momento 200 4| señor Chateaubriand -según don Carlos -. Él tenía sus obras 201 4| ella misma oraciones.~ ~ Don Carlos tenía también el 202 4| A mí no me la dan -decía don Carlos guiñando un ojo -; 203 4| poesías «A la Virgen».~ ~ Don Carlos le permitía pasear 204 5| acompañaron en su viaje don Cayetano Ripamilán, canónigo 205 5| Ozores.~ ~ Había muerto don Carlos de repente, de noche, 206 5| Vetusta.~ ~ Doña Anuncia y don Cayetano encontraron a la 207 5| que empleaba el doctor. Don Cayetano podía oírlo todo, 208 5| la muerte repentina de don Carlos olía un poco a azufre.~ ~ 209 5| la situación apurada de don Carlos, que además era un 210 5| a merecerles la hija de don Carlos y de la modista italiana 211 5| mujeres.~ ~ Glocester, o sea don Restituto Mourelo, canónigo 212 5| médico de la aristocracia, don Robustiano, que asistía 213 5| tertulia acoger a la hija de don Carlos como una Ozores, 214 5| efecto de la enfermedad. Don Robustiano dijo que eso 215 5| llevó a casa la imagen de don Álvaro entre ceja y ceja.~ ~ 216 5| mes ya no se acordaba de don Álvaro; ni don Álvaro de 217 5| acordaba de don Álvaro; ni don Álvaro de Ana en cuanto 218 5| diecinueve años y el señor don Víctor Quintanar pasaba 219 5| conservado. Ana suplicó a don Cayetano que nada dijese 220 5| tardes se encontraban con don Tomás Crespo, el íntimo 221 5| se la comía con los ojos. Don Tomás era una de las pocas 222 5| miraba de lejos, mientras don Tomás se detenía a saludarlas. 223 5| y les presentó al señor don Víctor Quintanar, magistrado. 224 5| Anuncia ofreció la casa a don Víctor. Éste pensaba que 225 5| le pasaba por dentro era don Tomás Crespo, libre, decía 226 5| en tomos como casas.~ ~ A don Tomás le llamaban Frígilis, 227 5| frágiles. Tal era la divisa de don Tomás: la fragilidad humana.~ ~ 228 5| espirituales.~ ~ -Mire usted, don Víctor -le decía a su amigo -, 229 5| Deje usted la flora, don Tomás.~ ~ -Tiene usted razón, 230 5| condiciones que había impuesto a don Cayetano; no sabrían nada 231 5| no sabrían nada las tías. Don Víctor aceptó aquella manera 232 5| hablar como Sancho Ortiz o don Gutierre Alfonso.~ ~ Pero 233 5| Pues si tampoco amaba a don Víctor, tampoco debía casarse 234 5| confesaba Anita que le agradaba don Víctor? Sí. Pues cada día 235 5| amor acaba desesperada».~ ~ Don Cayetano, que sabía ponerse 236 5| americano deseado y temido, don Frutos Redondo, procedente 237 5| de gusto cuando sepas que don Frutos Redondo, el más rico 238 5| Frígilis.~ ~ Y al día siguiente don Víctor Quintanar, de tiros 239 5| rebaños en la Almunia de don Godino. Nunca hubiera sido 240 5| Anuncia quedó deslumbrada... ¡Don Godino... mediocritas... 241 5| Frígilis había advertido a don Víctor, al ponerle la cruz 242 5| vieja estaba fascinada.~ ~ «Don Frutos -pensaba ella - había 243 5| boda loca.~ ~ La hizo.~ ~ Don Frutos se volvió a Matanzas, 244 5| que había visto marchar a don Álvaro Mesía por el mismo 245 5| de las tías -contestaba don Víctor.~ ~ -¡Bah, bah! Ya 246 5| Será usted la Regenta.~ ~ Don Cayetano quiso también subir 247 5| pésame por la muerte civil de don Carlos.~ ~ -Y ella va contenta - 248 5| diligencia.~ ~ Y partió el coche. Don Víctor oprimía entre las 249 5| digno de poseerla que aquel don Víctor, a pesar de sus cuarenta 250 5| pensando Ana -. Que lo dijera don Frutos Redondo... Pero además, ¿ 251 5| pensar en otros hombres. Don Víctor era la muralla de 252 5| Ana los ojos y miró a su don Víctor, que a la luz de 253 6| palmo entero y si pasaba don Álvaro Mesía, presidente 254 6| entrañas de la tierra.~ ~ Don Pompeyo Guimarán, un filósofo 255 6| Espolón. A su lado está don Matías el procurador: juega 256 6| oro del Procurador y de don Basilio. Le van matando, 257 6| para cenar de mala manera. Don Basilio y el Procurador 258 6| miedosos como palomas.~ ~ Don Basilio aseguraba que el 259 6| vigilancia. Era inútil. Don Frutos Redondo, el más rico 260 6| Entonces era cuando entraba don Amadeo Bedoya, capitán de 261 6| conserje había perdido. Don Amadeo era el don Saturnino 262 6| perdido. Don Amadeo era el don Saturnino Bermúdez de tropa. 263 6| una ocasión el mismísimo don Saturnino Bermúdez escribió 264 6| pasear? Por eso proponía don Pompeyo Guimarán, el filósofo, 265 6| Antes mentir que exagerar. Don Saturnino Bermúdez había 266 6| entrar en la capilla de don Fermín y a don Fermín salir 267 6| capilla de don Fermín y a don Fermín salir sin saludar 268 6| el Arcipreste, el célebre don Cayetano, ha rogado a Anita 269 7| Además, Ronzal aborrecía a don Álvaro Mesía y a cuantos 270 7| éste el amigo íntimo de don Álvaro.~ ~ -Buenas tardes, 271 7| en la dirección moral de don Fermín... ¡Je, je...!~ ~ 272 7| Pero ¿qué señora?~ ~ -Ésa, don Joaquinito, ésa; y de mí 273 7| la noticia -. Y ese señor don Juan Tenorio puede llamar 274 7| Orgaz, padre.~ ~ -Y eso del don Juan Tenorio vaya usted 275 7| ronzalesco). No parece sino que don Alvarito se come los niños 276 7| acompañaban Paco Vegallana y don Frutos Redondo. Llegaron 277 7| por pura discreción.~ ~ Don Álvaro Mesía era más alto 278 7| político, si se exceptuaba a don Álvaro. Trabuco tenía que 279 7| en cuanto a la fama que don Álvaro gozaba de audaz e 280 7| y sin embargo, entraba don Álvaro en la Diputación, 281 7| quitaban el sombrero, y don Álvaro para aquí, y don 282 7| don Álvaro para aquí, y don Álvaro para allá; y no había 283 7| allá; y no había alcalde de don Álvaro que no viese aprobadas 284 7| hablar con sus amigos aquel don Álvaro de una manera singular 285 7| conocía las víctimas que el don Juan de Vetusta iba haciendo, 286 7| decir y cuándo lo diría.~ ~ Don Álvaro notó que su presencia 287 7| explicar la palabreja.~ ~ Según don Álvaro, la ambición y la 288 7| soy amigo de corazón de don Manuel, y conozco a su hija 289 7| supeditada a la voluntad de don Fermín; que no se casa ni 290 7| quiere hacerla monja, y que don Manuel autoriza esto, y...~ ~ - 291 7| juro que es verdad, señor don Álvaro -gritó Foja.~ ~ -¿ 292 7| propósito era agradar a don Álvaro, por causas que él 293 7| seguro de la presencia de don Álvaro.~ ~ -El pueblo -continuó 294 7| propósito de sabios -dijo don Frutos Redondo, el americano, 295 7| aplastar al de Pernueces.~ ~ Don Frutos se bañaba en agua 296 7| búsquela usted sin h -exclamó don Frutos, ya muy serio, queriendo 297 7| casa pone avena con h.~ ~ Don Frutos iba a protestar, 298 7| arreglan estas cosas.~ ~ Don Frutos abrió la boca.~ ~ 299 7| manda; y usted tiene razón y don Frutos confunde la avena 300 7| donde hizo su fortuna...~ ~ Don Frutos se dio por satisfecho. 