Cap.

 1      1|        bailando un rigodón (no se atrevía con el vals ni con la polka)
 2      3|     saltaba del lecho; pero no se atrevía a andar en la oscuridad
 3      5|         cuadros.~ ~ Y Bermúdez se atrevía a rectificar también:~ ~ -
 4      5|         persona con quien ella se atrevía a hablar algo de lo que
 5      5|      murió de gusto. Calló; no se atrevía a dar una negativa categórica.~ ~
 6     10|         chocar con el piso. No se atrevía a coger con la otra mano
 7     12|           de su palabra.~ ~ No se atrevía a llamarla su hija. La creía
 8     12|           un incauto forastero se atrevía a probar fortuna, se le
 9     13|          riqueza, pero ninguno se atrevía a negar que la cocina y
10     13|           anterior.~ ~ Paco no se atrevía a pisar a su prima nueva,
11     14|      humor de su madre? No, no se atrevía; no estaba el suyo para
12     15|         sintiendo náuseas y no se atrevía a pedir una taza de té.
13     15|          que se le presentaba, se atrevía. Una tarde de invierno vio
14     15|      ahora anhelaba... Tampoco se atrevía a pedir claridad y precisión
15     16|          concretas. Él tampoco se atrevía a preguntar a la Regenta
16     16|           en algunas ocasiones se atrevía a ser original y hacía excelentes
17     20|      presentaba. Si don Álvaro se atrevía a preguntar por ella, don
18     21|      escribirle; de palabra no se atrevía a decir ciertas cosas íntimas,
19     21|         visitas que don Álvaro se atrevía a hacerle, sin alterarse,
20     21|             Al Magistral mismo se atrevía la Regenta a hablarle con
21     22|       tenía De Pas en un puño, se atrevía a mirarle con ojos fríos
22     22|       Nuevo Testamento y hasta se atrevía a decir delante de curas
23     22|     ponerlos por obra, pero no se atrevía. No llegaba a más su audacia
24     22| despreciarse. Además, Anita no se atrevía a confesar aquello con el
25     22|           nada más. Casi nadie se atrevía a dejar allí una limosna «
26     23|          dejaron, y él tampoco se atrevía a buscar solo su casa; y
27     23|         aquel salón venerable, se atrevía a calumniar a aquel santo,
28     24|          no contestarle, si él se atrevía a hablar, más que con monosílabos.
29     26|          punto de que ya nadie se atrevía delante de gente a recordar
30     26|         marido». Si alguna vez se atrevía a mirar hacia atrás, a la
31     28|          Ana, aunque Álvaro no se atrevía a ser muy explícito en este
32     29|        llegase? No..., tampoco se atrevía a decírselo así, de repente.
33     30|               pero a llamar no se atrevía... «¿A qué iba él allí? ¿
34     30|        nauseabundo!~ ~ Y nadie se atrevía a negarlo.~ ~ Todos aquellos