Cap.

 1      1|            en la memoria brillantes cuadros que la ambición había pintado
 2      1|       Encima de los cajones pendían cuadros de pintores adocenados,
 3      1|      precisamente el encanto de los cuadros antiguos.~ ~ -¡La pátina! -
 4      1| aburrimiento mientras se hablaba de cuadros, ojivas, arcos peraltados,
 5      1|             la puerta había algunos cuadros nuevos que eran copias no
 6      1|         aspavientos. Entre aquellos cuadros había una copia bastante
 7      3|    destacándose una bata escocesa a cuadros, un gorro verde de terciopelo
 8      3|    ostentaba una inmensa bufanda, a cuadros, que le daba diez vueltas
 9      5|            pantorrilla con media de cuadros brillantes, se convertían
10      5|           etc., etc., tratándose de cuadros.~ ~ Y Bermúdez se atrevía
11      8|           la libertad. Los antiguos cuadros de la escuela de Cenceño
12      8|            idealista; pero aquellos cuadros rojos, negros y verdes,
13     10|    estrellas, como la Virgen en los cuadros, en la oscuridad ya no fue
14     12|       brillante, con medias cañas a cuadros doradas y estrechas, reflejaban
15     12|          Norte y Sur pendían sendos cuadros de Cenceño, pero retocados
16     12|            decirlo, opinaba que los cuadros, aunque fuesen de grandes
17     13|         paredes, allí donde cabían, cuadros de poco gusto, pero todos
18     17|            sombras, han llenado sus cuadros de negro... porque hablaban
19     18|            gris; aquel tapabocas de cuadros de pana eternamente colgado
20     18|           la alfombra de fieltro, a cuadros verdes y grises.~ ~ Volvieron
21     19|         gris arrugado, tapabocas de cuadros y zapatos blancos de triple
22     19|             de grandes síntesis, de cuadros disolventes, de filosofía
23     20|             Pompeyo en casa bata de cuadros azules y blancos, en forma
24     29|          empapelado de azul y oro a cuadros; la gran chimenea churrigueresca
25     29|             abrigo que su bufanda a cuadros. Pero decía él que su cazadora