301 7| los del corro a costa de don Frutos. ¡Raro desprendimiento 302 7| energía; ¡y ahora delante de don Álvaro! Aceptó la cena y 303 7| se prometió espiarlos.~ ~ Don Álvaro Mesía, Paco Vegallana 304 7| Marquesito comprendió que a don Álvaro le estorbaba Orgaz.~ ~ - 305 7| Sabía positivamente que don Álvaro había sido amante 306 7| no.~ ~ -Pues tu rival es don Saturnino Bermúdez, el descendiente 307 7| quería ver a Obdulia y a don Saturno juntos, en casa, 308 7| sabihondo ese...~ ~ -¡Ah!, ¿don Saturnino? Pues tampoco 309 7| amigo de vez en cuando. Don Álvaro iba pensativo. Aquel 310 7| tanto como su intimidad con don Álvaro. Cuarenta años y 311 7| algunos conatos de ello, don Álvaro le había hecho comprender 312 7| confidencia que esperaba.~ ~ Don Álvaro se encogió de hombros.~ ~ - 313 7| Quién?~ ~ -Anita. ¡Bah!~ ~ Don Álvaro sonrió, mirando con 314 7| recorrer calles y plazuelas, don Álvaro hizo sentir al otro 315 7| consentía en hablar con don Álvaro a solas, ¿dónde podía 316 7| esperar los acontecimientos. Don Álvaro lo sabía por larga 317 7| Bien lo había conocido don Álvaro, y aunque el rival 318 7| sólo podía descifrarlas don Álvaro, dueño de la clave. 319 7| eran dotes positivas de don Álvaro en tales asuntos. 320 7| perder ahora», había pensado don Álvaro. «La devoción sería 321 7| cancerbero más respetable que don Víctor Quintanar, mi buen 322 7| tanto y tan bien como decía don Álvaro, nada de más haría 323 7| grande contemplaba ahora a su don Álvaro! Mucho más grande 324 7| moda, hubiera sabido que don Álvaro no hacía más que 325 7| costa.~ ~ «Y que perdonase don Víctor Quintanar, incapaz 326 8| pacífico!), ni más ni menos, don Álvaro Mesía, el jefe del 327 8| blancos que por los negros, don Álvaro cuidaba de los negocios 328 8| mandaban los del Marqués, don Álvaro repartía estanquillos, 329 8| su mano derecha, Mesía. Don Álvaro era al Marqués en 330 8| El Marqués agradecía a don Álvaro su abnegación, y 331 8| Era el enemigo natural de don Saturnino Bermúdez en materia 332 8| abultadas y menudas, que a don Saturnino se le antojaban 333 8| Video meliora, le decía don Saturno sin que Paco le 334 8| Aquella Arcadia la veía don Álvaro con ojos acariciadores; 335 8| bromas. Las confidencias de don Álvaro le habían enternecido, 336 8| Visita acababa de comer.~ ~ Don Álvaro en el seno de la 337 8| Antes había olvidado a don Saturnino, que yacía en « 338 8| semejantes recuerdos para don Álvaro. En cuanto a Paquito, 339 8| salvaje! La trataba como don Saturnino, antes de atreverse; 340 8| carnal. Era intratable aquel don Álvaro. También lo era el 341 8| frente. Hablaban ella y don Álvaro como hermanos cariñosos. 342 8| conquista más. Comprendía don Álvaro que Visitación quería 343 8| descubierto algún interés por don Álvaro en su amiga y en 344 8| amor... Ese estúpido de don Víctor con sus pájaros y 345 8| oportuna. Visitación suponía a don Álvaro enterado de lo que 346 8| Alvarico, no te quepa duda.~ ~ Don Álvaro sintió un profundo 347 8| novedades... ingrata?~ ~ Don Álvaro acercó su rostro 348 8| solemne y aristocrático don Saturnino.~ ~ Los que estaban 349 8| Obdulia y Paco, no veían; don Álvaro estaba seguro. Se 350 8| un paso atrás, huyendo de don Álvaro.~ ~ -¡Loca...!, ¡ 351 8| catedral? ¿Qué hombre era aquel don Fermín que en una sola conferencia 352 9| criados parecían de estuco. Don Víctor era un viejo tal 353 9| Arcipreste, que tenía el don de parecerse a los pájaros.~ ~ « 354 9| Cuándo le había hablado don Cayetano de si tenía ella 355 9| halagado mucho el notar que don Fermín le hablaba como a 356 9| nada de su inclinación a don Álvaro! «Sí, inclinación. 357 9| sido poner en berlina a don Víctor sin por qué ni para 358 9| El señorito Paco y don Álvaro.~ ~ Petra notó que 359 9| Ya no podían escapar. Don Álvaro y Paco estaban delante 360 9| tales despilfarros de gas. Don Álvaro veía a la Regenta 361 9| a lo menos así lo llama don Saturnino, hay además el 362 9| No era el Magistral. Era don Álvaro, que venía a su lado 363 9| deslumbrantes de gas.~ ~ Don Álvaro opinaba lo contrario, 364 9| Yo he leído -añadía don Álvaro en casos tales - 365 9| de Trabuco).~ ~ Además, don Álvaro era profundamente 366 9| metafísica, le iba mucho mejor a don Álvaro.~ ~ Al recordar una 367 9| epicureísmo solía decir don Álvaro con una llama en 368 9| pasaban por ciertas cosas.~ ~ Don Álvaro iba al lado de Ana 369 9| verbigracia. No decía que don Paquito estuviera en tal 370 9| mucho en Vetusta, Ana -decía don Álvaro.~ ~ Buscaba en vano 371 9| hombres; ¡pero ella, Ana!~ ~ Don Álvaro se vio en un apuro. ¿ 372 9| era negar la evidencia.~ ~ Don Álvaro temía aventurar mucho 373 9| consumaría el sacrificio, su don Víctor y nada más, es decir, 374 9| ella más aborrecía...»~ ~ Don Álvaro, que si no era tan 375 9| en la sombra, buscando a don Álvaro que había retrocedido 376 9| Regenta.~ ~ «Es mía», pensó don Álvaro con deleite superior 377 9| es decir, un estreno de don Pedro Calderón de la Barca, 378 9| oscuro». Escuchó. Oyó que don Álvaro se despedía con una 379 10| acompañaba a su madre.~ ~ Don Víctor inclinó la cabeza 380 10| vestimos, te peinamos...~ ~ Don Víctor instó también.~ ~ - 381 10| una religión! -advirtió don Víctor consultando el reloj, 382 10| empezar, cedió y se llevó a don Víctor, que hizo algunos 383 10| No vas otras noches?~ ~ Don Víctor insistió otro poco 384 10| Nada tenía ella que ver con don Álvaro. Podía él estar todo 385 10| otra vez, y en Valladolid; don Víctor siempre con ella; ¿ 386 10| si se hubiera casado con don Frutos Redondo? Acaso le 387 10| sido infiel. ¡Pero aquel don Víctor era tan bueno, tan 388 10| ingratitud engañarle. Con don Frutos hubiera sido tal 389 10| tan brutal, tan grosero! Don Álvaro entonces la hubiera 390 10| Mesía». Ana contempló a don Frutos, el mísero tendido 391 10| hubiera sido yo, me despedía don Víctor... ¡Ay, señora!, 392 10| aquello. Estaba furiosa. «¡Su don Víctor! ¡Aquel idiota! Sí, 393 10| compadecían. Nada de hijos. Don Víctor no era pesado, eso 394 10| la Regenta que conoció a don Álvaro, aunque la aparición 395 10| o por su cerebro.~ ~ Era don Álvaro, en efecto. Estaba 396 10| suerte, a la chance que decía don Álvaro, gran parte de sus 397 10| Parque. Sí, sentía ella que don Álvaro se infiltraba, se 398 10| digno de ella. Lucharía».~ ~ Don Víctor volvió del teatro 399 10| de fidelidad conyugal. Su don Víctor, a pesar de las máquinas 400 10| supremos para idealizar a don Víctor que traía el lazo 401 10| en el palco la Marquesa, don Robustiano y yo. El doctor 402 10| Programa! -gritó don Víctor -: al teatro dos 403 10| catedral cuando predique don Fermín y repiquen gordo. ¡ 404 10| sus partes. La Marquesa, don Robustiano y Paquito me 405 10| estoy cayendo.