Cap.

 1      3|         iba o no la vista. Quedó tranquila. No era nada. Lo mejor sería
 2      3|         la vida conyugal siempre tranquila y armoniosa.~ ~ -¿No quisieras
 3      4|   aquellos tiempos tenía poco de tranquila. Don Carlos se dedicó a
 4      5|         doña Anuncia se presentó tranquila, digna, severa a leer la
 5      8|           La dama, completamente tranquila, sonriente, se metió un
 6      9|       absuelta? ¿Podría comulgar tranquila al día siguiente? Eso no,
 7      9|          mirada plácida, franca, tranquila de poco antes, y sin mayor
 8     13|          sucio iba todo, pero ya tranquila la conciencia, salía a caza
 9     13|          señora le dejaba hacer, tranquila, aunque sin quitar ojo de
10     13|      pero la niña permaneció tan tranquila, que el primo se dejó aquella
11     13|    llamado de tú!~ ~ -Esté usted tranquila; no va con usted nada -respondió
12     18|         que le saludaba amable y tranquila; pero no era el caballo
13     19|          Ana cada vez estaba más tranquila. «No, no se propasaba; no
14     19|         hojas; y Ana, apoyándose tranquila en el brazo fuerte del mejor
15     19|     comprendía aquella adoración tranquila, aquel culto poético, nada
16     21|          hacerle, sin alterarse, tranquila en su presencia, y tranquila
17     21|     tranquila en su presencia, y tranquila después que se marchaba.
18     25|          se llevó la resignación tranquila, perezosa, de Anita Ozores.
19     25|         lo que había resuelto. Y tranquila, segura de sí misma, volvió
20     27|        cantando... en esta noche tranquila, en este silencio... y nosotros
21     30|       estaba ahí? -preguntó Ana, tranquila.~ ~ -El Magistral -respondió
22     30| sospechar... Tenía la conciencia tranquila, señal de que había hecho
23     30|      había sentido la conciencia tranquila al contener su cólera delante
24     30|               Pues yo la veo muy tranquila a ratos...~ ~ -Sí, pues
25     30|      cruz que la dejasen en paz, tranquila en su caserón, Crespo resolvió