Cap.

 1      2|        temerario, alguno de los que quedaban, decía de repente:~ ~ -Como
 2      2|        todos los señores canónigos; quedaban los tres y el Palomo, que
 3      4|         raza y otros disparates. Le quedaban la biblioteca, que había
 4      5|         pagar deudas antiguas. Pero quedaban otras. La misma quinta estaba
 5      5|            y heroínas, y los que le quedaban en la cabeza eran menos
 6      5|             de aquellos hombres que quedaban allá abajo le había hablado
 7      6|          que dormían suavemente, no quedaban allí más socios que ocho
 8     13|           de la casa, de los que se quedaban a comer, y necesitaba hacer
 9     13|       tiempo, y ya gabinete y salón quedaban poco a poco despejados,
10     13|             jóvenes se despidieron. Quedaban en el gabinete la Marquesa,
11     13|          adiós al Marqués..., ya no quedaban en la casa más que los convidados...
12     14|          próximamente, los curas se quedaban casi solos en el Espolón;
13     16|           el comedor. Sobre la mesa quedaban la cafetera de estaño, la
14     16|          lamentando lo solos que se quedaban los muertos, concluía por
15     16|         valor para entrar allí y se quedaban en el Espolón paseando,
16     18|        tiempo romántico, del que le quedaban algunos resabios. Era el
17     18|            última hora, cuando sólo quedaban allí los trasnochadores
18     21|              le recordaban años que quedaban muy atrás. No le gustaba
19     21| calumniadores veraneaban; a los que quedaban les faltaba auditorio. Don
20     22|         autor de tanta desgracia, y quedaban muy satisfechos, creyendo,
21     22|            los mendrugos de pan que quedaban sobre la mesa, un poco de
22     22|     Magistral.~ ~ Los amigos que le quedaban a don Fermín reconocían
23     23|           debajo de los púlpitos, y quedaban en el resto de la catedral
24     28|           vacilaciones, unos que se quedaban y de repente preferían emprender
25     28|           Edelmira, Paco y Mesía se quedaban.~ ~ Mientras abajo se trataban
26     30|       nocturna de don Fermín, ya no quedaban más que restos apagados:
27     30|      obediente...~ ~ Pero cuando se quedaban solos Benítez y Crespo,
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