~ ~ Bostezó don Víctor y salió del gabinete 406 10| de dos traidores...?» ~ Don Víctor se fijó en un velador, 407 10| quién se me toma a mí?~ ~ Don Víctor alborotaba pocas 408 10| Si debías qué? -preguntó don Víctor con expresión de 409 10| boca, y bajó la cabeza.~ ~ Don Víctor miraba a todos con 410 11| conocerlo, hablaba muy mal don Saturnino Bermúdez, cuando 411 11| nadie sirve para todo».~ ~ Don Fermín escribía a la luz 412 11| probables. Entonces vestía don Fermín un cómodo, flamante 413 11| El mundo entero! -gritó don Santos Barinaga, que siempre 414 11| hablaré!~ ~ -Bah, bah, bah, don Santos; usted no puede ser 415 11| confesión! ¡Dato precioso! Don Cayetano confiesa que don 416 11| Don Cayetano confiesa que don Santos y don Fermín son 417 11| confiesa que don Santos y don Fermín son enemigos porque 418 11| señor Barinaga, al bueno de don Santos, se le haya metido 419 11| que dice.~ ~ -Oiga usted, don Cayetano; ni la edad, ni 420 11| honra del Magistral? Pues si don Santos le maldice porque 421 11| Con usted no va nada, don Cayetano o don Fuguillas; 422 11| va nada, don Cayetano o don Fuguillas; usted podrá ser 423 11| Todos los presentes, menos don Santos, convinieron en que 424 11| Hombre, un Candelas...!~ ~ Don Santos Barinaga gritó:~ ~ - 425 11| el olor de su bilis.~ ~ Don Cayetano se encogió de hombros 426 11| apellidaba Campillo.~ ~ A don Fermín no le importaba mucho 427 11| sabido antes?»~ ~ El pobre don Cayetano era hombre de algún 428 11| la de aquella señora?~ ~ Don Fermín no perdonaba al Arcipreste 429 11| dejarle aquel tesoro.~ ~ Don Cayetano le había hablado 430 11| seriedad de la Regenta.~ ~ -Don Fermín -le había dicho -, 431 11| sospeche. En fin, usted verá. Don Víctor es como Dios le hizo. 432 11| con él -aquí volvió a reír don Cayetano - lo mejor será 433 11| entiendan!» En esta frase que don Cayetano había dicho sin 434 11| asomos de malicia, encontraba don Fermín motivo para meditar 435 11| canónigos del tertulín.~ ~ Don Custodio, el beneficiado, 436 11| allí, siempre lo mismo.~ ~ -Don Custodio -le decía Glocester, 437 11| hablado de tantas cosas! Don Fermín estaba satisfecho 438 11| proveer a su Iglesia...»~ ~ Don Fermín soltó la pluma y 439 11| podía hablar de tal cosa. «Don Fermín continuaba siendo 440 11| de lavado y planchado.~ ~ Don Fermín volvió a sentarse 441 11| de rosa. Por consejo de don Robustiano, el médico, De 442 11| aquella hazaña, ni el mismo don Santos Barinaga que andaba 443 11| desnudo de la cintura arriba, don Fermín se acordaba de sus 444 11| señorito.~ ~ -¿A mí...? -don Fermín encogió los hombros -. ¿ 445 11| mía. Agradezco su celo.~ ~ Don Fermín estaba pensando que 446 11| Una carta?~ ~ -Sí, ésa.~ ~ Don Fermín hubiera deseado a 447 11| antojado al espantajo de don Cayetano encajarte ahora 448 11| celestes.~ ~ -El Arcediano y don Custodio -prosiguió - hicieron 449 11| el cántaro a la fuente... Don Fortunato es una malva, 450 11| calumnian, estás perdido.~ ~ -Don Fortunato no se mueve sin 451 11| Glocester...?~ ~ -Sí, y don Custodio.~ ~ -Y a usted, ¿ 452 11| mil perrerías? Glocester, don Custodio, Foja, don Santos 453 11| Glocester, don Custodio, Foja, don Santos y el mismísimo don 454 11| don Santos y el mismísimo don Álvaro Mesía, con toda su 455 11| compraran a ti las nuevas; si don Santos se arruina por culpa 456 11| Salomón.~ ~ La madre de don Fermín creía en la omnipotencia 457 11| Era mecánico», como decía don Fermín explicando religión. « 458 11| Casino dos días antes: que don Álvaro estaba enamorado 459 11| como a tantas otras. «Aquel don Álvaro era un enemigo de 460 11| sabía ella». Ni el mismo don Fermín le tenía por enemigo, 461 11| poderío de su hijo. «Aquel don Álvaro era otro buen mozo, 462 11| Regenta, aquella santa, y el don Alvarito, se entendieran 463 11| Adiós, madre -dijo don Fermín cuando doña Paula 464 11| segunda naturaleza. Tenía el don de estar hablando con mucho 465 12| XII -~ ~ Don Francisco de Asís Carraspique 466 12| soberanía subrepticia de don Carlos VII. Su religiosidad ( 467 12| disgustos para el mismo don Francisco de Asís, para 468 12| su primera confesión con don Fermín; habían sido educadas 469 12| convento que había escogido don Fermín; y las dos primeras 470 12| de la señora.~ ~ -Sí, ya, don Robustiano: ¿pues qué hay, 471 12| Erard.~ ~ Llegó al salón don Robustiano y salió Fulgencia 472 12| con buen éxito todavía. Don Robustiano era el médico 473 12| de su ciencia inclusive, don Robustiano no podía alzar 474 12| no era su terreno propio, don Robustiano podía apostar 475 12| talento.~ ~ -¡Oh, mi señor don Fermín!, cuánto bueno... 476 12| ilustrada.~ ~ -¿Qué hay, don Robustiano? ¿Viene usted 477 12| nombre ni en las mejillas.~ ~ Don Robustiano se acercó al 478 12| usted... ¿A que mi señor don Fermín no aconseja a ningún 479 12| monjas ni frailes. Pero don Robustiano repetía lo de 480 12| libros: le faltaba tiempo.~ ~ Don Fermín pensaba: «¿Serán 481 12| que ha de consistir?~ ~ Don Robustiano hablaba casi 482 12| Verá usted el sistema.~ ~ Don Robustiano se sentó, y prosiguió 483 12| es muy graciosa, mi señor don Fermín. ¿Recuerda usted 484 12| valor para ir en persona. Don Fermín prometió ir aquel 485 12| sido matarla».~ ~ Después don Fermín consideró la cuestión 486 12| a Sor Teresa...»~ -¡Sí, don Fermín, por Dios! -exclamó 487 12| decir Carraspique.~ ~ -Sí; don Francisco, mi amigo; pero 488 12| de ingresos disminuía; y don Francisco de Asís era un 489 12| religioso... comparado con don Pompeyo Guimarán el ateo. 490 12| Daría usted una hija a don Álvaro?~ ~ -¡Antes muerta!~ ~ - 491 12| suponiéndole cargado de oro!»~ ~ Don Fermín, antes de salir de 492 12| eso y a mucho más.~ ~ Allí don Fermín no decía que la virtud 493 12| Doña Lucía encontraba a don Fermín algo flojo aquella 494 12| arengas.~ ~ «Aquel idiota de don Robustiano le había puesto 495 12| detenerse.~ ~ -¿Dónde estará, don Anacleto?~ ~ -Creo que tiene 496 12| Qué señoras?~ ~ Don Anacleto encogió los hombros 497 12| mucha gracia y sonrió.~ ~ Don Fermín vaciló un momento, 498 12| El Ilustrísimo Señor don Fortunato Camoirán, Obispo 499 12| poco las amonestaciones de don Fermín para que Fortunato 500 12| gozo yo mirándoos a ti y a don Custodio y al primo del 501 12| lugares comunes», según don Saturnino Bermúdez. La verdad 502 12| reyes».