Cap.

 1      1|     ahumado! -respondió el sabio, sonriendo de oreja a oreja -. Eso
 2      2|       Obdulia Fandiño, Glocester, sonriendo, pensaba en los motivos
 3      5|        por filosofía, y exclamaba sonriendo:~ ~ -¿Qué quieren ustedes?
 4      7|           Hola, hola -dijo Mesía, sonriendo de pura lástima -; ¿conque
 5      8|       acercó al dignísimo Pedro y sonriendo le metió en la boca la misma
 6     11|    ofreció otra vez el café, todo sonriendo con cierta coquetería, contenida
 7     12|             repitió el Magistral, sonriendo por máquina al notario.~ ~
 8     13|          retirada por galantería, sonriendo y abanicándose.~ ~ En el
 9     13|          la boca hasta las orejas sonriendo, y con la mayor cortesía
10     13|    entraban con los platos venían sonriendo todavía al espectáculo que
11     13| disparates... -se atrevió a decir sonriendo la Regenta.~ ~ -Son bromas -
12     14|         usted? -indicó Glocester, sonriendo con malicia.~ ~ En aquel
13     14|         leía las pruebas y seguía sonriendo. No parecía temer ya al
14     16|        puso un dedo en la boca, y sonriendo a don Álvaro, le dijo:~ ~ -¡
15     17|      Mourelo, que con más calma y sonriendo sostenía que la Regenta
16     17|      familiar en el hombro y dijo sonriendo:~ ~ -Ya hace fresco, muchacha.~ ~
17     20|       ironía trágica, profunda, y sonriendo, mientras movía la cabeza
18     20|   afirmaba estas cosas, le miraba sonriendo con benevolencia; y con
19     20|      pasajeras, y Frígilis seguía sonriendo y movía la cabeza a un lado
20     20|        mío -replicó el Magistral, sonriendo con mucha amabilidad -,
21     20|        buen ateo, que contemplaba sonriendo y fascinado el conjunto
22     21|           en el medio. Despertaba sonriendo a la luz. Su pensamiento
23     21|         Don Fermín dijo, primero, sonriendo, que él también quería confesarse
24     22|        una medicina. Él respondía sonriendo, echando fuego por los ojos, «
25     27|           a la fonda -añadió Pepe sonriendo ya a la propina que veía
26     27|         Sí, señor -dijo el médico sonriendo y chupando su cigarro.~ ~ -¿
27     29|      Cuando Ana levantó la cabeza sonriendo a don Álvaro, éste, sin
28     30|      labios que también lo decían sonriendo; mato porque debo, mato
29     30|          unas con amargura, otras sonriendo de placer entre las lágrimas;