Cap.

 1      5|          bien en el fondo de las almas, y había adivinado en Anita
 2      7|       amor ideal, el amor de las almas elegantes y escogidas no
 3      8|        que era el encanto de las almas sencillas.~ ~ Tenía otra
 4      9|       necesario este hospital de almas para los enfermos del espíritu?»
 5      9|          hermosura estaba en las almas. Ese pajarillo no tiene
 6     10| infiltraba, se infiltraba en las almas, se filtraba por las piedras;
 7     11|       importantes y de todas las almas que podían servirle para
 8     11|          todas suertes, eran dos almas que se amaban en Jesús,
 9     12|    satisfecho; el dominio de las almas, que allí ejercía en absoluto,
10     12|        templo, penetraban en las almas. Sin pensar en ello, Fortunato
11     15|          la dicha suprema de las almas serias, de las almas que
12     15|         las almas serias, de las almas que pretendían merecer el
13     16|          no era el centro de las almas decididamente. Por todo
14     16|        pura, bella, digna de las almas grandes. Sus horas de rebelión
15     17|        frívolo pasatiempo en las almas tibias, en el vulgo de los
16     18|        de las Novenas tenían las almas piadosas otras muchas ocasiones
17     19|    turbaba aquel coloquio de dos almas a través de tres siglos.~ ~ ~ ~
18     20|     mundo mejor al cual iban las almas de los que no habían robado
19     21|          menos aquel lazo de dos almas, aquella intimidad con Ana
20     21|     páramo inhabitable; para las almas enamoradas de lo Infinito,
21     21|   nimiedades, ridículas para las almas frías, indiferentes». Hasta
22     21|          de la fe, acompañada de almas nobles, santas, como la
23     21|       más pura, la de salvar las almas buenas, la de ella por ejemplo.
24     22|        él poco agradable, de dos almas hermanas que viven unidas,
25     22|         Santos, retraía a muchas almas piadosas que de buen grado
26     23|     lucecillas para alumbrar las almas.~ ~ El templo estaba oscuro.
27     23|    interior contento de aquellas almas en gracia de Dios. El Magistral
28     26|       los balcones.~ ~ Todas las almas, más o menos ruines, se
29     30|          cielo y del amor de las almas.~ ~ «¿Quién la había traído