Cap.

 1     10|        unas tenazas.~ ~ Ana estaba roja de vergüenza y de ira. Sentía
 2     11|         verdadero dueño de La Cruz Roja, el bazar de artículos de
 3     11|          casualidad de que La Cruz Roja ocupa los bajos de la casa
 4     11|          como lo llama, de La Cruz Roja, tenga sótanos y el Magistral
 5     11|         que corrían contra La Cruz Roja, como él llamaba, colectivamente,
 6     15|          el propietario de La Cruz Roja ante el público y el derecho
 7     15|            su propiedad de La Cruz Roja, el comercio más próspero
 8     15|           la trastienda de La Cruz Roja, a la que no se pasaba desde
 9     15|         doradas que decía: La Cruz Roja.~ ~ Barinaga se cubrió,
10     15|       probado...~ ~ Y como La Cruz Roja no respondía, don Santos,
11     15|       llegó a la puerta de La Cruz Roja. Aplicó el oído al agujero
12     18|           borrosos de lana verde y roja alternando sobre fondo negro.~ ~
13     20|          de competencia de La Cruz Roja había empezado a labrar
14     20|            en la puerta de La Cruz Roja. El dueño del establecimiento
15     20|     patadas a la puerta de La Cruz Roja y desafiando a gritos al
16     20|           eclesiástica, de La Cruz Roja y de don Santos, era porque
17     20|     hundimos». Al dueño de La Cruz Roja se le prohibió oír los golpes
18     20|            en las arcas de La Cruz Roja...~ ~ -¡Ahí, ahí le duele!...~ ~ -
19     21|    presidida por un sillón de pana roja y varios taburetes de igual
20     22|         rival mercantil de La Cruz Roja, la víctima del monopolio
21     22|          de los géneros de La Cruz Roja. «No parecía sino que se
22     22|   monopolio escandaloso de La Cruz Roja, muere de hambre en los
23     22|           la espalda, en la cámara roja, cubierta de damasco.~ ~
24     22| acaparadores sacrílegos de La Cruz Roja. Y para mayor deshonra y
25     23|          prima Edelmira. La joven, roja como una cereza, con los
26     23|            una chaqueta de franela roja; no usaba gorro de dormir
27     26|            que con un punto de luz roja señalaba al cielo... «¡Aquí
28     26|        dueño ostensible de La Cruz Roja, esclavo de doña Paula.
29     27|           mucho vuelo, cubría otra roja que se vislumbraba cerca
30     28|            dedos, una liga de seda roja con hebilla de plata.~ ~ -¿
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