Cap.

 1      1|      privilegiadas contada por piedras y adobes en el recinto viejo
 2      2|    dado cita para labrar estas piedras en las que lo amanerado
 3      3|    tropezó en el fondo con las piedras en mitad del pasaje y por
 4      5| animales, a las plantas, a las piedras.~ ~ En la convalecencia
 5      8|      millares los señalaba con piedras menudas que metía en los
 6      8|      contar más satisfecho las piedras miliarias. Aquella noche
 7      8|         crecía yerba entre las piedras. Aquel silencio era el que
 8      9| arrastrando los pies sobre las piedras con estridente sonsonete.~ ~
 9      9|       al arroyo iluminando las piedras húmedas cubiertas de lodo.
10     10|     almas, se filtraba por las piedras; en aquella casa todo se
11     13|  frente inclinada, mirando las piedras del patio, sólo podía vislumbrar
12     16|    cascos del animal sobre las piedras, sus graciosos movimientos,
13     16|  balcón, saltaba y azotaba las piedras con el hierro, mientras
14     19|        cristales, rechinar las piedras y que se pierde a lo lejos
15     23|     pedradas... Quiero que las piedras que le hieran a usted me
16     26|          más que ese montón de piedras!»~ ~ Huyó de la catedral
17     26|        Y si llueve?~ ~ -¿Y las piedras?~ ~ -Pero se va a destrozar
18     26|        mirada de idiota en las piedras de la calle, la impericia
19     26|      los pies, que pisaban las piedras y el lodo, un calor doloroso;
20     29|     Tenorio preparó removiendo piedras y quitando cal, dos o tres
21     29|        de pueblos, millones de piedras de catedrales y cruces y
22     29|       atento sólo a buscar las piedras y resquicios que le servían
23     29|     escalo, conocido ya de las piedras del muro. Don Víctor le
24     29|        a la pared y vio en sus piedras y resquicios la escalera