Cap.

 1      2|    educada -solía él decir a los jóvenes de Vetusta, que le querían
 2      5|       daban a entender todos los jóvenes de Vetusta. Pero ¿el amor?, ¿
 3      5|        llamaban sus amigas y los jóvenes desairados Jorge Sandio.~ ~
 4      5|           inmóvil. Sus tías, las jóvenes aristócratas, las beatas,
 5      5|   jilgueros.~ ~ Entre ella y los jóvenes de la sociedad en que vivía,
 6      6|          la catedral. Los socios jóvenes querían mudarse, pero el
 7      6|   prematura; parecían sacerdotes jóvenes de un culto extraño. Entrar
 8      8|        su casa se enamoraban los jóvenes un poco a lo vivo. A veces,
 9      9|         señoritas, y los obreros jóvenes se fingían caballeros, cogidos
10      9|      pudor el sarcasmo. Aquellas jóvenes, que no siempre estaban
11      9| descuidado. Aunque había algunas jóvenes limpias, de aquel montón
12      9|      reír como locas. Todos eran jóvenes. El trabajador viejo no
13      9|          en tanto que veía a las jóvenes y a las jamonas vetustenses
14     12|    grande efectivamente. Cuantos jóvenes elegantes, de buena posición,
15     13|  trataban a los marqueses, y los jóvenes se despidieron. Quedaban
16     13|       que también se sentían muy jóvenes; y obligaron a don Víctor
17     14|        las idas y venidas de las jóvenes elegantes; y los que eran
18     16|        lucirse comparten con las jóvenes la seria ocupación de ostentar
19     16|   papeles y, ayudados por varios jóvenes aficionados de la población,
20     20|      además un banquero y varios jóvenes de la bolsa de Mesía, trasnochadores
21     20|         falsa humildad... «Estos jóvenes... debieron haberme avisado
22     20|           Se declaraban, aun los jóvenes, en la edad triste en que
23     21|         amores. Los catequistas, jóvenes todos, no ven con buenos
24     23|        aspecto las más, guapas y jóvenes algunas, celebraban con
25     24|          las del barón y a otras jóvenes aristócratas. Daba la casualidad
26     25|        un vetustense más.~ ~ Los jóvenes laicos de la ciudad, estudiantes
27     28|       propio lecho, a los amigos jóvenes en cuya compañía se sentía