Cap.

 1      2|        Madrid, con ocasión de cierto viaje curioso.~ ~ -En mi tiempo
 2      3|      acariciaba. Ella le proponía el viaje, el marinero se reía, le
 3      4|            era clásico después de su viaje por Italia.~ ~ -¡El arte
 4      4|             sobre todo después de su viaje a Italia, que le había hecho
 5      5|         Loreto. La acompañaron en su viaje don Cayetano Ripamilán,
 6      5|            no impidió que durante el viaje manifestase la señorita
 7      5|            se decidió a emprender el viaje de las veinte horas hasta
 8      5|              no había sociedad; y el viaje, la vuelta a Vetusta, se
 9      5|        Anuncia había sido siempre un viaje a Venecia con un amante;
10      5|             la luz de una lámpara de viaje, calada hasta las orejas
11      8|         cerca del alba, emprendía su viaje al monte el casero que se
12      9|             de despedida, próximo el viaje de invierno.~ ~ -Oye, Petra,
13     12|             viene la gran prueba: el viaje a Madrid. Allí se ven las
14     12| mesa-escritorio.~ ~ -¡Pues para este viaje no necesitábamos alforjas! -
15     13|    acomodaron en un coche antiguo de viaje, sólido, pero de mala facha,
16     16|             con los preparativos del viaje del invierno. Puede decirse
17     19|              procuraba preparar este viaje místico pensando en el Magistral. «¡
18     21|          madera tenía una cartera de viaje, sucia y vieja. Allí guardaba
19     23|                     Oh, qué ridículo viaje por salas y pasillos, a
20     24|          figura del rigodón fuera un viaje alrededor del mundo.~ ~
21     27|            había invitado a hacer el viaje en su coche, lo cual tal
22     27|              a perderla, y que aquel viaje al Vivero era ridículo;
23     27|        picaba; no había cortinas. El viaje se hacía interminable. Aquella
24     28|       repente preferían emprender el viaje, otros que se preparaban
25     29|              allí, y en esto y en el viaje a la estación se empleaba
26     29|          meses antes, le proponía un viaje a La Almunia. «¡Tal vez
27     30|         Mesía?~ ~ -Es claro; dejó el viaje y buscó padrinos; querían
28     30|       despedirse por escrito para un viaje electoral, urgentísimo y
29     30|             hablar apenas durante el viaje, a las tapias del Vivero.
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