~ ~ Los sermones de don Fermín tenían por asunto 503 12| figuraba a las apasionadas de don Fermín que el imprudente 504 12| presidente fue el señor don Pompeyo Guimarán, que de 505 12| rima revelaban el estilo de don Custodio el beneficiado, 506 12| abandonados». Con la dimisión de don Pompeyo y la feliz idea 507 12| Visita confesaba a veces con don Fermín, a pesar de los desaires 508 12| la historia suya, la de don Fermín..., que..., ¿para 509 12| abrochado en el cogote.~ ~ Don Carlos Peláez, notario eclesiástico 510 12| caso, de una puñada. Notó don Fermín que Contracayes estaba 511 12| la cuestión espinosa.~ ~ Don Fermín, recordando de repente 512 12| notario, que, a espaldas de don Fermín, le guiñó un ojo.~ ~ - 513 12| Aquí veo una tarjeta de don Saturno Bermúdez. ¿A qué 514 12| no hagamos caso del pobre don Segundo, el cura de Tamaza, 515 12| Gregorio que le ha hecho decir don Saturno...~ ~ -Y que no 516 12| las ricas frutas que Páez, don Frutos Redondo y demás Vespucios 517 12| despacho. No era el bueno de don Francisco el más rico americano 518 12| algunos millones más tenía don Frutos, pero al Vespucio 519 12| Vespucio de las Águilas «ni don Frutos ni San Frutos ni 520 12| Papá, eso es cursi»; y don Francisco abominaba de aquello 521 12| encontró. Se entendieron. Para don Fermín aquella muchacha 522 12| el camino que conducía a don Francisco, que empleaba 523 12| palio, según la frase de don Francisco.~ ~ Pisando aquellas 524 12| cura muy presentable».~ ~ Don Francisco Páez y su hija 525 12| Páez y su hija suplicaron a don Fermín que comiera con ellos; 526 12| para doblar la misa para don Anselmo.~ ~ -Agradézcaselo 527 13| el capellán de la casa, don Aniceto, tres damas nobles, 528 13| que parecía de veinte), don Saturnino Bermúdez y el 529 13| Quintanar; la Regenta y don Álvaro Mesía presenciaban 530 13| y Paco habían escondido. Don Saturnino Bermúdez, pálido 531 13| marqueses al señor Magistral.~ ~ Don Fermín miró de soslayo a 532 13| soslayo a la Regenta y a don Álvaro que hablaban en la 533 13| mejillas, se dejó llevar por don Saturnino hasta el salón.~ ~ 534 13| Ripamilán estrechó la mano de don Fermín con cariño efusivo; 535 13| ex-regente -, me alegro de que don Fermín coma con nosotros, 536 13| prestaríamos..., ya ves... el pobre don Víctor...~ ~ -¡Ya se ve...! 537 13| le asedia y le prefiere a don Saturno, al mitrado y a 538 13| Anita. Quería meterle a don Álvaro por los ojos, y después 539 13| cornamenta inverosímil. Ocupábase don Víctor en abrochar un botón 540 13| guantes, el botón del cuello, don Víctor comenzó a darle cuenta 541 13| la carta que poco después don Fermín leía delante de su 542 13| llevarle. «-¡Nada, nada! Don Víctor estaba dispuesto 543 13| primero que vio Ana fue a don Álvaro.~ ~ Tuvo miedo de 544 13| Quintanar estrechaba la mano de don Álvaro con cariñosa efusión. 545 13| amenazaba ser íntima y duradera. Don Álvaro tenía para Quintanar 546 13| de dominarse, de tratar a don Álvaro como a todos, sin 547 13| este terreno de prueba.~ ~ Don Álvaro se guardó de aludir 548 13| llave, por lo menos.~ ~ Don Álvaro habló mucho y bien, 549 13| extraña situación. Cuando don Álvaro callaba, ella volvía 550 13| consentidas por ella.~ ~ Don Víctor era poco más alto 551 13| era poco más alto que Ana; don Álvaro tenía que inclinarse 552 13| pulquérrimo del buen mozo. Don Álvaro al moverse con alguna 553 13| mirarle.~ ~ -Hola, hola -dijo don Víctor que entraba dando 554 13| Magistral, más noble de formas don Álvaro, más inteligente 555 13| facciones el elegante.~ ~ Don Álvaro ya miraba al Provisor 556 13| Provisor no sospechaba que don Álvaro pudiera ser el enemigo 557 13| distraídos de los demás, sintió don Fermín un malestar que fue 558 13| ciencia cierta era que en don Fermín estaba la salvación, 559 13| francamente criminal de don Álvaro, entregándose a don 560 13| don Álvaro, entregándose a don Fermín, quería desafiar 561 13| ordenanza.~ ~ Pero al conversar, don Fermín no tenía inconveniente 562 13| señoras si había testigos.~ ~ Don Álvaro vio que mientras 563 13| donde podía y cuando podía. Don Álvaro, que sabía presentarse 564 13| del confesonario, sabía don Álvaro flaquezas cómicas 565 13| institución «cuyo carácter sagrado don Álvaro no discutía...» delante 566 13| es cumplir la voluntad de don Víctor, y hasta adelantarse 567 13| siguiente, muy temprano, don Fermín esperaría en su capilla 568 13| se acercó, y como oyera a don Fermín repetir que era higiénico 569 13| tarde.~ ~ -¡Absurdo! -dijo don Fermín -; esta tarde al 570 13| medallón, el retrato de don Jaime Balmes, sin que se 571 13| Rianzares, y a la izquierda, don Víctor Quintanar. Los demás 572 13| Regenta entre Ripamilán y don Álvaro; Obdulia entre el 573 13| Magistral y Joaquín Orgaz; don Saturnino Bermúdez entre 574 13| capellán de los Vegallana. Don Víctor tenía a su izquierda 575 13| Víctor tenía a su izquierda a don Robustiano Somoza, el rozagante 576 13| acalorado con su querido amigo don Víctor, en pie, moviendo 577 13| muy jóvenes; y obligaron a don Víctor a chocar las copas.~ ~ 578 13| Todo aquello era broma; ni don Víctor era hoy más liberal 579 13| Marquesa, para hacerse oír; don Álvaro los observaba entonces, 580 13| pimientos, señora.~ ~ Y don Álvaro agradecía a Visitación 581 13| triste hasta la muerte, era don Saturnino Bermúdez. Después 582 13| El Magistral, Ripamilán, don Víctor, don Álvaro, el Marqués 583 13| Ripamilán, don Víctor, don Álvaro, el Marqués y el 584 13| serios, pero Ripamilán y don Víctor daban a todo debate 585 13| Bravo, paisano! -gritó don Víctor, en pie, con una 586 13| A fe de Somoza, que sin don Víctor ataca a mi primo 587 13| Bien, bien! -gritaron don Víctor y Edelmira, que cogidos 588 13| empeñado en ceñir las canas de don Víctor con una corona de 589 13| gran parte del recinto. Don Víctor, Paco y Edelmira 590 13| lejos entre los árboles. Don Álvaro daba el brazo a la 591 13| conventos y proteger la causa de Don Carlos, mientras estuvo 592 13| ayudó, pero fue inútil. Don Fermín se había propuesto 593 13| la Regenta, y ya empezaba don Fermín a sospechar si tendría 594 13| propósitos non sanctos el célebre don Juan de Vetusta.~ ~ La Marquesa, 595 13| De qué se trata?~ ~ -De don Fermín que no quiere venir 596 13| quiere venir al Vivero.~ ~ El don Fermín, que ya tenía las 597 13| cualquiera y lo vieron De Pas y don Álvaro, sincera expresión 598 13| Marquesa.