Cap.

 1      7|       que ahora disfrutaba en su hogar honrado?~ ~ Algunas insinuaciones
 2      8|      todas las paredes, sobre el hogar, sobre mesas y arcones;
 3     10|          espiaba el silencio del hogar honrado con miradas cargadas
 4     10|   olfateaba la deshonra de aquel hogar, oyendo a lo lejos los ronquidos
 5     12|     pontífice infalible en aquel hogar honrado. Tenían cuatro hijas
 6     12|        los pies y tropezando; el hogar un cuartel místico, con
 7     12|        rigidez monástica de este hogar honrado, pero aburrido.
 8     15|        tus ahorros, y la paz del hogar, y la tranquilidad de toda
 9     15|          madre querida, no tenía hogar, hogar suyo, y eso debía
10     15|         querida, no tenía hogar, hogar suyo, y eso debía ser la
11     15|     tengo familia... Yo no tengo hogar... ni tengo puchero a la
12     15|         sus muertos... Y veía el hogar frío, sin una chispa entre
13     17|          nos libre... La paz del hogar no es cosa de juego... ¿
14     18|       suceder por fuerza en todo hogar señorial, pero se murmuraba
15     18|       sala y cocina, y no era su hogar una taza de plata, y día
16     20|         que el rayo amenazaba su hogar tranquilo. La casa de don
17     20|    satisfecho, se restituía a su hogar tranquilo donde le esperaban
18     20|          exigía la vida de aquel hogar. Jugaba al escondite con
19     20|     vuelta del señor Guimarán al hogar doméstico, llamémoslo así,
20     21|  influencia del sacerdocio en su hogar, o sea el imperio. «El clero
21     21|     activa, solícita, llenaba el hogar del Magistral de cantares
22     22|       introduzcan en el seno del hogar para ir minando poco a poco
23     22| jesuitismo que había invadido su hogar». ¡Oh, por algo él vacilaba
24     22|     Algunas noches entraba en su hogar gritando:~ ~ -¡A ver!, ¡
25     23|    natural de la vida, fuera del hogar, pábulo para el afán de
26     25|         había más refugio que el hogar. Don Víctor con su Frígilis
27     26|         hay una religión, la del hogar».~ ~ A la mañana siguiente
28     26|         poder discrecional en mi hogar... a lo mejor, ¡zas!, mi
29     26|        de su casa, el recato del hogar, lo decían con silencio
30     29|          sonríe. Soy feliz en mi hogar, no entro ni salgo en la
31     29|   prefiero la tranquilidad de mi hogar, la pureza de mi lecho,
32     29|      vida, la tranquilidad de su hogar doméstico».~ ~ ~ Trabajaba
33     29|   Vetusta buscaban el amor de su hogar allá en la aldea. Crespo,