Cap.

 1      1|       de una mujer que fue muy querida, que nos hizo cometer mil
 2      1|     del catalejo a su Encimada querida, la noble, la vieja, la
 3      2|    Tarsila Fandiño, la célebre querida del célebre...~ ~ -Sí, ¿
 4      2|       dar una explicación a mi querida amiga... ¡Al Espolón! Por
 5      3|   acostumbrado al ataque de su querida esposa; padecía la infeliz,
 6      3|        Estaba muy habladora su querida mujercita. Le recordó mil
 7      5|        oro; eso es Anita en mi querida Vetusta. En Vetusta lo mejor
 8      5|            Todo.~ ~ -Sí, todo, querida tía.~ ~ -Como supongo -prosiguió
 9      7|     lleva a la mujer a creerse querida de veras, la Regenta podía,
10      9|      no podía querer; pero ser querida, ¿por qué no? ¡Oh, de qué
11     11|   entenderse con esta hija mía querida, que a mí iba a volverme
12     11|        Se parecía un poco a su querida torre de la catedral, también
13     12|        ver morir a una persona querida».~ ~ Al lado de sus enfermos
14     12|     recobrará la salud aquella querida niña, si usted le lleva
15     15|    aunque viviera con su madre querida, no tenía hogar, hogar suyo,
16     16|       mundo no puede vivir sin querida, y todos la tenían, más
17     17|          Qué cosa más hermosa, querida hija mía! Llegará, por ejemplo,
18     18|  campiña triste ahora, siempre querida para él, que la conocía
19     18| suavemente por don Fermín a su querida amiga. Ana aborrecía el
20     18|         Frígilis, si veía a su querida Ana detrás de los cristales,
21     21|       a quien usted y la Santa querida me enseñaron a conocer.
22     21|      tengo lo que dice nuestra querida Madre y Maestra hablando
23     21|       relaciones con la fiel y querida amiga. Volvió su pensamiento
24     21|       conocer que su Anita, su querida Anita, quería convertirle
25     22|       a maldecir? «¡Su Vetusta querida! Oh, no hay como los centros
26     24|        que pareciera mal, a su querida Anita.~ ~ -Hija, gracias
27     25|     Aquellas injerencias de su querida esposa eran dignas de eterno
28     26|           No prosigas, Agapita querida -dijo el enfermo con voz
29     26|   curiosidad.~ ~ -Señora... mi querida Rufina... esto es... que
30     27|        puerta de la casa, a su querida esposa que extendía el brazo
31     30|       maldecía porque la creía querida de su Fermo, ahora la aborrecía
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