~ ~ Por el alma de don Álvaro pasó una emoción 599 13| entre tanta blandura. A don Fermín le asustó la impresión 600 13| encontró con los ojos de don Álvaro; fue una mirada que 601 13| pensaban en ella, era seguro; don Fermín como un amigo protector, 602 13| sí, ya estaba convencida, don Álvaro no quería vencerla 603 13| encontrarla soltera. En rigor, don Víctor era un respetable 604 13| además, si no fuera por don Víctor, el Magistral no 605 13| No había que olvidar que don Fermín no la quería ni la 606 13| querer para sí, sino para don Víctor».~ ~ Cuando Ana se 607 13| columpio! -dijo el médico don Robustiano.~ ~ Era un columpio 608 13| cuclillas, sonriente y pálido, don Saturnino Bermúdez, como 609 13| se mueva usted -gritaba don Víctor, haciendo aspavientos 610 13| geométricos.~ ~ El caso es que ni don Víctor, ni Paco, ni Orgaz 611 13| caigo de miedo.~ ~ Entonces don Álvaro, a quien Ana había 612 13| con usted nada -respondió don Álvaro..., ya arrepentido 613 13| voz baja, ronca y furiosa don Álvaro, que de buena gana 614 13| Allí debe de haber...~ ~ Don Álvaro dio el tercer empujón... 615 13| humilde y ridícula, vio a don Saturnino en cuclillas, 616 13| Cómo que no? -rugió furioso don Álvaro -. ¿Quiere usted 617 13| Paco tomó en brazos a don Saturno y le sacó del cajón 618 13| poco por lo visto, porque don Álvaro no movió el pesado 619 13| bastante carne, pero blanda. Don Álvaro disimuló difícilmente 620 13| razón esta señora -dijo don Víctor -, igualdad ante 621 13| precauciones, no se veía nada.~ ~ Don Víctor y Ripamilán se columpiaron 622 13| sol, y él la defendía de don Álvaro. «Si este señor viniera 623 13| éste quisiera venir...!» ~ -Don Fermín -le dijo, cerca ya 624 13| que le hablaba siempre -. Don Fermín, ¿por qué no viene 625 13| podía hacer el cadete; si don Álvaro quería buscar el 626 13| antiguo nombre. Allí se apeó don Fermín entre lamentos de 627 13| los canónigos menos con don Fermín.~ ~ Y hasta se propasó 628 13| Vegallana era intimar con don Víctor y su esposa, ya lo 629 14| de invierno al Espolón. Don Robustiano Somoza, que ante 630 14| Glocester, y del beneficiado don Custodio, el más almibarado 631 14| ya! Aquel Glocester y su don Custodio habrían tenido 632 14| arrugar los párpados, a don Fermín le hacía sonreír; 633 14| menos. Se emparejaron y don Fermín siguió como si estuviera 634 14| Se dejaría echar al pozo? Don Fermín estaba en ascuas. ¿ 635 14| Hola, ¿eres tú?~ ~ Don Fermín se sentó en un sofá. 636 14| Qué has bebido?~ ~ Don Fermín irguió la cabeza 637 14| dispersaron. Quedó solo don Fermín con un murciélago 638 14| cercana, todo callaba.~ ~ Don Fermín no era aficionado 639 14| lugar de Ripamilán vio a don Víctor de Quintanar, y en 640 14| doña Petronila...! Luego don Álvaro y ella venían juntos... ¡ 641 14| Ahora callan! -pensó don Fermín -. ¡Peor, mucho peor!»~ ~ 642 14| qué escándalo!», pensó don Fermín, que seguía inmóvil.~ ~ 643 14| balcón no quedaba nadie; don Fermín salió del portal 644 15| y entró en el despacho. Don Fermín la miró entonces, 645 15| teatro. Junto al cubierto de don Fermín había un palillero, 646 15| ella misma.~ ~ Pidió azúcar don Fermín para echarlo en el 647 15| Por qué? -preguntó don Fermín, que acababa de oír 648 15| le tiran de la levita a don Saturno, porque ésas cobran 649 15| traición no había sido suya. Don Fortunato Camoirán no era 650 15| Medrados estamos!», pensó don Fermín al dar en idea tan 651 15| desde que el mísero de don Santos Barinaga se había 652 15| niño se había acostumbrado don Fermín a la seriedad religiosa 653 15| culto plutónico. El mismo don Fermín, las veces que presenciaba 654 15| acera, ya por el arroyo. Era don Santos Barinaga, que volvía 655 15| bajo. El violín calló y don Santos dio media vuelta, 656 15| Cruz Roja no respondía, don Santos, dirigiéndose a su 657 15| sereno, aquel Pepe, conoció a don Santos y se acercó sin acelerar 658 15| dijo con voz grave:~ ~ -Don Santos, ya es hora de acostarse; ¿ 659 15| me ha arruinado... y don Custodio me roba el amor 660 15| este anciano...?~ ~ -Vamos, don Santos, vamos a casa...~ ~ - 661 15| Pero no hay que alborotar, don Santos; porque ya se han 662 15| hora y siguió adelante.~ ~ Don Santos le convidaba a veces 663 15| adentros su víctima...~ ~ Don Santos volvió a su monólogo, 664 15| todo, señor apagaluces... don Simón el Mago... Torquemada... 665 15| la barandilla para ver a don Santos.~ ~ «¿Oirá algo? 666 15| dinero es mío...~ ~ Se irguió don Santos; volvió a descargar 667 15| abajo esa puerta!~ ~ -¡Señor don Santos, a la cama! -dijo 668 15| contando mi dinero.~ ~ -Ea, ea, don Santos, basta de desatinos.~ ~ 669 15| mundo entero menos de aquel don Santos Barinaga que le había 670 15| embriaguez lastimosa.~ ~ Don Fermín estaba como aterrado, 671 15| sus desfallecimientos!~ ~ Don Santos y el sereno llegaron, 672 15| cerró con estrépito. Entró don Santos en la tienda, que 673 15| ofidiana, confesaba con don Custodio y trataba a su 674 15| la situación del infeliz don Santos para combatir al 675 15| dirían los partidarios de don Fermín -, todo lo gasta 676 15| son iguales; lo que dice don Pompeyo Guimarán: el mal 677 15| el mártir era él.~ ~ Como don Santos había sospechado, 678 15| días antes a los pies de don Custodio junto a un confesonario 679 15| Pisando quedo, entró don Fermín en su alcoba.~ ~ 680 15| oía aquellos gritos de don Santos:~ ~ «¡Ladrón... ladrón... 681 16| había tomado café y anís don Víctor, que ya estaba en 682 16| a Vetusta, a sus tías, a don Víctor, a Frígilis, y concluyó 683 16| pasiva que no pudieron vencer don Víctor y la del Banco.~ ~ 684 16| Paquito le ayudaba, el bendito don Víctor ayudaba también sin 685 16| impecable, en brazos de don Álvaro; y también le gustaba 686 16| también le gustaba ver a don Álvaro humillado ahora, 687 16| primer ocasión oportuna don Álvaro se había hecho ofrecer 688 16| voluntad en demostrar a don Álvaro que no le temía. 689 16| lejos, vista a sangre fría. Don Álvaro había notado que 690 16| Banco. Se lo decía ella a don Álvaro:~ ~ -Mira, chico, 691 16| todo».~ ~ «Además -pensaba don Álvaro -, el día que yo 692 16| Vivero, a solas con Ana, don Álvaro se había sentido 693 16| creo!»~ ~ Lo que no sabía don Álvaro, aunque por ciertos 694 16| la Regenta reconcilió con don Fermín, antes de comulgar, 695 16| Ana, ella no amaba a su don Víctor como una mujer debe 696 16| soñaba con un hombre...» Don Fermín se revolvía en la 697 16| ella se había quejado a don Fermín, y que éste, citando 698 16| la arrogante figura de don Álvaro Mesía, jinete en 699 16| que en ella producía la de don Álvaro. Hablaron del caballo, 700 16| comprendían al jinete.