Cap.

 1      1|    también la causa el orgasmo de pensamientos del mismo estilo. En los
 2      3|         con el nuevo sesgo de los pensamientos. Aquel noble esposo a quien
 3      5|        una somnolencia poblada de pensamientos disparatados. Sintió un
 4      5|      despedía de la señora de sus pensamientos diciendo:~ ~ -Adiosito.
 5      7|     conocido Paco Vegallana estos pensamientos de su amigo, que probaban
 6      9|           precisar nada, de malos pensamientos, pero le parecía indecoroso
 7     10|         ideas inocentes, de malos pensamientos, era un martirio. Un martirio
 8     11|         tuviera la culpa de tales pensamientos, que ya se le antojaban
 9     11|      distraerse, sacudir aquellos pensamientos importunos que no le permitían
10     11|          llevaba muy lejos de sus pensamientos de ahora, y se apresuró
11     11| inconfesables».~ ~ Mientras tales pensamientos le atormentaban y consolaban
12     12|          le ocurrieran a él estos pensamientos de bucólica religiosa. Precisamente
13     16|        sacaba del desierto de los pensamientos secos, fríos, desabridos,
14     16|          de comprenderlas». Estos pensamientos, que sentía Ana volar por
15     16|           una gata. Sonreía a sus pensamientos.~ ~ La carta del Magistral,
16     17|          singularísima especie de pensamientos monocromos, invención suya.~ ~
17     18|     vivaracho, inquieto, lleno de pensamientos insignificantes, ocupado
18     18|        falta alas, aire...» Estos pensamientos la llevaban a veces tan
19     19|      místico coincidiendo con los pensamientos de abandono que la entristecían,
20     20|          gloria, él, atento a sus pensamientos, con un codo apoyado en
21     21|           intermitencias de malos pensamientos y de rebelión sorda y rencorosa,
22     21|           en que ella se veía los pensamientos que la mística dedicaba
23     21|     pienso que robo a Dios muchos pensamientos para consagrarlos al hombre
24     21|       sombra de que vino. Y estos pensamientos, que antiguamente la atormentaban,
25     21|         caer otra vez en aquellos pensamientos que manchan el alma y le
26     22|         en él. Desechaba aquellos pensamientos con todas sus fuerzas, pero
27     23|      veces. Si se paraba a evocar pensamientos religiosos, a contemplar
28     26|       todo corazón, sonreía a sus pensamientos, a sus planes. «Claro que
29     26|        del dolor infinito con los pensamientos de don Álvaro, todos profanación
30     27|        que creía ofendido por mis pensamientos y desaires. Benítez cuando
31     28|         sotana...»~ ~ Los últimos pensamientos del Magistral fueron maldiciones.
32     28|       días al despertar en vez de pensamientos alegres encontraba, entre
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