Cap.

 1      1|          descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido
 2      1|       seguir andando. Pero estos sueños según pasaba el tiempo se
 3      1|           era el recuerdo de sus sueños de niño, precoz para ambicionar,
 4      1|      aquella España que veían en sueños al otro lado del mar. Además,
 5      1|        él nunca viera más que en sueños. Con gran pesadumbre comprendía
 6      5| necesario para gozar de aquellos sueños de la mañana, rebozada con
 7      5|         a su tirano, viviendo de sueños.~ ~ Pero Crespo era una
 8      9|         de bengala, y casi entre sueños oía a su lado el murmullo
 9     10|     aburre; tú vives allá en tus sueños... Basta, hija mía, basta
10     11|        el lodo de la carne ni en sueños. «¿Por qué recordaba ahora
11     12|        flor, lleno de gracia, de sueños de grandezas, esperanza
12     13|          superaba en mucho a sus sueños e imaginaciones; era más
13     15|        helechos parecen hijos de sueños de avaricia. Paula era de
14     15|        en sus recuerdos y en sus sueños pretéritos, que daba por
15     19|       día siguiente, saliendo de sueños poblados de larvas, comprendió
16     19|         Ana tuvo aquellas noches sueños horribles. Al amanecer,
17     19|          a morir? ¿Eran aquellos sueños repugnantes emanaciones
18     21|       volvía a borbotones. Tenía sueños castos, tales se le antojaban,
19     21|      para su cuerpo robusto, los sueños vagos de amor sin nombre,
20     23|      catedral, oyendo como entre sueños el órgano, dirigiendo la
21     24|      había visto tantas veces en sueños.~ ~ Todo esto pasó por el
22     28|        pasiones nobles, grandes, sueños, aprensiones, hipocresía
23     28|       visto, el compañero de sus sueños, el que debió haberlo sido
24     28|          de sus lecturas, de sus sueños y de su pasión irritada.~ ~
25     29|       soso a los ardores y a los sueños de su juventud romántica
26     30|         cajón sagrado que tantos sueños y dolores suyos sabía...~ ~