~ ~ Don Álvaro estaba pasmado, y 701 16| imprudencia en hablar así con don Álvaro, en mirarle con deleite 702 16| palabra de amor, es claro; ni don Álvaro se había permitido 703 16| todo; ella conocía que a don Álvaro le estaba quemando 704 16| nerviosa, vio aparecer a don Álvaro como un náufrago 705 16| deleite dentro de sí.~ ~ Don Álvaro no recordaba siquiera 706 16| y no como se lo figuraba don Álvaro, que mientras hablaba 707 16| Gran satisfacción fue para don Víctor Quintanar, que volvía 708 16| simpático y caballeroso don Álvaro, a quien él iba cobrando 709 16| Ripamilán y Vegallana, ya es don Álvaro el vecino a quien 710 16| con el viento~ ~ ~ ~-dijo don Víctor, que manifestaba 711 16| A propósito de teatro, don Álvaro, ¿conque esta noche 712 16| buen Perales nos da por fin Don Juan Tenorio...? Algunos 713 16| tradición..., la costumbre... -don Víctor habló largo y tendido 714 16| disertación académica.~ ~ Don Álvaro aprovechó la primera 715 16| obligase a su esposa a ver el Don Juan.~ ~ -Calle usted, hombre..., 716 16| imperdonable!~ ~ Aunque a don Álvaro el drama de Zorrilla 717 16| decía que era mucho mejor el Don Juan de Molière (que no 718 16| caballero la aventura de don Juan con doña Inés de Pantoja. « 719 16| nuestro teatro moderno. A don Álvaro se le antojaba muy 720 16| expediente de sujetar a don Luis y meterse en casa de 721 16| de éstas, lo mismo él que don Juan, sabían proceder con 722 16| unió sus ruegos a los de don Víctor para obligar a doña 723 16| si llegaría a dominar a don Víctor por medio de su esposa, 724 16| malicia. Desde la aparición de don Álvaro en la plaza, el humor 725 16| existiese; de aquello que don Víctor llamaba los nervios, 726 16| asesorado por el doctor don Robustiano Somoza, y que 727 16| Había cedido a los ruegos de don Álvaro y de don Víctor sin 728 16| ruegos de don Álvaro y de don Víctor sin saber cómo; temiendo 729 16| ni compromisos de los que don Víctor tanto gustaba ver 730 16| cuales el principal era don Frutos Redondo, sin duda 731 16| Redondo, sin duda alguna. Don Frutos no perdía función; 732 16| veo la tostada!», decía don Frutos, que había aprendido 733 16| partes quería sacar provecho don Frutos, y prueba de ello 734 16| eso? Nada».~ ~ A pesar de don Frutos y sus altercados 735 16| crítica dramática, la bolsa de don Álvaro, que así se llamaba 736 16| virtud de mujer nacida -salvo don Frutos, que conservaba frescas 737 16| conquistador serio del bando era don Álvaro y todos le envidiaban 738 16| cambio los de la bolsa de don Álvaro saludaban a los Vegallana; 739 16| Trabuco. En aquel momento don Juan Tenorio arrancaba la 740 16| porque la inaudita demasía de don Juan había producido buen 741 16| ceñía su figura esbelta. Don Víctor estaba enamorado 742 16| correspondencia.~ ~ ~ ~ Y don Víctor le reputaba excelentísimo 743 16| mujer fuera otra. En general don Víctor envidiaba a todo 744 16| ademanes y la figura de don Juan y se acercó a ella 745 16| qué paraba la apuesta de don Juan y Mejía.~ ~ En el primer 746 16| En el primer entreacto don Álvaro no se movió de su 747 16| Empezó el segundo acto y don Álvaro notó que por aquella 748 16| sentir el valor artístico del don Juan emprendedor, loco, 749 16| de Ciutti, las trazas de don Juan; la arrogancia de Mejía; 750 16| transportada a la época de don Juan, que se figuraba como 751 16| soñada -ella colocaba a don Juan Tenorio en la Edad 752 16| expresión..., frío... Hasta don Álvaro parecíale entonces 753 16| labios secos. La carta de don Juan escondida en el libro 754 16| profesado ocho años hacía..., y don Juan..., ¡don Juan, aquel 755 16| hacía..., y don Juan..., ¡don Juan, aquel Mesía que también 756 16| acto tercero y el cuarto don Álvaro vino al palco de 757 16| conversación general.~ ~ Don Víctor había salido a los 758 16| Ana, sin dar tiempo a don Álvaro para buscar buena 759 16| sin miga», según aseguró don Frutos en el palco de la 760 16| entusiasmo de Ana. ¡Hablar del Don Juan Tenorio como si se 761 16| tratase de un estreno! ¡Si el Don Juan de Zorrilla ya sólo 762 16| distinción según lo entendía don Álvaro, y así procuró aquella 763 16| casos, fue lo que valió a don Álvaro aquella noche. También 764 16| en la boca, y sonriendo a don Álvaro, le dijo:~ ~ -¡Ahora, 765 16| estaba allí disputando con don Frutos, que insistía en 766 16| que insistía en que el Don Juan Tenorio carecía de 767 16| de la miga suficiente.~ ~ Don Álvaro permaneció junto 768 16| convergencia del cabello. Dudaba don Álvaro si debía en aquella 769 16| parecían ridículas al cabo, don Álvaro resistió el vehemente 770 16| carbón encendido, y mientras don Juan, de rodillas ante doña 771 16| caería en los brazos de don Juan loca de amor? No lo 772 16| cuerpo que era propiedad de don Víctor sin duda alguna. 773 16| lo lejos... La quinta de don Juan, la barca debajo del 774 16| Doña Inés decía:~ ~ ~ ~Don Juan, don Juan, yo lo imploro~ ~ ~ ~ 775 16| Inés decía:~ ~ ~ ~Don Juan, don Juan, yo lo imploro~ ~ ~ ~ 776 16| Regenta nadie las notó. Don Álvaro sólo observó que 777 16| Edelmira.~ ~ El altercado de don Juan y el Comendador hizo 778 16| el pistoletazo con que don Juan saldaba sus cuentas 779 16| la luz de un relámpago, a don Víctor vestido de terciopelo 780 16| sangre, boca arriba, y a don Álvaro con una pistola en 781 16| Edelmira se quedó con don Víctor y Paco.~ ~ -Yo llevaré 782 16| que la retiró asustada.~ ~ Don Álvaro se volvió al palco 783 16| Marqués a dar conversación a don Víctor. Eran panes prestados: 784 16| dominios.~ ~ -Mire usted -decía don Víctor, a quien ya escuchaba 785 16| ya escuchaba con interés don Álvaro -, mire usted, yo 786 16| suelta.~ ~ (-¡Animal! -pensó don Álvaro.)~ ~ -Y en cuanto 787 16| usted recuerda?~ ~ Don Álvaro no recordaba, pero 788 16| figura vulgar y bonachona de don Víctor. Pero le vio entre 789 16| soñado aquella noche con don Álvaro. Durmió profundamente.~ ~ 790 16| sola, desde la aparición de don Álvaro a caballo, había 791 16| en ella la presencia de don Víctor, lo despertaba la 792 16| despertaba la imagen de don Fermín... Ahora se creía 793 16| más fuerte, y escribió a don Fermín una carta muy dulce 794 16| el señor se enterase.~ ~ Don Víctor ya había manifestado 795 16| a la audacia amorosa de don Álvaro; no le pesaba de 796 16| pesaba de engañar al pobre don Víctor, porque le reservaba 797 16| era digno de ella! Para don Víctor había que guardar 798 17| Ana esperaba con temor que don Fermín abordase el motivo 799 17| pero la gente murmuraría; don Custodio, el Arcediano, 800 17| no quería en presencia de don Fermín sostener su tesis 801 17| nunca de cosas altas.~ ~ A don Fermín le bastó lo que oyó 802 17| su cita, el mal humor de don Fermín rayó en ira y necesitó 803 17| libre.~ ~ El silencio de don Fermín y su mirada a las 804 17| Hay varias razones: don Víctor, que, según usted 805 17| todos.~ ~ -Además -prosiguió don Fermín -, hay señoras que 806 17| quiso oponerse al bendito don Fermín en nada.~ ~ -Señor, 807 17| estrecha cuando asisten al Don Juan Tenorio en vez de rezar 808 17| agitada de su amiga.~ ~ Don Fermín continuó tranquilo:~ ~ - 809 17| Pues bien -prosiguió don Fermín -, nosotros necesitamos 810 17| puramente ocasional; no habló de don Álvaro ni del caballo blanco.~ ~ - 811 17| profunda piedad con motivo de don Juan Tenorio.~ ~ «Ana decía 812 17| Inés, caer en brazos de don Juan... ya veía el Magistral 813 17| palabra de la presencia de don Álvaro en el palco de Anita) 814 17| deseos del ama y de su amigo don Fermín. «¿No le habían hecho 815 17| necesidad de que lo supiera don Víctor? ¿Pues qué necesidad 816 17| ama.~ ~ -Bien; vete.~ ~ Y don Víctor se puso a atacar 817 17| le arrancaba el bueno de don Juan Tenorio...~ ~ -A los 818 17| No le haría gracia que don Víctor los encontrase a 819 17| volviéndose al Magistral.~ ~ Don Fermín contestó:~ ~ -Con 820 17| principal y salió al portal don Fermín. En la puerta se 821 17| adiós.~ ~ -Buenas noches, don Fermín.~ ~ Esto lo dijo 822 17| hacer cualquier ruido.~ ~ «¡Don Fermín! -pensó el Magistral -. ¿ 823 17| Por qué me llama ésta don Fermín? ¿Qué se habrá figurado? 824 17| dicho... que estaba aquí don Fermín.~ ~ -¿Quién?~ ~ - 825 17| Fermín.~ ~ -¿Quién?~ ~ -Don Fermín.~ ~ -¡Ah! Bien, bien... ¿ 826 17| planes la rubia lúbrica.~ ~ Don Víctor Quintanar se presentó 827 17| De noche! Usted sueña, don Tomás.~ ~ -¡Ira de Dios! 828 17| entiende usted de modas, don Tomás... ¿Pues no dice que 829 18| estas excursiones lejanas, don Víctor contaba con el beneplácito 830 18| las marismas de Palomares, don Víctor solía echar de menos 831 18| tenido un carácter dominante, don Víctor se hubiese visto 832 18| volver a sus ensueños, don Víctor que había prometido 833 18| guisa de buhoneros.~ ~ Pero don Víctor comprendió que el 834 18| sentimental -decía ella a don Saturnino Bermúdez, que 835 18| alarde de ello.~ ~ -Es el don de lágrimas, de que habla 836 18| según frase picaresca de don Cayetano Ripamilán, siempre 837 18| impuesto suavemente por don Fermín a su querida amiga. 838 18| penitentes; pero ya veía don Fermín que era preciso volver 839 18| idolatría disimulada, según don Fermín. No, él no se dejaba 840 18| Poca gracia le hacía a don Fermín esta retórica a lo 841 18| horas, de día y de noche. Don Víctor no paraba en casa. 842 18| posturas interinas a que don Víctor emprendiese el estudio 843 18| pensaba Ana sin querer. Su don Víctor, a quien en principio 844 18| semejante hombre. Salía don Víctor dejando tras sí las 845 18| miserable; diga lo que quiera don Fermín, para volar hacen 846 18| tan lejos que la imagen de don Álvaro volvía a presentarse 847 18| comprendía él que su ídolo, su don Álvaro, tardase tanto en 848 18| a su casa..., y eso que don Víctor nunca está, siempre 849 18| le recibía si no estaba don Víctor en casa. Quintanar, 850 18| costumbres haría el dignísimo don Álvaro! Pero ya que las 851 18| estas preguntas lisonjeras, don Álvaro inclinaba la cabeza 852 18| ministros...~ ~ -¡Oh..., don Víctor..., no crea usted 853 18| como usted... Subiría mi don Álvaro como la espuma.~ ~ 854 18| como la espuma.~ ~ Pero don Álvaro suspiraba y volvía 855 18| más, sobre todo a Visita. Don Álvaro no hablaba de este 856 18| dirán los Marqueses!~ ~ Si don Álvaro perdía la esperanza, 857 18| religión y depresivo para don Fermín; era, de otro modo, 858 18| celosía con un golpe violento. Don Fermín bajaba del campanario, 859 18| hombres, Mesía y Quintanar. Don Álvaro había estrechado 860 18| por estar viéndolos él!» Don Víctor había desaparecido 861 18| había vuelto a presentarse don Víctor, el tonto de don 862 18| don Víctor, el tonto de don Víctor, con sombrero bajo 863 18| cazadora clara, acompañado de don Tomás Crespo, el del tapabocas; 864 18| y blancas del canónigo. Don Víctor levantaba la cabeza, 865 18| Iban al campo!~ ~ Cuando don Fermín se vio encerrado 866 18| era aquélla? Necedades de don Víctor; había levantado 867 18| aquél era el enemigo, sí, don Fermín volvía a sospecharlo. 868 18| Encontró en el trascoro a don Custodio y no le contestó 869 18| de esta carne, como dice don Robustiano, estoy enferma; 870 18| aunque fuera a nado. Sí, don Fermín, yo seré cualquier 871 18| Callaron y se miraron. Don Fermín, sin pensar en contenerse, 872 19| XIX -~ ~ Don Robustiano Somoza, en cuanto 873 19| que postró en cama, según don Robustiano, a la Regenta, 874 19| de que solía ser objeto don Víctor, pero aquel día, 875 19| Recetó: censuró también a don Víctor por su intempestiva 876 19| cuarto entró en la alcoba don Víctor, chorreando pájaros 877 19| cinturón de cuero; detrás venía don Tomás Crespo, Frígilis, 878 19| del marido. El bigote de don Víctor parecía una escoba 879 19| por las puntas.~ ~ También don Víctor opinó que «aquello 880 19| todo. La verdad era que don Víctor había querido volver 881 19| cualquiera... ¿Se llevó la perdiz don Tomás?~ ~ Anselmo registró 882 19| te personas en casa de don Tomás, y le pides de mi 883 19| fiebre incipiente.~ ~ Volvió don Víctor y la sonrisa dulce, 884 19| entonces y sólo entonces pudo don Víctor disponerse a dormir.~ ~ 885 19| podían ser veneno (para don Víctor el veneno, a pesar 886 19| aglomeraron en la imaginación de don Víctor, que escupió bilis 887 19| tiene?, ¿hay gravedad?~ ~ Don Víctor con las manos cruzadas, 888 19| muy bajo -. ¿Qué hay?~ ~ Don Robustiano le miró con desprecio, 889 19| Eso pronto se pregunta»; don Robustiano no sabía lo que 890 19| Cuatro días después, don Robustiano mandaba en su 891 19| insípidos, desabridos, que don Víctor enfriaba a soplos, 892 19| que ella era quien era. Si don Víctor hablaba a su lado, 893 19| humildes de la vida animal; don Víctor, que no se fiaba 894 19| última zarzuela, encantaba a don Víctor, que llevaba la conversación 895 19| autor de todo». Y respiraba don Víctor las auras de abril 896 19| ella y unos pantalones que don Víctor dejara allí; sin 897 19| pesar de la prohibición de don Víctor, vino el retroceso, 898 19| agasajada, y a su lado iba don Álvaro Mesía, enamorado, 899 19| gozo la Regenta.~ ~ Así don Álvaro; no sería jamás suya, 900 19| recurrió a la ciega amistad de don Víctor. En el Casino se 901 19| de todos sus rincones.~ ~ Don Víctor llegó a creer que 902 19| consultar con el amigo. Don Álvaro sufría el tormento 903 19| historia de sus aventuras».~ ~ Don Víctor se paraba, soltaba 904 19| dedos y tardo de ingenio. -Y don Víctor, parándose otra vez, 905 19| otra vez, casi al oído de don Álvaro, añadía -: Diré la 906 19| de Frígilis que asomaba; don Víctor encontraba cierta 907 19| infidelidad incipiente.~ ~ Don Álvaro callaba y oía. Sólo 908 19| oía. Sólo cuando trataba don Víctor de su buena puntería 909 19| tan insignificante como don Tomás Crespo, a quien él 910 19| Mesía, callando, seguía a don Víctor.~ ~ Una intuición 911 19| llevándoselo a casa. ¿Por qué don Álvaro había de tener gusto 912 19| conciencia. Lo que no consentía don Álvaro era que se pasase 913 19| bicho que le era simpático a don Álvaro era un pavo real 914 19| disertaba.~ ~ -Bueno -decía don Víctor -, pues pasaremos 915 19| arcas y armarios guardaba don Víctor con el cariño de 916 19| No había que temer..., don Víctor no domaba fieras; 917 19| despreciaba ni aborrecía a don Álvaro, a pesar de que sus 918 19| abusar de la confianza de don Víctor. «Pero ¿y si no quería? ¿ 919 19| Al sentir cerca de sí a don Álvaro, segura de que no 920 19| responder de la prudencia de don Álvaro. «Pero, ¿no estaba 921 19| fundamento, tal vez robar a don Víctor para siempre la paz 922 19| cuanto veía un rayo de sol, a don Víctor se le antojaba aprovechar 923 19| cara esposa, Frígilis... y don Álvaro. El pobre Ripamilán 924 19| señores de castillos, a lo don Quijote, se despertaba en 925 19| intempestivo de Quintanar. Don Víctor creía que en el campo, 926 19| el cuarto de luna (que a don Víctor le parecía la plegadera 927 19| necesario, se emparejaba con don Víctor, que tal vez se permitía 928 19| A veces hablaba con Ana don Álvaro y Ana contestaba 929 19| Quintanar era un martirio».~ ~ Don Álvaro sudaba de congoja. 930 19| Álvaro sudaba de congoja. Don Víctor se le colgaba del 931 19| moña de un torero...~ ~ Don Álvaro, al llegar a la Rinconada, 932 19| mientras dejaba pasar delante a don Víctor, que traía llavín, 933 19| sí misma. Ni permitía a don Álvaro acercarse, alentar 934 19| ella la acompañaba, porque don Víctor se negaba a perder 935 19| círculos, el Magistral y don Álvaro, y a veces uno y 936 19| triunfo.~ ~ -Esta mujer -decía don Álvaro - es peor que Troya.~ ~ « 937 19| la enfermedad», pensaba don Fermín.~ ~ Ana veía en los 938 19| vería el Magistral. Y él, don Fermín, sería su maestro 939 20| XX -~ ~ Don Pompeyo Guimarán, presidente 940 20| de familia portuguesa; y don Saturnino Bermúdez, el arqueólogo 941 20| cráneo, aseguraba que a don Pompeyo le quedaba mucho 942 20| más bien en el abdomen. Don Pompeyo no decía que sí 943 20| Además, ¿qué le importaban a don Pompeyo estos accidentes 944 20| A esto hubiera objetado don Pompeyo, si no despreciara 945 20| hubiera contestado que don Leandro Lobezno, el obispo 946 20| tío a quien heredara el don Leandro. Pero no, don Pompeyo 947 20| el don Leandro. Pero no, don Pompeyo no contestaba. Él 948 20| porque, en verdad sea dicho, don Pompeyo Guimarán no creía 949 20| Era público y notorio. Don Pompeyo era el ateo de Vetusta. «¡ 950 20| eso sí, pero el único. Y don Pompeyo sentía remordimientos 951 20| seriamente en excomulgar a don Pompeyo. Éste recibió la 952 20| hogar tranquilo. La casa de don Pompeyo se convirtió en 953 20| y sin necesidad de que don Pompeyo se retractase de 954 20| regla sin excepción», decía don Frutos el americano. «La 955 20| sacerdote, y entonces el mismo don Pompeyo tenía que ponerse 956 20| Ronzal será inmortal, si don Frutos prefiere el aniquilamiento 957 20| qué importa lo que quiera don Frutos ni lo que prefiera 958 20| dentro los del tresillo; y don Pompeyo bajaba la voz, y 959 20| seria que las teologías de don Pompeyo, más práctica, más 960 20| objetaba el americano don Frutos, en voz baja también, 961 20| cómo explicarlo el pobre don Frutos -. «Ello venía a 962 20| inmortalidad era con la que abría don Pompeyo brecha en el alcázar 963 20| Y en último caso, don Pompeyo ya les iba aburriendo 964 20| querían teología racional. Don Pompeyo, más abandonado 965 20| un taco con el abdomen de don Pompeyo.~ ~ -Usted dispense, 966 20| parecían nada filosóficos.~ ~ -¡Don Pompeyo, tiene usted razón! - 967 20| carne en Viernes Santo.~ ~ Don Pompeyo no creía en Dios, 968 20| actual obispo de Vetusta, don Fortunato Camoirán, era 969 20| digno. ¿Tenía un ideal? pues don Pompeyo le respetaba».~ ~ 970 20| Pompeyo le respetaba».~ ~ Don Pompeyo no leía, meditaba. 971 20| ascos al abolengo animal... Don Pompeyo, aunque se sentía 972 20| Frígilis, mientras don Pompeyo afirmaba estas cosas, 973 20| Ateo, decía:~ ~ -¿Quién, don Pompeyo? Es una buena persona. 974 20| grandes solemnidades.~ ~ Don Pompeyo se dirigió a la 975 20| Oiga usted, señor don Pompeyo, que a mí las canas 976 20| de la infalibilidad, pero don Pompeyo se borró de la lista 977 20| algunos años tropezó con don Santos Barinaga en el Restaurant 978 20| que llegó a ser íntima. Don Santos había sido siempre 979 20| Guimarán hacer un prosélito de don Santos. De día en día y 980 20| disparate que había leído don Pompeyo en un libro viejo 981 20| rapavelas... ¡sobre ese maldito don Fermín...!~ ~ El café de 982 20| del mostrador a la mesa de don Santos, se le quedaba mirando 983 20| pasión; no había llegado don Santos al ateísmo, «pero 984 20| comerciante de cálices y patenas». Don Pompeyo se contentaba con 985 20| aguardiente y el cognac; pero don Santos si no bebía no daba 986 20| la noche salían juntos; don Pompeyo daba el brazo a 987 20| Pompeyo daba el brazo a don Santos y le acompañaba hasta 988 20| hijas que le adoraban.~ ~ Don Santos quedaba solo en batalla 989 20| Si Barinaga tomó de don Pompeyo su apostasía, Guimarán 990 20| contagió con el odio de don Santos al Provisor y a doña 991 20| contra la honra del Provisor. Don Santos alborotó la vecindad 992 20| entiende?, ¿van a prender a don Santos después de haberle 993 20| Glocester)». El beneficiado don Custodio apoyaba al señor 994 20| maña se daban Glocester y don Custodio y otros señores 995 20| el elemento lego Foja y don Álvaro; éste por debajo 996 20| aseguraban haber encontrado a don Santos dando patadas a la 997 20| pagaba bien.~ ~ La madre de don Fermín vivía en perpetua 998 20| su madre.~ ~ Doña Paula y don Fermín hablaban poco; se 999 20| eclesiástica, de La Cruz Roja y de don Santos, era porque el otro 1000 20| las noches el borracho de don Santos. No se volvió a pensar